Los Vinos de “El Somni” en San Sebastián Gastronómika: Josep Roca

El pasado 16 de Noviembre os hablé de Degusta La Rioja, la comida que estuve en San Sebastián Gastronómika (aqui) pero antes de esa comida estuve en la cata organizada por Josep Roca “Los Vinos de El Somni” Una cata con una puesta en escena espectacular.
Catamos 13 vinos, todos ya servidos para unos 100 asistentes a la misma. A temperatura ambiente, para descubrir y disfrutar de lo que tienen que decir estos vinos, muchos de ellos casi imposible conseguir.
El Somni es un proyecto donde se junta creatividad de música, de vajilla, de platos cristalería y de vinos, promocionado por los hermanos Roca. Podrán gustar más o menos los vinos, pero de lo que no cabe duda es del gran comunicador y la puesta en escena que consigue dar Josep Roca a sus catas. Todos los vinos acompañados con una explicación, imagen y música para ellos creados, y no me voy más por las ramas. Esto es lo que sentí y probé:
Un apunte, los textos son de Josep Roca, de las notas que iba tomando, y en azul os pondré la impresión que me trasmitían los vinos.

1- Turó d´en Mota 01 (D.O. Cava)
Cavas Recaredo, Sant Sadurni d´Anoia
Xarel.lo vinyes velles
Josep Roca lo presenta con el concepto de que todo nace desde Barcelona, una vinculación a la tierra, es en esta añada 2001 cuando Joan entra en la bodega y se puede decir que se profesionaliza. Es esfuerzo, trabajar como hormigas para conseguir un sueño. Simboliza el efecto mediterráneo con burbujas, nitidez, complejidad y carbónico fundido, con carácter, flores blancas, manzana, pera. Con este cava se sale de aquí y se puede presentar al mundo. Recaredo representa encantamiento a la tierra. Hacer honor a la tierra y respetar lo que en ella se hace.
Para no ser yo muy de Recaredo, este cava está bastante bueno, curioso el retrogusto a cognac, realmente sabroso.

2- Emrich-Schönleber. Monziger. (Gran Cru) 
Monzinger Frühlingspläzchen del 2009 
(V.D.P. Nahe) 
Riesling
Traducido sería: “Lugar por donde sale la Primavera” Fantástico, vertical, incisivo, generoso. Un vino fluido, altivo, que corre, generoso en color, sensación tubular en boca. Bienestar, flor blanca. Con una gran nota de acidez que le hace dinámico en nariz. En boca es paisaje verde, fresco, armonioso, que juega, entretienes. Con una secadez final muy interesante. Como una bailarina que danza en tu boca.

Mucha fruta, estos son los riesling que me hacen temblar, cedro, potencia, muy bueno.

3- El Grifo. San Bartolomé.
Canari (D.O. Lanzarote)
Cupage de Malvasías 1956,1970,1997 
Homenaje a una de las bodegas más antiguas de 1775. Entrar en un sueño dispuesto a perder las horas. El Canari es como renacer de las cenizas. Vino de gente fascinada por los volcanes, cepas replantadas hace 300 años, intenta representar esa cara obscura de la luna. Un vino que es como una solera vieja y que corresponde a ese paisaje alucinante, vino nacido de cenizas y rocas quemadas.
Viejo, elegante, me pongo a los pies de la malvasía como Ankabri con La Greña. Es sereno, espectacular.
4- Mauro Vergano.Asti.
Nebbiolo Chinato.
Nebbiolo
Es probar algo que no es nada, en una copa que no pesa. La idea era degustar esa parte del elemento del viaje a lo más hondo, a lo más vacío. Empieza dulce y acaba amargo, implica dificultad, angustia. Cardamomo, canela, buscando algo congestionador, purificante, con complejidad, probablemente digestivo, genera un viaje extraño. Sensación más helada, estamos en lo más hondo. Buscamos el límite, ese signo desconocido.
Ligeramente astringente, como con toques de Biter-Kas, pero te hace volver una y otra vez, no te cansa y la boca pide más y más. Increíble ese toque de clavo, todavía lo tengo fresco.
5-    Salon. Le Mesnil-sur-Oger.
Salon 99 (A.O.C. Champagne)
Chardonnay 
Intenta buscar esa contundencia chispeante, pocos vinos más tensionados, más ricos que Salon habrá. Recupera a los muertos. Carbónico maravilloso que tarda 10 años en salir al mundo. Sólo 32 añadas en un siglo, muestras que el renacer no es fácil y es para pocos privilegiados. Salon es la sal del champagne, un cuchillo blanco siempre en tensión, sólo inoxidable, sin madera. Rigidez, estiramiento, y en boca como una hondura. Es un renacer de la obscuridad, renacer dentro del sueño en el que estábamos. Ese renacer lo vemos ahora.
Sólo una palabra: Excelente.
6-    Valdespino. Jerez. 
Coliseo V.O.R.S (D.O. Jerez)
Palomino
Presentado en un pequeño envase de aromas para tomar una gota del mismo en la palma de la mano. Esa gota simboliza el dolor del nacer. Amontillado viejísimo. Uno de las grandes joyas que podemos exportar. Si el dolor del nacer tiene que saber a algo eso debe ser sal en la piel, contundente. El tacto es saber qué sentimos, la artesanía; la mano es una continuación del pensamiento. Ponemos la gota, la lamemos y buscamos esas gotas de lágrimas saladas negras. Ya está el sabor en boca y no se va a ir en medio minuto como mínimo. Arde de vida, es como una primavera vieja. El dolor de parir se imagina que es como morder madera salada, en definitiva esa acidez afilada.
Esto simboliza el nacer de algo que viene ahora, que es un canto a la infancia. El descubrimiento de esas lágrimas negras a un mar de la vida. Mar de regalos del equipo Navazos.
Sin palabras, espectacular, me enamoró. Irrepetible. Un lujo.
7- Equipo Navazos. San Lúcar de Barrameda.
La Bota vino Blanco nº 44
(Vino de mesa) Palomino
Vuelta a los natural Sherrys. Reinventar. La bota es una canto, es música de cámara, belleza sutil sin limites. Increíble esa crianza biológica. Contundencia olorosa y de matices. Sol, sal, vida. Vino de mar. Volver a la infancia a la adolescencia buscar un cambio para que nos lleve a un vino camaleónico como es el riesling que ahora os presento.
Largo, equilibrado, salino, maravilloso, inconmensurable.
8- Weingut Dr. Bürklin-Wolf. Wachenheim.
(Gran Cru) Forster Pechstein 1976 Auslese (V.D.P. Pfalz)
Riesling. 
Es un canto al mestizaje, a la complejidad, a la fantasía, un gozar de todo. Exuberancia, riqueza. Esas especies presentes como el azafrán y el curry. El vino 2, Monzinger Frühlingspläzchen nos daba verdes este es u vino que se convierte en naranja y ocre, complejo. Une a la perfección ese triunvirato de dulce, amargo y ácido de los grandes riesling.
Algo único, los toques de barniz maravillosos. Una vez más me rindo a estos riesling.
9- Sergi Colet & Equipo Navazos. Pacs del Penedés
Colet Navazos (Vino espumoso D.O. Penedés)
Chardonnay.
Este vino es un atrevimiento que va desde el cava a la manzanilla. Cultura dispares. Navazos representando al sur y Colet con el norte. Dejad sonar las campanas en arras de hacer algo desconocido. Siempre desde la pasión. Un chardonnay para un cava maduro, reposado más de 40 meses, con ese toque de licor de expedición que da la manzanilla. Efecto sereno. Toques salados. Fruta del penedés con la salinidad del sur que deja sus entrañas alargadas, contundente. Un acto de inspiración a la vez de un acto reflejo de necesidad de compartir. Que se muestra salino y aéreo. Que encabeza la flor de la rosa como pocos. Un juego de compartir que da paso al siguiente vino…
Raro o más bien curioso, para volver a probar, algo agreste.
10- Arché Pagés. Capmany.
Carinyana de Capmany 2012 (D.O. Empordá)
Carinyana de Pulgnau 500l de 4000l. Vinyes de 100 anys.

Un vino que intenta expresar la avaricia exagerada, en este caso simbolizada con el hombre y las consecuencias de esa avaricia. Ese querer dominar la naturaleza y la vez imposibilidad de dominarla. Este vino está hecho de las únicas viñas que se salvaron de un incendio en el 2012. Vino sin madera que sabe a humo. Probamos cariñena de 100 años que pudo sobrevivir al fuego.
El que menos me ha gustado pero no le quito mérito a esa nariz de humo sin barrica, grande y muy difícil de elaborar.
11- Castell d´Encus. Talarn. Talarn. Pallars Jussá.
Acusp 11 (D.O. Costers del Segre)
Pinot Noir.
Poca gente habrá investigado más que Raúl para intentar conseguir la mejor Pinot. Siempre complejidad en cómo hacer para lograr un vino. Este es puro edonismo. Con la pregunta y duda: ¿Levaduras acompañadas o indígenas? ¿Madera o Cubo? ¿Grano a grano o Racimo? ¿Ciencia o Conciencia? ¿Un vino receptivo o creativo? ¿Pasivo o Dinámico? Raúl nos muestra que con el proceso creativo el desaprender es tan importante como el aprender. Este vino es calidad, perfección, envoltorio, ligero, terciopelo logrado a 1000 metros de altura. ¿Dónde están los límites? ¿Dónde está la sabiduría que hemos aprendido? Hay que fracasar en tus intentos para volver a trabajar y reafirmarte. Crear en definitiva y luchar aunque la lucha lleve a la muerte. ¿Y qué es la muerte en un vino? Puede ser esto…
Probablemente la mejor nariz de todos. Grandes recuerdos.
12- Barbadillo. Sanlucar de Barrameda.
Reliquia Oloroso bota 150 anys.
(D.O. San Lucar de Barrameda)
Palomino.
Otra botella de aromas para darnos gotas de veneno directamente de bodegas Barbadillo, una gota para poner directamente en la lengua y aquí sale la muerte, que duro. Un vino que está estampado en la bota, que va a ser fósil. Oloroso de 150 años. Beber tierra. Beber raíz. Curado por la vida, un último suspiro. Gotas sólidas que caen en la historia. Salado, con la sensación que el vino no muere, se reinventa.
Imagino el cuerpo cayendo, muriendo, enfriándose, helándose y lo identifico con esa uva helada que luego renace…
Vejez bien llevada, sublime, espectacular, maravilloso……
13- Weingut Hermann Dönnhoff. Oberhausen.
Oberhauser Brücke 08 Eiswein (V.D.P. Nahe)
Riesling.
Este es uno de los grandes vinos del mundo, uno de los mejores ice-wine que se puede probar a no ser que se sea eterno. Esto es grande. Dönnhoff el obstinado, preciso, que es capaz de ir a por la uva las veces que sean necesarias para recogerla con el punto justo de botritis para luego poder crear un vino totalmente sano. Hay que disfrutar de este vino con ese punto de Gloria. Intenta simbolizar esa minúscula partícula insignificante elemento de la materia y poder mostrar ese juego como recuperación de los viñedos, recuperación del subsuelo, recuperación de lo que el suelo significa, que es un cuenco de fermentación viva. Ser también esa conciencia de que detrás del trabajo, del laboreo de la tierra, renace la vida, muchos vinos que ahora están muertos pero que se están reviviendo con ello. Buscad conciencia también de lo que representa el compromiso desde nosotros en el restaurante o la gente que hace vino, trabajo y apego a la tierra. Un vino de hielo, apabullador, con sólo 7º de alcohol, 250 grs. de azúcar. Bebed este vino y beberéis lo que simboliza la esencia más pura y limpia de un riesling, sabrosura, jugueteo, potencia, la suma de lo que representa la almíbar y la acidez más incisiva. Lo que representa la esencia del azúcar de secado en una planta lentamente, y cómo llega una luz, cómo ese hielo se convierte en magia.
Sin lugar a dudas, el mejor. No he probado muchos ice-wine pero lo van a tener difícil para ser mejor que este.
Os dejo también el epílogo de Josep Roca grande entre los grandes:
La cultura del vino es igual que la cultura general, es un diálogo con los muertos, tomad conciencia que nosotros somos parte de la cadena que se extiende en nuestro pasado y que se alarga, ese mañana que veremos, sobre todo esa continuación. Hoy hemos hecho un paso, un paso sobre la comprensión del vino, de la emoción, la gastronomía, los relatos, la riqueza, la creatividad, la innovación, la locura, el fracaso y la pasión. Gracias.
Espero os haya gustado, para mi ha sido inolvidable.

Torres Degusta Salón de vinos

Pues mira tu por donde en vez de Restaurante, hoy me toca hablar de un salón de vinos en el que estuve en Bilbao, y lo hago dado que Ankabri me ha dado permiso, por supuesto, allá el con lo que sale.
El salón estaba enfocado a las marcas Jean Leon, Lansen, Miguel Torres Chile, Dow´s, agua Voss, Ginebra Sloane´s, Vodka Beluga. Y un poco de Torres propiamente dicho, pero poco. El agua, la ginebra y el vodka no los probé, ya llevaba la dinamo un poco cargada y como para andar mezclando.
No entraré mucho en profundidad en los vinos, una pequeña frase creo es suficiente, sino este post tendría que hacerse en un montón de partes, y no me extiendo más:

Blanco Pazo das Bruxas Albariño 2012. D.O. Rías Baixas:

Normalito, la acidez no muy equilibrada y corto de nariz

Tinto Habitat Ecológico 2012. D.O. Catalunya:

Con Garnacha y Syrah, agradable, la verdad que está defendible.

Blanco Habitat 2012 Ecológico, D.O. Catalunya

Sin mucho misterio, elaborado con Garnacha y Xare-lo, podemos pasar sin el.

Tinto Jean Leon 3055 Petit Verdot, D.O. Penedés

Vino joven elaborado con Petit Verdot y Merlot, regular, algo astringente, como uva excesivamente prensada..

Tinto Jean León Vinya La Scala 2003 Vi de Finca, D.O. Penedés.

Jean León creó este vino en homenaje al restaurante que fundó en Beberly Hills. Está espectacular, elaborado 100% con merlot, me recordó a aquél Jean León que se llamaba mítico. Equilibrado, con fruta, un vino rotundo realmente bueno y con mucha evolución por delante.

Tinto Jean León Vinya Le Havre 2006, D.O. Penedés.

Está elaborado con Cabernet Sauvignon y un pequeño porcentaje de cabernet frac. Fue desde el puerto Le Havre desde donde Jean León embarcó como polizón a EE.UU. Este vino para mi tiene la acidez algo desequilibrada, me retrae un montón las encías. Le daré otra oportunidad.

Jean León Rosé, D.O. Penedés.

Rosado pálido ecológico, elaborado con merlot y cabernet, tiene una corta maderación con las pieles en acero. Toques de pimienta, cuando coje temperatura en nariz se afina bastante, le noto falto de cuerpo y de potencia. No me dijo mucho más.

Blanco Jean Leon Chardonnay 2012, D.O. Penedés.

Rico, agradable, 100% chardonnay ecológico, con un paso de dos meses por barrica, lo que se busca en un chardonnay. Agradable.

Blanco Jean Leon  Vinya GiGi 2011, D.O. Penedés.

Vi de Finca creado en honor a la hija de Jean León. 100% chardonnay con 6 meses de barrica. Creo que le falta botella, la barrica está demasiado marcada, le buscaré dentro de un tiempo.

Champagne Lanson Black Label:

Creado con 35% Chardonnay, 50% Pinot Noir y 15 % pinot Meunier. Un champagne más, sin mucho misterio.

Champagne Lanson Rosé Label

32% chardonnay, 53% Pinot Noir, 15% Pinot Meunier. Este me dijo algo más, pero tampoco me impresionó, la burbuja estaba demasiado presente.

Champagne Lanson Extra Age Brut.

Con un 40% de Chardonnay y 60% Pinot Noir, empezamos a encontrarnos con un champagne agradable, ligeramente amargo. Un champagne muy recomendable.

Champagne Lanson Extra Age Rosé.

35% Chardonnay, 65% Pinot Noir. Suave, frutal, grosellas, burbuja bien integrada. Me gustó mucho, creo que volví varias veces a la mesa a tomar más de una copa.

Champagne Lanson Extra Age Blanc de Blancs.

100 % Chardonnay, con paso fácil, burbuja fina, la justa, mantequilla, brioche, equilibrado, rico, sabroso.

Porto Dow´s Fine Ruby.

Touriga Nacional, Touriga Franca, Tinta Barroca, Tinta Roiz y Tinto Cào. Envejecido durante 3 años. Apetecible, bebible, sabroso.

Porto Dow´s Tawny.

Vino más suave y ligero que el Ruby, con las mismas uvas y tiempo de crianza, pero es más serio, envejece en grandes depósitos, notas de nuez, frutos secos. Buen porto.

Porto Dow´s Late Bottled Vintage 2008.

Este LBV envejece en barricas tostadas de roble y después pasa entre 4 y 6 años en botella. Sabroso, serio, equilibrado. Me gustó.

Porto Dow´s 10 Years Old Tawny.

Un  gran porto de 10 años, suave, paso fácil de boca, redondo, sabroso, con ese toque de pasas realmente agradable. Muy bueno.

Porto Dow´s 20 Years Old Tawny.

Espectacular, buenísimo, sabroso, equilibrado, con cuerpo, cremoso, agradable. Para quitarse el sombrero.

Y esto es todo, Los de Chile sin mucho misterio la verdad, como ya dije la ginebra, vodka y aguas pues no me apetecía la verdad. Probé también Atrium Merlot del Penedés

que me sorprendió gratamente, no pude dejar pasar la oportunidad de probar el Celeste Roble 2012 que tánto le gustó a Ankabri, habló de él aquí Y he de darle la razón, está realmente agradable.

Para terminar decir que me parecieron espectaculares el Porto Dow´s 20 años, Jean León La Escala, y el Lanson Rosé extra Age.

Degusta La Rioja: Comida en el Stand en Gastronomika 2013

Pues por San Sebastián andaba, en la semana de la Gastronómika 2013 y tuve la suerte de poder comer en el Stand de la Rioja el menú elaborado por Francis Paniego del Restaurante Echarurren de Ezcaray. y esta fue la experiencia:

Primero sirven el primer vino:

Add Libitum Tempranillo blanca: Pues sin misterio, sin cuerpo, excesivamente ácido, la verdad no gustó.

Para comer empezamos con Croquetas que le quitamos a mi madre: Ricas, sabrosas, si os gusta la bechamel suelta estas son vuestras croquetas, receta de siempre, un buen comienzo.

Seguimos con Pochas frescas de temporada con fritada y guindillas riojanas: Buenas pochas, sueltas, la piel casi inapreciable, sabor maravilloso, volviendo a las recetas de siempre, que el fondo creo hoy empieza a gustar cada vez más. Sabores tal cual, platos de siempre ricos y apetecibles, un acierto estas pochas.

Como segundo vino sirven Marqués de Riscal Reserva del 2008: No es mi nuestro vino, excesivo tablón, acidez, la verdad que tardaré en volver a pedirlo.

De pescado traen Merluza asada sobre pil-pil de patata con un leve toque de vainilla. Espectacular merluza, con un pil-pil soberbio, y el punto exacto de vainilla, es difícil no pasarse o quedarse corto, me gustó mucho la verdad.

Y para la carne: Barón de Chirel Reserva 2008: Este sí que me gustó, muy bien integrada la madera con los taninos, acidez justa equilibrada, complejo, rico, sabroso. Este Rioja me encanta.

De comer: Rabito de cordero glaseado sobre concasse de pera y puré de pan. Muy bueno, para quitarse el sombrero. Concasse en francés significa finamente picado, y la pera estaba perfecta, el puré de pan increíble, un gran plato sin lugar a dudas. Ah y el cordero, como me gusta tiernito y muy sabroso.

De postre Melocotón y helado de vino tinto: Trocitos de melocotón en almibar con el helado de vino tinto sin nada de hielo, les tiene que haber costado conseguir este punto al hacer el catering.

Resumiendo una gran comida, con imaginación y calidad, el servicio, pues bueno gente de la escuela con ganas de aprender, por lo menos simpáticos y amables.

Una comida que recordaré durante bastante tiempo. Espero os halla gustado.

Restaurante La Bicicleta en Hoznayo

Pues por aquí ando, hace ya un montón que no me daba por escribir, aunque la verdad que hace bastante que no voy a sitios que al final diga que voy a hacer una entrada completa, quizá algún plato, algún detalle, pero no me llama ponerme a escribir. Igual hablo con Ankabri y ponemos platos de algún sitio que visite, ya veremos, pero se ve que la edad quita ganas de muchas cosas…
Nos fuimos hasta Hoznayo a comer. Bonita casa en cuyos bajos está este restaurante. Un amplio jardín y terraza, con un cocktail-bar muy cuco.

Entramos y de frente una amplia barra,

a la derecha el comedor con unas 16 mesas, vestidas con mantel individuales, original, la pena que estos y la servilleta son de papel, eso no nos gusta mucho para el nombre restaurante, en un mesón o similar, pues quizá, pero aquí a nosotros no nos hizo mucha gracia.

Somos tres para comer y vamos a pedir todo para picar de una carta realmente sugerente, divertida con apartados diferentes, divertida,nos gusta casi de todo, se hace difícil qué pedir, pero allá vamos:

De aperitivo nos pusieron humus, un puré de garbanzos muy rico.

Setas Salteadas con jamón: Buen plato, generoso, con las setas en el punto que nos gustan, al dente y sabrosas, empezamos bien.

Seguimos con Fish & Chips, presentado con originalidad, una merluza romana de buena calidad, bien frita, jugosa y sabrosa, las patatas sin misterio, la verdad que llevamos una temporada bien mala de patatas, qué difícil es encontrar buena patata por aquí.

Patatas rellenas de foie y ali-oli. Foie bastante normalito, el ali-oli muy bueno de sabor, y una vez más plato con originalidad y buen gusto.

Solomillo Tai, Sin misterio, no nos gustó la verdad, el punto si, pero sabor y demás, pues no, pero bueno como siempre decimos es nuestro gusto, y como tal podemos estar equivocados.

Dos postres al centro, un Brownnie

y una Tarta de frutos Rojos. Ambos ricos pero sin mucho misterio, mejorables.

Varios apuntes:
– Servicio rápido, amable, simpático, agradable, da gusto cuando te tratan así.
– La carta de vinos nada del otro mundo, al final vimos detrás de la barra, al salir, alguna que otra referencia de vino que nos gustaba algo más de lo que había. Sé que somos raros en temas de vinos, pero cansa ver los Rías Baixas de siempre bastante regulares y demás vinos de ciertas D.O. que sólo son ya marca y poco más. Entiendo que son más fácil de beber. Pero de este local es lo único que yo cambiaría la carta de vinos, y el café. Porque a pesar de ser de Illy, y tener una cafetera que ha costado una pasta, yo no pondría las monodosis, las odio, no es lo mismo que el café en grano, no sabe igual, lo siento. Bueno, las cañas de cerveza que nos tomamos estaban ricas, eran de Estrella Galicia, pero le tendremos que decir a Ankabri que se de una vuelta por allí y les enseñe a servirlas con las tres capas.
– Cesto de Pan interesante, detalle muy chulo y bueno, pero claro sin plato donde posarlo, o sobre el mantel de papel o sobre la mesa. Pero esto ya es una pelea típica made in José Domingo a que si?
– Cocina con ideas y para crecer mucho más.

Estamos seguro que si aguantan esta maldita crisis, será un restaurante de los que van a dar mucho que hablar.

Tomamos un café, para probar…. y Pagamos 69 € con 2 botellas de agua, y 4 cañas. Un buen precio sin lugar a dudas.

Esperamos que vayáil a La Bicicleta y nos contéis, mientras tanto, a ver si encuentro algo más por ahí que haga me entre el gusanillo de contároslo.

Restaurante Callizo en Ainsa (Huesca): Mucho ruido y pocas nueces

Hasta Huesca me ha llevado Ankabri, no podía decirle que no, hemos coincidido pocas veces en un mismo local, así que no podía faltar a esta cita. Así que hasta allá fuimos a pasar un día bonito por una villa que me recordó mucho a mi querida Santillana del mar. Os dejo aquí el enlace de la villa para que le echéis un vistazo pues merece la pena.
Llamamos para reservar, éramos 5, y no tenían una mesa, con lo que tuvimos que conformarnos con estar en dos mesas separadas, aunque luego al lado nuestro había dos parejas en dos mesas cuadradas, que si las hubieran juntado estaríamos los 5 en ella pero en fin, eso era pedir demasiado.
La carta es muy original, tienen dos menús, uno que es un degustación largo, y el otro donde eliges el segundo plato. Ambos menús comparten los aperitivos.
Dado que la noche anterior había sido fuerte en cena, licores y demás, optamos por comer el menú corto, aunque nos quedamos con muchas ganas de tomar el largo, pero nuestro estómago no podía más.

Menú largo llamado Piedras:

Menú corto llamado Tierra (el que pedimos):

Y empieza la fiesta, nada más sentarnos nos sirven agua y nos traen el primer cocktail

Nada:

Un plato con una cuchara, que si no te fijas bien parece que no tiene nada, lo metes en la boca y está impregnada de cítrico, muy agradable y limpia la boca para seguir con la fiesta.

Nos traen el Vermutman-flash junto con la el siguiente entrante de aperitivos llamados Paisajes de Sobrarbe, consistente en Olivas y Bolsitas comestibles.
El vermuth en un flash bastante agradable aunque demasiado amargo,

las olivas presentadas en un cristal y servidas desde un bote que tiene el camarero en el gueridón, bastante agradables, unas escerificaciones de olivas que explotan en la boca, ricas de verdad, también a su lado nos ponen un arbolito con unas Olivas colgadas, rellenas de crema, sabrosas.

Y viene el camarero con una vara, colgando de ella unas bolsitas, las que también tienen en el gueridon y acaba de enganchar. Nos cuenta que quieren rememorar a la matanza y el acto de colgar en los secaderos las morcillas y chorizos, dentro de las bolsitas arroz inflado con ese toque de matanza y sabor final a morcilla. La puesta en escena sin lugar a dudas espectacular.

El siguiente plato que termina con el apartado de Paisajes de Sobrarbe es Gusanitos de azulete y fresas, colgados en una abeto, como si fueran unos capullos, dentro de algodón de azúcar una crema de queso azul con fresas, la verdad muy original pero excesivamente dulce y el queso azul absorviendo los demás sabores.

En este momento llega la maître y nos pregunta que menú elegimos, pedimos y preguntamos por la carta de vinos, nos la acerca… La verdad que esperaba algo más en este apartado, tenían con el menú unos cuantos vinos recomendados pero no me hacían tilín. Al cabo de un rato viene otro camarero, bastante majo, le pido el vino, y no tenía. No pasa nada, es lo que suele suceder al tener una carta difícil de cambiar, pido otro y tampoco tiene, empiezo a mosquearme bastante, y por tercera vez que elijo (Erre punto de Remirez de Ganuza) tampoco. Iba eligiendo vinos que me apetecían (como el cojón de gato que tampoco tenían) y de precio ajustado puesto que me imaginaba nos iban a invitar los amigos de Ankabri. Os cuento esto porque al ser la tercera vez que pedía y veía que atinaba con las no existencias le digo que me recomiende uno, y el va y me ofrece Fagus de Coto de Hayas, 30 € de venta, creo que tuvo mal ojo, así que me atrevo por cuarta vez y pido Baltasar Gracián Cepas Vellas a 17 € y tampoco tenían. Increíble para qué narices tienen carta de vinos. Al final me decanto por un Enate Cabernet – Merlot, y me dice que sólo le queda una botella, a lo que contesté que será más que suficiente, aunque seamos 4 a beber, pero como dije el estómago no estaba para muchas fiestas. Encima el vino no estaba a la altura añada 2009, este no es un vino que envejezca bien,  pero como para cambiarlo.

Seguimos intentando olvidar el tema del vino aunque os podéis imaginar el cachondeo que llevábamos.

Nos traen lo que llaman Trucha del Cinca: Viaje por el mundo: Perú – México – Japón.

Ponen un mapa mundi en la mesa

y nos distribuyen unas cucharillas cuya base es la trucha encima de la región antes nombradas. La verdad que estaban muy ricas, y una vez más esa puesta en escena muy original.

Seguimos con el apartado llamado La Magia de Huesca… “El cielo y la Tierra”. El camarero, supersimpático, nos intenta hacer un pequeño truco de magia, con un stress encima terrible, pues entre dos camareros atienden a unos 30 comensales y con este tipo de servicio ni de coña dan a basto. Nos presentan una teja, pero de tejado, no de esas de almendras para comer, y sobre ella un queso, la verdad muy sabroso, y en el vasito que veis en la foto, es donde el camarero echó la magia, una especie de aceite. En verdad apetitoso.

Hay que seguir y viene el apartado: Trufa… Patatas a la brasa – mantequilla trufada.
Unas patatas asadas, casi frías sin misterio y una pequeña lata de conservas con mantequilla de trufa en su interior, aunque la trufa totalmente ausente, plato soso donde los halla, eso si, presentado sobre un metraquilato, y debajo de ello te ponen una pda, con la imagen de unas brasas, bonito, original, pero prefería mas calor en las patatas, más trufa en la mantequilla y menos pda.

Y pasamos a El Invierno: Km0 legumbres olvidadas: Judía verdeña de Eripol, con col de indiana, contrastes de matanza.
Plato donde vienen presentadas las verduras y la pequeña matanza, y sobre ello añaden un caldo, rico en verdad, todo un acierto. El chorizo sublime.

A partir de aquí ya son los platos que pida cada uno.

Unos se pidieron: La paloma mensajera: Piñón de Araiz con arroz cremoso de colmenillas.
Un pichón presentado muy bien con el arroz en su punto, y a parte nos traen unos sobres, como si fuera una carta de correos (se me olvidó hacer foto) y dento de ellos vienen las pechugas. Rico y original de verdad. Pero una vez más el camarero tiene que abrir el sobre, se traba, el stress se acentúa, entra a cocina a por unas tijeras corta el sobre…. ala todo el jugo encima de la chaqueta. En fin….

Las pechugas que venían dentro del sobre

Otros se decantaron por: De los pastos de Sobrarbe; Cordero en dos cocciones, baja temperatura y asado con las patatas que se vuelven trufas.

Bien asado, rico, sabroso, pero bajo de temperatura, y las patatas las mismas de antes, y la trufa pues también la misma de antes…. Por lo demás bastante apetecible.

y el otro se animó con bacalao confitado, liliáceas, pasas y piñones. Sin misterio, un bacalao bien desalado pero bastante deslavado.

Momento postre:

Tabla de quesos de los Pirineos, miel de “Casa Montalbán”, garrapiñados y jalea silvestre de “La Marmita” de Aguilar.

4 tipos de quesos, ricos, estaban bien, la miel normalita y la jalea espectacular, para quitarse el sombrero,

que pena no me quedase más vino, pero como para elegir otra botella.

También se pidió: Torrija de pan de pueblo caramelizada, helado cremoso, semi-sorbete de frambuesa silvestres, gel de frutos rojos y chocolate.
Estaba rico, la torrija suficientemente borracha, los sorbetes cremosos en su punto, sin pizca de hielo, el chocolate normalito, un hilo que esta muy frío y pegado al plato, por lo demás aceptable.

Más postres: “Cuando rebaño oigo el rebaño”; dulce de leche, helado de leche de oveja, espuma de yogur de Fonz, nueces y azúcar.
Original una vez más. Presentan el plato, una gran bola de algodón de azúcar, el camarero, coje una cuchara y pega en el plato y parece que suena al campano que llevan los animales por el campo, y por eso lo de cuando oigo el rebaño, entonces toca rebañar el plato. Los ingredientes ricos y la fusión de sabores muy agradable.

Café para olvidar, bastante malo, nos pusieron unos buñuelos de chocolate ricos, y un moscatel para acompañarlo realmente malo, mejor no poner nada.

Como detalle pedimos un café con gotas (Whisky) y le trajeron con ellas servidas, mal detalle.
Vamos a intentar resumir. No os puedo decir el precio, puesto que Ankabri acertó y nos invitaron. Una buena cocina, faltaban puntos en la temperatura de los plato, y algún que otro pequeño detalle. Pero esa cocina no es para que nos atiendan dos camareros. Encima casi sin medios, de echo sólo tenían un posible gueridón y muchas veces cuando salía uno de ellos a la sala estaba ocupado y el hombre juraba en ebreo, pues no tenía donde apoyar los platos y bandeja. No iba para nada acompañado el servicio, y ojo, que eran super amables, simpáticos y serviciales, pero no daban a basto. Muy mal en eses apartado.
Y otra cosa, el suelo es de piedra, pero como si filtrara el agua, y resbalada terriblemente, yo estuve a punto de caerme dos veces, una vergüenza.

Mucha cocina, poco servicio, mucha puesta en escena pero falta de actores, mucho ruido y pocas nueces. Podía ser un templo gastronómico pero les queda mucho para conseguirlo.

En fin, si algún día volvemos ya os contaremos a ver si ha contratado más camareros.

Restaurante Cueva del Túnel; realmente sorprendente

Foto de la web del Restaurante

Os traigo el último local que visitamos en nuestro periplo gastronómico festivo por León, con la grata compañía de los los fotógrafos Mateo y Mónica.

Aunque es el último local que os traemos fue el primero al que fuimos nada más llegar a la provincia de León. Es más llegamos casi a las 23:30 al local, hora a la que no me gusta ir para nada, es demasiado tarde, pero el viaje y un par de retrasos que no estaban previstos, nos hizo imposible llegar antes. Lo que realmente me sorprendió fue el trato que nos dieron. Estaba un matrimonio, bastante entrado en años, pero con unas ganas, con una sonrisa y una paciencia de la que muchos jóvenes deberían aprender.

Divido en varios comedores fue creado en el año 1979, era una bodega antigua dentro de la montaña, utilizada para elaborar y conservar el vino. Merece la peña que lo conozcáis pues es realmente bonito el local, donde se pueden observar prensas de vino y utillajes que se utilizaban en aquella época. Se encuentra en C/ Manuel Cadenas en Valdevimbre.

Muy amablemente nos acompañan a la mesa y  como muchas veces hacemos pedimos todo para picar.
La fiesta empezó con:  Plato de embutidos, un más que generoso plato a base de lomo, cecina, chorizo y salchichón.

Fuente de pimientos asados en casa: Espectaculares de sabor, realmente sabrosos

Tortilla guisada: En su punto, buena textura, rica, para repetir.

Chorizos asados al vino: Para quitarse el sombrero, teníamos miedo de una mala noche con el reflujo, pero para nada, unos chorizos realmente apetitosos.

Chuletillas de lechazo: En muchos locales se echan de menos unas chuletillas como estas, de palo, con sus patatas para comerlas con las manos y disfrutar como un enano.

Cañas caseras: Difíciles de mejorar, muy bien fritas, y una crema pastelera que pocas veces he tomado tan buena.

Tabla de quesos: Una vez más una ración generosa de buenos quesos de la región para darle buen fin al vino que pedimos que fue:

Carroleón Prieto Picudo Crianza del 2008, Ankabri ya os habló de él aquí, y yo ratifico lo escrito por él, apuntando que acompañó realmente bien a toda la cena.

Restaurante Cueva del Túnel, con un trato realmente para sentirte en tu casa, no dejéis de ir por allí y disfrutar de una comida casera, rica, sabrosa y abundante.

Taberna La Piconera en León, para pasarlo bien

Foto de minube.com

 Empecemos por pedir disculpas, puesto que me siento bastante vago, tengo varios post por publicar y aunque no es que tenga mucho que hacer, me cuesta el momento de sentarme y ponerme a ello. Por ello las disculpas, a todos vosotros y en especial a Minniky y Ankabri por su paciencia.

La visita a esta taberna fue la antesala de la noche en la que algunos decían que tenía poca vida interior cuando fuimos a la Venta del Perro (aquí) Así que el día tuvo mucho de interesante.

La Taberna Piconera se encuentra en la Plaza Santa María de León, aunque todo el mundo a la plaza la llama Plaza del Grano, no entiendo a veces la cabezonería de los ayuntamientos de no llamar a las calles como lo hace la gente, en fin eso es otra historia.

La piconera es la mujer que se dedicaba a recoger los pipos de las aceitunas para venderlos para hacer lumbre en los braseros de las casas y así calentar los días de invierno. En honor a ella tienen un cuadro en el local del  pintor Julio Romero de Torres de La Piconera que así lo atestigua y la portada de su carta es el mismo cuadro.

Esta es su felicitación de este año

Local con varias mesas en terraza, amplia barra donde picar y tomar una más que buena selección de vinos por copas, y a la izquierda varias mesas con un comedor al fondo. Somos 5 para comer y pedimos todo para picar, puesto que la carta invita a ello, aunque es mejor decir que nos dejamos aconsejar, puesto que gracias a los fotógrafos Mónica y Mateo, conocidos del cheff, este tuvo la amabilidad de salir a saludarnos y ofrecer lo que íbamos a comer:

Empezamos con croquetas de cecina: Generosa de ración y unas croquetas de gran tamaño, jugosas, nada pastosas, en su punto de fritura y de gran sabor.

Tomamos unos mejillones en salsa piconera que estaban buenísimos, para mojar media barra de pan.

Seguimos con mollejas a la plancha, espectacular, con un refrito por encima maravilloso, unas mollejas que aún tenemos en mente, si algún día volvemos por allí fijo que pedimos una ración. Realmente apetitosas.

Y una parrillada de carne, realmente rica, con dos salsas para acompañarla que combinaban muy bien. Todo un acierto.

Para beber dos botellas de tinto, la primera  Viña Cezan 2010 Prieto Picudo, bien pero sin mucho misterio la verdad. Y la otra Un Losada, este último si que estaba espectacular y más aún con la carne.

Como no podía ser de otra forma pedimos postre:

Pudin de castañas del bierzo, no estaba muy allá, apetecible pero sin más.

Y también Cañas de Carballiño, estas últimas estaban ricas, bien fritas, y con una crema muy suave.

La verdad que fue una experiencia entretenida y para repetir.

Taberna La Piconera, para picar y divertirse.

La Venta del Perro, para comer y buscar vida interior

Fachada, sin cartel, ni luz.

 Aquí ando otra vez, debería escribir más, aunque también debería salir más, o no, pero como hoy os traigo un local diferente, pues es difícil empezar a escribir. Ya fue difícil ponerle el título, pero salió de una conversación en la mesa con los que tuve el placer de compartir, mantel (de papel) en este local. Me dijeron: “a ver como explicas este local, lo tendrás difícil porque tienes poca vida interior”. Y va a ser que es cierto, vida interior para que, mejor tenerla exterior, y en esta mierda de crisis inventada, ocasionada y mantenida por los bancos, tengamos vida exterior, para desparramar y dejar salir las pocas neuronas que nos quedan. Así que allá voy, a hablaros de La Venta del Perro. Lo complicado es situarle dentro de los locales de hostelería y voy a decir que es una casa de comidas y cenas. Donde comer y cenar poco más de lo que hoy os traigo. Sin cartel, sin luz en la entrada, donde te atiende un matrimonio ya entrado en años, pero muy entrado en años, ya casi saliendo. Aspecto del bar del pueblo con una barra alta, para los antiguos, yo casi no llego a ella. Antiguo, pero limpio. Gente mayor pero con una amabilidad para quitarse el sombrero y mucho más. Encima, alegres por verte entrar, con el clásico cliente sentado al lado de la barra, mirando la televisión (por supuesto no plana, de las de antes) leyendo el periódico, sólo le falta el cigarro de liar, o el celtas, que seguro lo lleva en el bolsillo. Sientes volver al pueblo, cuando entrabas en el único bar que había, la mente se me va estilo Hommer Simpson. No se por qué, pero me sentí más a gusto aquí que en el último dos estrella michelín que estuve, o sí sé por qué, simple naturalidad, sin chorradas ni tonterías, comer, alimentarse, zampar y pasarlo bien, y dejar fuera problemas, estress, ansiedades y demás cosas que sólo sirven para joder la vida interior de uno.
Y basta ya de rollos, se acerca la señora y nos dice lo que tiene pa cenar y pedimos casi todo al centro y comienza el baile:
Ah, se me olvidaba, eran las 11 de la noche y pocas veces me sentí tan bien recibido, salvo en otro local que en breve os contaré.

Detalle del comedor

Cesto de pan de verdad, nada de precocido ni historias, de esas bollas que en dos días aún no se ha puesto reseso (como dicen en Galicia):

Tabla de embutido, ahí tenéis: jamón, queso, chorizo, lomo, a cada cual mejor, aunque tengo que hacer punto a parte del queso…. No me llegó el pan.

Pulpo: Espectacular tabla, pimentón y aceite de lujo, con un punto de cocción sólo superado por Minniky; sin palabras

Callos: Juer con los callos, pedimos otra y pantoprazol para el estómago, y más pan. Con ese puntito picante, uno de los mejores callos que he probado nunca.

Ensalada de bacalao: Me equivoqué, el otro plato que tenían era Bacalao estilo vizcaína y yo elegí la ensalada, para olvidar la verdad.

De bebercio, pues Sangría, y birras, es que ni vino me apetecía pedir. Genial de verdad, el precio de risa ni os lo digo, ir vosotros… Si lo encontráis y nos contáis. Una pista La Venta del Perro está en San Justo de la Vega, cerca de León.

Venta del Perro, donde empecé a preguntarme, qué es la vida interior.

La Parada de New Mountain: Visita que quiero contar

Es curioso que haga dos entradas de un local, y más de este tipo, no hay mantel de tela, no hay plato de pan, no hay una carta de vinos para entretenerse en leer, pero si hay amabilidad, cariño, y ganas de que estés un rato alegre, para beber, Estrella Galicia, o una Raquera de Cantabria. Para comer, pues un plato combinado, unas raciones, sandwiches y las hamburguesas de las que ya hablé aquí. Pero uno se siente a gusto. Es por eso que cuando volví por este local, en uno de mis viajes. me senté con mi estrella y empecé a picar. no pude dejar de pensar en escribir esta entrada. Porque me gusta y se lo merecen. Si un día no sabéis donde tomar algo rápido, pero rico y agradable, no lo dudéis La Parada de New Mountain seguro os gusta.

Mejillones en salsa

Morcilla

Albóndigas

Sandwich New Mountain

Local divertido y que todos deberías conocer para tomar una cerveza, o lo que os apetezca. Esta gente se lo merece, pues es difícil encontrar unas sonrisas detrás de la barra, y una alegría que transmiten al cliente.

Bodega Losada, en el Bierzo, visita aséptica

Dentro de mi escapada por la provincia de León, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar alguna bodega. En este caso tuvimos la suerte de ser invitados a conocer Bodegas Losada.
Diseño moderno, justo en frente del gran yacimiento Castro de la Ventosa. Yacimiento arqueológico que hoy en día se intenta recuperar.
Nos recibieron muy amablemente, y directamente nos llevan al lugar donde se introduce la uva.

 
Una gran nave, en donde se encuentra la parte superior de los depósitos de acero inoxidable, la línea para la selección de uva, la despalilladora y una pequeña prensa.

Esta nave, así diseñada, les permite trabajar siempre por gravedad, consiguiendo dañar lo menos posible a la uva. Tampoco exprimen demasiado a las cepas, nos cuentan que en el viñedo del Losada obtienen 5000 kilos por hectárea, Los de Altos de Losada la producción baja a los 4000 kilos, y en la Bienquerida apenas llegan a los 3000 kilos por hectárea.
Tienen 8 hectáreas de viñedo propio, pero controlan 65. Ya sabéis
diciendo a los propietarios cuando podar y como controlar el viñedo
según sus propias indicaciones. Nos cuentan lo de siempre, la recogida de la uva en pequeñas cajas, la selección  manual, despalillado, pequeña prensa y al depósito. Nos hacen un apunte con el que nos quedamos, y es que están realizando unas pruebas con la uva garnacha tintorera. Nos quedamos con las ganas de probar algo de ese experimento.
Bajamos por una escalera que nos conduce a la sala de depósitos de acero. Nos recalcan bien los remontados periódicos que hacen, la investigación y utilización de levaduras autóctonas. Todo dentro de una limpieza impecable.
Tienen depósitos de diferentes capacidades: Los de 20000 donde fermenta la uva para el Losada

los de 5000 donde lo hace la que irá destinada para el Altos de Losada

 y los de 3000, donde tiene lugar la fermentación de su maravilloso La Bienquerida.

Pasamos por la embotelladora de la que no nos contaron nada:

Después llegamos a la típica sala de barricas, donde nos cuentan que controlan hasta el eco, para evitar cualquier tipo de vibración que pueda perjudicar al descanso del vino.

Subimos al mirador, donde las vistas de viñedos y del Castro de la Ventosa son maravillosas,

y bajamos a la sala de cata. Nos gustó mucho esta sala, muy luminosa, con luz blanca, la verdad pocas salas tan adecuadas para la cata como esta hemos encontrado.

Y catamos el Losada del 2009, que encontramos excesivamente lácteo, con falta de botella, pero muy rico y apetecible. Ese lácteo después de media hora de oxigenación ya se perdía y aparecían los aromas a fruta normales del Losada.
También abrieron un Losada 2008, que nos pareció más redondo que el anterior. Eso sí, creo que el 2009 va a ser mucho mejor que el 08, pero es una sensación nuestra, aunque con el tiempo veremos si tenemos razón.
Y por último un Altos de Losada 2008, previamente decantado, estaba genial. Para nosotros este vino es el que marca lo que es Losada. Equilibrado, potente, pero fácil de beber.

 
Y esto fue todo, como apunte y explicación del título diremos el por qué denominamos a esta visita como aséptica. Y es por la impresión que nos trasmitieron. Nos trataron genial, pero fue una visita más, con poco misterio, donde nos quedamos sin probar su Bienquerida, entiendo que no había ninguna botella, que estaba agotado, pero bueno, a nosotros nos gusta probar de las barricas, de los aceros, y eso no ocurrió. Nada nuevo, nada diferente. Una visita interesante, pero sin misterios, sin una botella para casa, aunque si un grato recuerdo.

Losada, vinos de finca, a la espera de que Ankabri prueba la botella de La Bienquerida que tiene en la cava de su casa: esto es to, esto es todo amigos.