Estamos de obra, y cuando nooooo. Todos los años el local necesita un lavado de cara, arreglar salones, baños, vestuarios, office, habitaciones. Y si en una casa toda reparación vuelve loco a cualquiera, en un local público vuelve loco a todos, a los empleados, a los clientes, proveedores, no se salva nadie.
Dentro del ruido (al que no estamos acostumbrados), la suciedad también rompe la rutina, y es en una de esas, cuando estamos hablando con la gobernanta, que baja la camarera de pisos, muy alegre ella, y le dice a su jefa:
– Ya tenemos lista la habitación, ya se puede usar.
Y la gobernanta quiere estar segura:
-Pero ¿Ya está toda limpia, pueden entrar los clientes?
Y la camarera se pone seria y le dice
– Toda, toda no, pues no nos ha dado tiempo a mover los armarios empotrados……….
Zascaaaaaaaaaa, pobre mujer se puso nerviosa ante la pregunta de su jefa, fue tal nerviosismo que yo creo que si insiste sube y mueve esos armarios empotrados:
Un saludo y hasta la próxima. A esto ha sucedido hace una semana nada más 🙂
Foto de: blogociologico.blogspot.com |
Nada peor que un jefe preguntando insistentemente, si estás seguro…
Esas cosas con la ayuda inestimable de un equipo de rugby tienen arreglo…
Daninland: hay veces que se pregunta demasiado la verdad.
Bruno: Estaría bien hacer de vez en cuando una melé a la hora de ir a preguntar 🙂
Si quieres mover lo inamovible…nada mejor que un paquete de delanteros debidamente "motivados"! 😉
Supongo que esos delanteros serán de rugby no de fútbol no? Jejeje