Corría el año 2015 cuando conseguimos tener en nuestras manos la botella 001/600 de este maravilloso vino. En su época os lo contamos aquí.
A día de hoy muchas cosas han cambiado, excepto lo que yo siento por Miriam y Asier. Es probable que casi no nos veamos, pero el cariño que siento por ellos sigue igual, y ver cómo va creciendo su proyecto es algo que me encanta. Para mi son AMIGOS y me lo han demostrado muchas veces. Se que volveremos a compartir maravillosos momentos, estoy seguro de ello.
Entre botellas, corchos y ley de la atracción cayó a mi regazo esta botella, y pues que aquí os cuento lo bien que me sentí abriéndola, recordando esas historias del esfuerzo titánico que han hecho por sacar adelante este proyecto.
Moscatel de Málaga pero reposado en Cantabria. Con un color que cada vez que pongo la copa sobre el mantel veo los depósitos de la bodega, las manos de esta pareja y su sentimiento de creación de un vino mágico. Con una nariz maravillosa, bien se dice que el olfato te lleva a anclajes de la mente, y yo los tengo claro, cada vez que huelo este vino mi mente se llena de alegría y sentimientos de amistad, equilibrio, sintonía, y risas compartiendo mantel. En boca está más que rico, con la acidez que gusta, con mimo del paladar. Pues sabéis??? que no escribo más, me voy a terminar lo que me queda de la botella, pero este es un vino que debe estar en todas las barras y cartas que se precien de tener vinos más que interesantes.
Graciñas Asier y Miriam, siempre, siempre, siempre estáis en mi corazón.