Como nos gusta eso de juntarnos y poder compartir vino entre amigos. Y más aún cuando esos vinos vienen de Parte de Carlos Fernández. Bien sabéis que esta bodega para nosotros es muy importante, me han demostrado en muchas ocasiones que son amigos, y eso tiene un valor incalculable para mi.
No sé si recordaréis que ya hicimos una vertical hace ya varios años. En Marzo del 2013 y esa cata fue algo genial. Os dejo el enlace de la misma aquí.
El lugar elegido para esta maravillosa e irrepetible Vertical fue el Trebol de Cueto. Y la verdad que nos atendieron de maravilla.
Ante todo quiero dejar claro que la idea de este vino es para su consumo rápido, no más allá de dos años. Elaborado 100% con tempranillo y con un ligero paso por barrica. Pero desde siempre yo he dicho que este vino envejece muy bien y hoy lo henos corroborado sin ninguna duda.
El Primavera 2014: el más joven, por eso empezamos por el, con su fruta, algún toque lácteo, la verdad que llena la boca y te la prepara para poder disfrutar de unas rabas de peludín y magano que estaban riquísimas
El Primavera 2013: La cosa empieza a ponerse interesante, aunque estamos todos de acuerdo que le falta tiempo, que hay que dejar que respire. Increíble, 4 años y aún tiene que respirar. Cuando volvemos a él pasada más de una hora, empieza a decir aquí estoy yo, vino de Labastida, sabe y huele a Rioja, como todos sus hermanos. Si señor. Y vaya pulpo que nos zampamos con él.
El Primavera 2012: Hay amigos, flipamos, según vamos retrocediendo en el tiempo la cosa se va poniendo mejor. Qué nariz, también necesita abrirse un poco pero está bueno. Y las Verdinas con almejas fue un visto y no visto de ricas que estaban.
El Primavera 2011: Para la mayoría de los que estábamos zampando y tragando fue el mejor vino, yo al final no estaba de acuerdo, debo ser el raro de la familia. Pero no dejo de darme cuenta que este vino es una pasada. Y encima aún me quedan botellas en casa de él. Carlos me comentó que la única diferencia con los demás es la añada. Untusoso, graso, largo, desapareció la botella oye… Y pedazo albóndigas de bonito que nos sirvieron.
El Primavera 2010: Y seguimos alucinando se pone todo más interesante, mas serio, mas vino. Pero cómo puedes tener 7 años y estar así de vivo, con acidez de la que aún va a hacer que envejezca mejor. Si señor que bueno Carlitos. Eli nos puso Carrilleras con puré de pimiento que aún tiemblo de gusto al recordarlas.
El Primavera 2009: En la entrada del blog de la cata anterior esta fue la añada que ganó. Pero hoy le tengo que dar la razón a Carlos y decirle que el 2008 fue el mejor. Pero este estaba a un nivelazo increíble. Esa compota, se va abriendo, nariz y vuelta a beber, y vuelta a nariz, no cansa. Genial y con el codillo de cerdo subió aún más el nivel.
El Primavera 2008: El mejor, para mi el ganador, 9 años y esto está para tirarse a rolos de gusto. Increíble, si señor Carlos, para mi el mejor Primavera que he tomado en estos más de 10 años que nos conocemos. Y encima la armonía que le pusimos fue de las duras. Dos formas de hacer torrijas. Peleó de tu a tu con el postre y salió más que airoso. Una auténtica pasada.
Quiero ser pesado y volveros a recordar que este es un vino de semi-crianza, que en teoría no está hecho para envejecer pero que el paso de los años le vienen más que bien.
El Primavera, tinto de Bodegas Tierra. En la Rioja Alavesa, en Labastida. Realmente de lo mejor que conozco. Gracias amigos por habernos hecho disfrutar de esta manera. Y una vez más, gracias a El Trebol por su buen hacer.