Etiqueta: Gags en la vida de un camarero

Y ya van 19, como pasa el tiempo la verdad 🙂 y todos los gags que aún faltan por contar; pero a lo que vamos, el que hoy os traemos:

Pongámonos en situación: Un camarero solo de turno, para atender todo lo que pueda venir, mucho o poco, la tarde se va complicando, o mejor sería decir que el día ya se iba complicando, porque se va facturando y para la empresa parece que cada vez se pierde más dinero. Se factura más, se quitan manos para trabajar, y se pierde más dinero, que me lo expliquen, pero en fin, está así montado de momento.

Este camarero, es de los grandes, gran profesional, para mi vital, sin el mi trabajo no saldría igual, indispensable. Dentro de sus responsabilidades, colocar el lugar de trabajo como mejor le parezca, con displays de vinos y botellas donde el crea más oportuno para desarrollar el trabajo, sea más cómodo, y encima que quede bien de vista al cliente.

A lo que vamos, en una de esas llega a la barra un cliente y le pide un Jameson,

el se gira (pues detrás de la barra hay una pequeña exposición de licores, llamémoslos selectos) mira las botellas y no ve esa marca de whisky, llama a un colega del local de al lado por si le puede dejar una botella, pero tampoco tiene, con lo que llega el amargo momento en decirle al cliente que no tenemos ese whisky en concreto. El cliente le contesta que no hay problema, que se tomará un GlenMorangie (whisky de malta de 10 años), este gran camarero se da media vuelta, y no ve la botella, le parece raro pues sabe que sí teníamos, llama al local de al lado por si acaso ellos se llevaron esa botella y nada, que no aparece, no puede ser, por favor, y después de 10 minutos de espera, va donde el cliente a decirle por segunda vez que no tenemos esa marca. Este gran profesional se siente enfadado, frustrado, no le gusta decir que no, encima el está convencido de que tendría que haber. Pero en fin, va donde el cliente…

Camarero – Me va usted a perdonar, pero no tenemos tampoco ese whisky, lo siento mucho.
Cliente – No se preocupe, no pasa nada, pero entonces me puede decir que marca es este whisky que está en la barra enfrente mio???…

…………….. Zassssssssss, pues si, es una de esas botellas que el había colocado en mitad de la barra, junto a unos caramelos, para no dejar la barra vacía, para que quede bonito, para…. pues para servir una copa si te la piden, y si, era GlenMorangie, ese malta tan rico que el cliente había pedido.

Podéis imaginaros lo que tardó nuestro gran camarero en que se le quitaran los colores.

Un saludo y en breve algún Gag más caerá.

Nuestro querídisimo amigo y compañero, artífice del Gag del aceite (el enlace aquí por si no lo habéis leído) es también el creador de este nuevo Gag.
El tema es un día más de mucho trabajo, las prisas por el pasillo, corriendo hacia la cocina (porque nunca se puede correr en la sala delante del cliente) al lado del pasillo hay unas escaleras por las que bajar a vestuarios, almacen y demás. El cliente pide algo que no está a mano y este gran profesional baja al almacen, como no, corriendo, sudando, y en esas, por las escaleras, se patina, y se dobla el tobillo; pide ayuda a gritos y le digo:
YO: oye …. que te ha pasado ???
El: Me he torcido el tobillo y me duele mucho, llama por favor, rápido a…

RADICAL MEDICAL.

Apaaaaaaaaaaa

El y sus cambios de nombres jejejej. Me da que se refería a Rapid Medical, la empresa con la que tenemos contratado en casos de urgencias, jejejej. Los nervios una vez más, le hicieron equivocarse.

En breve volveremos con otro Gags. Saludos

Bueno, este Gag que hoy os traigo, es la demostración de una agilidad de cerebro bastante considerable. Y más aún de un gran profesional, que aguanta como un León, las vueltas que el cliente listillo de turno le hace dar. Y su contestación es muy inteligente sin lugar a dudas, vamos a ello:

Barman: Buenas noche señor, ¿Qué le apetece?
Cliente: Una caña de cerveza bien tirada.
B: Aquí tiene, ¿Algo más?
C: Si, ¿tendría unas patatitas fritas¿
B: Si, Claro que sí.
Se lo sirve, siempre como no, con una sonrisa y se da media vuelta;
C: Oye, oye, ¿Tendrás unos cacahuetes?
B: Si señor, ahora mismo se los traigo.
Una vez puestos los cacahuetes el cliente le dice:
C: ¿Tendrás aceitunas?
B: Si, ¿Cómo las quiere, rellenas o con hueso?
C: ¿No las tendrás de esas machacadas verdad?
y con una mirada firme, una sonrisa de oreja a oreja le contesta:
B: Pues no señor, mire usted; tenemos carta de vinos, carta de aguas, carta de cervezas pero de aceitunas no, así que rellenas o con hueso…………

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Zascaaaaaaaaaa, en to la boca y con elegancia, algún año os podré decir quien tuvo la agilidad para contestar tan bien.

Un saludo y hasta el próximo Gag

Como podéis imaginar el trabajo que lleva exprimir las naranjas es considerable, pero la calidad, casi siempre tiene un precio.
A lo que vamos, son las 9 de la mañana, el Hotel bastante animado de gente, y claro el zumo es un éxito, siempre lo ha sido la verdad, y allá que va el señor, se sirve una copa, y mientras se dirige a su mesa lo va probando, y le gusta tanto que antes de llegar ya se lo ha terminado, se da media vuelta, se sirve otro vaso y casi se lo toma de un trago, se sirve el tercer vaso y…….

-¿Oiga! ¿Se va a beber el zumo usted solo? …………………………………….

Eso le soltó el camarero ni corto ni perezoso jejejeje. Se ve que se le olvidó que era buffet, y como si quería tomarse toda la jarra, aunque más bien pensó en los kilos de naranja que hay que exprimir para conseguir 1,5 L. de zumo.

Un saludo y hasta el próximo gag.

Empezamos a preparar la mise-en-place, es decir que cuando uno llega al comedor comprueba que está todo lo necesario para el servicio, cubiertos y copas repasados, todo limpio, y un montón de cosas más. Entre entradas y salidas al office, notamos que una de las puertas chirría demasiado y avisamos a mantenimiento para que lo arreglase, pues es muy incómodo estar comiendo, y que a cada salida de los camareros de cocina la puertecita con su chirrido que al final te rompe los tímpano. Pues bien, nuestro querido compañero vino, miró la puerta, le dejamos hacer y después de un rato, nos dijo que ya estaba, y efectivamente fuimos y comprobamos que no hacía ruido. Al poco un camarero (el siempre con una retranca de envidiar) me dice:
– Oye maître, me estoy quedando sin fuerza, cada vez me cuesta más abrir la puerta.
La verdad, que me reí y seguí con lo mío, hasta que fui a abrir la puerta y no había forma de moverla, ???
Llamamos otra vez a mantenimiento y cuando subió a comprobar lo que pasaba, miró el bote de grasa…..

Era cola de pegar madera de primera, ZASCAAAAAAAAAAAAAAA.

No os podéis hacer una idea lo que costó volver a hacer que la puerta volviese a funcionar otra vez bien. Eso sí cada vez que hacía chirrido nos costaba mucho avisarle, y cada vez que el hombre llevaba un bote, le decíamos si había mirado bien la etiqueta. Es hoy el día que el vacileo le dura. ejejejej

La puerta en cuestión 🙂

Nos vamos al año 1984. En esa época no existían aún los Menú Degustación. En el restaurante donde yo empecé, con el ya desaparecido Victor Merino. Este hombre por aquella época ya vio lo que era los degustaciones, y en sus restaurantes empezó a aplicar lo que el llamó: Menú Largo y Estrecho. Lo que fue la antesala de los degustaciones.
La diferencia que no ponía de que se componía el Menú, con lo que al final cada día el menú era diferente. Como podéis imaginaros todo el mundo preguntaba de que se trataba ese Largo Y Estrecho, pensad que fue el primero en Cantabria en hacerlo, no se había visto antes. De echo durante mucho tiempo la gente a los degustaciones les decía:
– Ah si como el Largo y Estrecho.
Pues bien, en una de esas nuestro queridísimo amigo …. El 2º maître de la desaparecida “La Sardina de Plata”, va a tomar comanda a una mesa, y como era de esperar los comensales le preguntan:
– ¿En qué consiste el menú largo y estrecho?
y el todo serio, como no podía ser de otra forma contesta:
– Es una variedad de varias cosas variadas………………

Y tan fresco que se quedó, y ante tan brillante explicación los comensales pidieron nuestro famoso Menú Largo y Estrecho.

Un saludo y otro día otro gag 🙂

Foto de www.mulecarajonero.com

Estamos de obra, y cuando nooooo. Todos los años el local necesita un lavado de cara, arreglar salones, baños, vestuarios, office, habitaciones. Y si en una casa toda reparación vuelve loco a cualquiera, en un local público vuelve loco a todos, a los empleados, a los clientes, proveedores, no se salva nadie.
Dentro del ruido (al que no estamos acostumbrados), la suciedad también rompe la rutina, y es en una de esas, cuando estamos hablando con la gobernanta, que baja la camarera de pisos, muy alegre ella, y le dice a su jefa:

– Ya tenemos lista la habitación, ya se puede usar.
Y la gobernanta quiere estar segura:
-Pero ¿Ya está toda limpia, pueden entrar los clientes?
Y la camarera se pone seria y le dice
– Toda, toda no, pues no nos ha dado tiempo a mover los armarios empotrados……….

Zascaaaaaaaaaa, pobre mujer se puso nerviosa ante la pregunta de su jefa, fue  tal nerviosismo que yo creo que si insiste sube y mueve esos armarios empotrados:

Un saludo y hasta la próxima. A esto ha sucedido hace una semana nada más 🙂

Foto de: blogociologico.blogspot.com

No me cansaré de decir, la suerte que he tenido muchas veces de trabajar al lado de grandes profesionales, quizá no muy conocidos fuera de este mundo pero trabajar a su lado ha sido, y es, una auténtica gozada. Pero eso no quita para que a veces, dado el estress del momento, se metan gambadas de las guapas, de esas con las que empezó este apartado, el de los gags en la vida de un camarero.
En esta ocasión, el camarero estaba en desayunos, ese día el hotel lleno, con un congreso de altos directivos de una gran empresa de España, bajando todos a la vez a desayunar, y un dato, esos 22 altos directivos, todos pedían aspirinas, curioso pero cierto. En un momento dado, pleno de curro, llega uno de esos directivos a la barra y le pide al camarero en cuestión, una de sus aspirinas. Este abre el cajón, y saca las primeras aspirinas que pilla, y ve que no hay más, el directivo le dice que parece una aspirina diferente (el camarero piensa “como para ir hasta recepción ahora con la mierda que tengo encima” ), y este gran camarero le contesta totalmente serio:
-Son las mismas, es que han cambiado el formato.
-¿Las mismas, diferente formato?
– Si señor así es.
Y el directivo le pide que le deje la caja:
Y esta es la caja:

El Directivo le mira fijamente y le dice:
-Mira-mira Listillo, ve a recepción y traeme aspirinas para hombre, que lo de infantil lo pasé hace muchos años.

Zascaaaaaa, :)-:)-:)

Muy buena si señor, eso pasa a veces cuando te inventas respuestas para evitar, lo inevitable, andar unos cuantos metros para buscar lo que el cliente realmente quiere, y este no quería aspirinas infantiles, aunque hallan cambiado el formato ejejejej.

Espero os halla gustado.