A veces le meten a uno en buenos berenjenales, vas a tomar una birra y te encuentras cenando con varias personas y encima no conoces a la mitad de ellos. Llega el momento de pedir el vino y te dicen: elige tu que eres el que entiende. Y ahí estás buscando un vino, que te guste, y que creas que le puede gustar a gente de la que no sabes nada, y de paso, ya que estamos, pues intentar probar algo que no conozcamos. El dilema ¿Pido lo que realmente pediría para mi, o mejor algo ajustado de precio aunque interesante? Pues me decanté por la segunda opción, dado que entiendo no todo el mundo está dispuesto a pagar 30€ por una botella de vino en un restaurante, aunque el local sea de los que ajustan bastante los precios. Así que en nuestras manos nos encontramos con este Guímaro joven Mencía del 2014.
Etiqueta: Guímaro
Vino Tinto Guímaro Finca Capeliños 2011: Sabe, huele, respira a Galicia
Una vez más estamos encantados de tener amigos como el Demente Daniland, ese al que echamos tanto de menos en la red, pero del que tenemos suerte de compartir, charlar, zampar y tragar a la mínima ocasión que surge. También intercambiamos un montón de cromos, en este caso nos pasó este Guímaro Finca Capeliños 2011, su último descubrimiento de la última vez que le vimos. Hace poco nos lo volvimos a cruzar y nos tiró una botella de champagne realmente espectacular y de la que en breve os contaremos sensaciones y demás.
Elaborado en la D.O. Ribeira Sacra por la bodega familiar Pedro Manuel Rodríguez Pérez. LLeva un 85% de mencía y el resto sousón, garnacha, caiño, parece un secreto difícil de descubrir ese 15% restante, nosotros apostamos por algo de Brancellao, y quizá espeadeiro, eso sí las uvas son de más de 90 años y el vino reposa unos 14 meses en barricas.
Color potente, alto, nariz muy compleja, balsámicos, fruta, vainilla, pimienta, torrefactos. Al estar comiendo y catando, dando vueltas a la copa es Minniky una vez más quien lo identifica a la perfección diciento que sabe, huele y respira a Galicia, ella es la que dice que no es un mencía al uso, pues los que nos conocéis sabéis que ella la mencía no le llama mucho, y este Guímaro Finca Capeliños le llamó muy bien. Es sutil, amable, valiente, con potencia. Acidez y barrica ensambladas, equilibrio, y una vez más pedimos la botella de litro porque esta de 750 no da ni para empezar. Encima acomapañando a un pulpo de los que hace Minniky, es cuando tocamos una vez más el placer de la armonía, del relax, del disfrute.
Guímaro Finca Capeliños 2011, una pasada de vino, de la misma bodega donde sale El Pecado de Raúl Pérez, pero dejad que os diga que nos ha gustado muchísimo más que El Pecado. Un vinazo, para disfrutar y con mucha vida por delante. A partir de mañana intentaremos que esta gente esté en Apertas Do Viño 2015, porque saben hacer el vino que a nosotros nos gusta.
Os hemos hablado también del Guímaro Mencía 2014 aquí.