Restaurante Gelín de Nueva Montaña visita obligada

Hoy os traigo un local más que interesante en Santander es Restaurante Gelín de Nueva Montaña visita obligada sin lugar a dudas.

Esta casa es mucho más que un Restaurante, es parte de la historia de la ciudad, de la región y del mundo de la gastronomía.

Han pasado más de 60 años desde su inauguración y aquí sigue la familia al pie del cañón.

Me encanta ir de vez en cuando y ver las mismas caras en el personal, algo que es un claro indicativo que cuidan a su gente, como debe ser.

https://restaurantegelin.es/

Un personal que desde que entras por la puerta ya te están recibiendo con alegría, da gusto así.

También he de decir que me siento muy a gusto cada vez que voy, son ya mucho años de relación pero es un lujo el trato, y luego la calidad de su producto sublime.

Hoy fuimos 3 a comer y se apuntó otro más a los postres.

No se si llamarnos los 4 jinetes del vino o los 4 locos de la uva, pero cada vez que nos juntamos los vinos que se abren es digno de publicar sin duda alguna.

Además Gelín nos permitió llevar alguna botella así que vamos a contaros la maravillosa aventura que pasamos en este Restaurante.

En la barra mientras esperábamos al 3º pedimos un Riesling para abrir boca.

Markus Molitor 2020

Me gustan estos Riesling, acidez muy equilibrada, con cuerpo, y entrada muy agradable, desapareció la botella enseguida y pasamos a la mesa.

Nos dejamos aconsejar así que empezamos con un tomate de los que yo llamo de verdad, sabor, rico, buena carne, toda una pasada, esto es calidad suprema.

Abrimos dos blancos a la vez, dos gallegos, dos del 2015 y a jugar.

Quinta de Couselo Selección 2015

Tricó 2015

Solo voy a deciros que según cogían temperatura cada vez estaban mejor ambos muy buenos sin lugar a dudas.

A mi me gustó más el Quinta de Couselo pero creo que me dejo llevar por mi amistad con Nolo XD.

Tomamos unas almejas que estaban a un nivel máximo, con una salsa que nos comimos todo el pan haciendo barquitos, que buenas por favor.

Nos sacaron un arroz negro que hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un plato de esta manera, mira que me gusta el arroz pero esto estaba para tirarse a rolos por el suelo de rico.

Dimos antojo al vasco para que se tomara una nécora, por cierto no nos dejó probar ni una pata…

Abrimos una botella de tinto

Peña El Gato Garnacha de Rioja, lo he probado en varias ocasiones y siempre me gusta, ya sea el natural el de granito… me encantan los vinos de Sancha, es muy bueno.

De plato fuerte pedimos un Machote para los tres, nos lo trincharon y disfrutamos como enanos casi nos comemos hasta las espinas.

De postre Tiramisú

y Torrija

Precioso detalle en el plato que demuestra una vez que siempre en los buenos restaurantes se busca sorprender y agradar al cliente.

Pues habrá que poner algo de vino para terminar dulcemente así que…

Sauternes Chateau Lafont.

Me gusta como entra en boca, me gusta su acidez, y lo que más me gusta es su precio, muy bueno sin duda, es muy recomendable decantarlo (oxidarlo) para que exprese mucho más.

Gelín nos puso un Tokaji Disznoko

Muy bueno la verdad, me gustan también los Tokaji, a veces pienso que desgracia que me guste tanto comer y beber ¿verdad?

La verdad que fue una comida inolvidable, volveremos seguro y espero que sea antes del verano para disfrutar como enanos.

Sin duda alguna Gelín se merece que lo conozcáis, os va a encantar de seguro.

Ya sabéis disfrutad siempre que la vida es muy corta como para beber mal vino.

Restaurante Gelín Nueva Montaña id y nos contáis vuestra experiencia

Os dejo aquí su web para que la visitéis: https://restaurantegelin.es/

 

Restaurante Gelín: Cena Maridaje con Emilio Moro

Como bien sabéis estamos todos los Larpeiros algo liados con la nueva web, una app para volvernos locos y más historias, con lo que todos los que participamos andamos un poco idos para encontrar tiempo para escribiros todas nuestras experiencias gastrolocas, pero no os preocupéis porque algún siglo de estos nos pondremos al dia.

Bien, os traigo una gran cena maridaje a la que me invitaron hace ya un par de meses, pero que lo pasé tan bien que no podía dejar de traérosla aquí, allá vamos:

Empezamos la fiesta con Carpaccio de Rape Negro con Vinagreta de Bígaros, para acompañarlo Hito Rosado del 2015

Creo que no se podía empezar mejor, una carpaccio espectacular en todos los sentidos, unos bígaros (caracolillos) de un tamaño que hacia mucho no veía, todo el conjunto del plato maravilloso, regado con un aceite de gran sabor.

El rosado sabroso, 100% tempranillo con 6 meses sobre lías. Bonito color piel de cebolla, posee fruta, las lías se notan en nariz, está claro que el reposo en botella le vendrá muy bien, indicativo de ello es la acidez que posee, todo un bebé, para empezar una cena más que bien. Nos ha hecho que salivaramos, y nos ha predispuesto a pasarlo genial.

El segundo plato fue Arroz con Bogavante del País y Zamburiñas. Bebimos con ello un Emilio Moro 2014.

Creo que Gelín es uno de los mejores en cuanto a juntar arroz y marisco, y una prueba de ello es este arroz, en su punto, con gran sabor, grano suelto, con un fondo exquisito y el conjunto con esa zamburiña es todo un acierto.

El vino, pues que ya era hora de que Emilio Moro dejase la tontería esa de Crianza y demás historias. A ver cuando ya se nos mete en la cabeza que la coletilla crianza o reserva no va a hacer que tomemos un mejor vino. Este es un clásico ya de la Ribera del Duero, 100% tinto fino (que no tempranillo como le gusta dejar bien claro a Javier Moro) 12 meses en barricas de roble francés y americano al 50%. Rojo casi negro, frutal, con un toque de guindas en licor y ligeramente especiado. Rico de verdad.

El tecer invitado en esta cena maridaje fue Lubina al corte con salsa de almendras y ajo negro. El vino Malleolus 2011:

Pues qué decir de este plato, maravilloso, sublime, riquísimo, estaba tan bueno que me lo zampé y para ejemplo la foto que os pongo, la lubina desaparecida, bien sabéis que esto nos pasa a los Larpeiros a menudo.

Malleolus, donde el vino empieza a tener un significado importante. La propia palabra quiere decir Majuelo (viñedo pequeño). Encima una añada excelsa la 2011, se conjugan para traernos un vino donde el alcohol está ligeramente presente en nariz. Tiene 18 meses de barrica donde la tinto fino evoluciona. De suelos arcilla-caliza entre 25 y 75 años de edad. Balsámico, potente, robusto, aquí estoy en cada trago y trago disfrutando. Sabroso, un vino más que serio.

Un poco de carne no podía faltar: Pierna de Lechal rellena de rebozuelos y pistachos. Y para tragar Malleolus Valderramiro 2010

Qué bueno ese lechal, sabroso, con esas setas Rebozuelo (Cantharellus cibarius) armonizando muy bien, esa española acompañando al plato, pues que de milagro no se me olvida también hacer la foto. Pero qué bien cocina ese cocinero de Gelín. Yo quiero conocerlo sí o sí.

Valderramiro 2010, pago plantado en 1924 con una producción de 2500 Kg por hectárea. Son 4 hectáreas en vaso, para que esa tinto fino esté 18 meses en barricas, con una peculiaridad, la maloláctica la realiza en roble americano y luego es cuando reposa en el roble francés. Precioso color cereza madura. Mineralidad, contundencia, hablando sutilmente, con potencia y complejidad aromática, ensamblando sabores, aromas, todo un lujo poder beber Valderramiro siempre que se pueda.

Venga vamos terminando con Mousse de Quesuco Cántabro con frutos rojos bañado con Chocolate Blanco y su crujiente. Para beber Malleolus Sanchomartín 2010:

Sobroso, rico, ese mousse me comería 4 ó 5 pero sin inmutarme, creo que mi barriga estilo Hommer Simpson también saltaba de alegria y mucho más cuando metió en la nariz el Sanchomartín, me habría pispiado las 2500 botellas que producen de esa hectárea del pago que lleva su mismo nombre. Mira, paso de catas, este vino es para tirarse a rolos de gusto, está desde hace años en nuestro top para darse un homenaje cuando surja la oportunidad. Un auténtico orgasmo vinícola es este vino.

Hay vinos que armonizaban mejor que otros con los platos servidos, no quiero entrar en opinar esa opción, dado que es muy díficil hacer ese maridaje, solo quiero decir que disfruté como un enano.

Los vinos muy buenos servidos a una temperatura perfecta, en eso Gelín siempre tiene mucho cuidado. Pero es que tiene una gente en la sala para quitarse el sombrero, Gustavo y Juanjo, y una camarera que por desgracia no me se su nombre, la próxima visita espero solucionarlo. Pero qué grandes camareros sí señor, ellos hacen que vuelva, da gusto ver su sonrisa, y como te atienden profesionalmente, CAMAREROS con palabra mayúsculas y creo que los que me conocéis sabéis que sobre este tema entiendo algo.

Gracias a Daniel de Redamar, un abrazo muy muy fuerte, a ti y a tu hija y como no a tu mujer, siempre os llevo en mi corazón.

Gelín padre-madre-hija-hijo y casi el espíritu ese que dicen anda por ahí, gracias por todos los momentos que vivimos a vuestro lado. Espero sean muchos más.

Restaurante Gelín: Jornadas del Bonito Julio 2016

Hoy os quiero traer unas jornadas del Bonito que se han podido disfrutar en casa Gelín. Sin lugar a dudas un gran clásico de los fogones en Santander. Local que todos deberíais ir a conocer porque se está realmente de vicio.
Pero bueno a lo que vamos, no me quiero enrollar así que al grano:
Han creado un menú para 2 personas que consiste en:
Ensalada templada de Bonito escabechado de la casa:
Una ración generosa de láminas de bonito, sobre unas hojas de endivias, con un escabechado sublime, sabroso y muy difícil de mejorar. Toda una pasada de bien elaborado y de armonía.
Seguimos con:
Bonito marinado en tempura con soja y sésamo
Presentado en una cestita viene una tempura muy bien conseguida, en su punto perfecto de fritura, una buena soja y el sésamo, la verdad que para nuestro gusto se podría quitar, ni aporta ni entorpece, pero ese es un gusto nuestro.
De plato fuerte hay que elegir 2 platos entre:
Bonito encebollado
o
Bonito con tomate casero
o
Bonito a la plancha
o (y estos fueron los que elegimos)
Bonito a la calabresa
Una maravillosa salsa de pimiento verde, pimiento rojo, cebolla, tomate, aceite, todo muy bien ligado, con unos buenos trozos de bonito sabroso y muy jugoso. Todo un acierto.
y Tartar de Bonito
Está claro que no podíamos estar en unas jornadas y no pedir uno de los platos que más nos gustan. Punto perfecto de marinado, muy sabroso, yo le quitaría el sésamo (volvemos a gusto particular) el resto es un plato de orgasmo, ¡Cómo nos ha gustado!
El menú lleva el postre incluido con el que no pudimos. Todo ello de vicio de verdad, a un precio de 50€, La relación Calidad Precio es difícil de mejorar. La bodega no está incluida y nos pedimos un Tinto de Toro Acontia 2013 con 12 meses en barrica de roble español (de Navarra), muy rico, sabroso, de paso fácil de boca, elegante y amable con los platos que tomamos. Un acierto y seguiremos muy atentamente a esta bodega Acontia que está haciendo cosas más que interesantes.
Una experiencia maravillosa, la cocina muy bien, pero es que el servicio es de lo mejor de la región, amabilidad, alegría, profesionalidad, es un placer sentarse a disfrutar con esta gente. No os lo perdáis.