El pasado 7 de Marzo os hablamos del Vino Blanco Yenda Spicata 2017 (aquí) y creo que quedó claro que esta bodega es algo muy especial para nosotros. Y encima es que saben hacer muy las cosas. Con entrega, pasión y amor por la tierra, la vid y trabajar con honestidad desde el principio.
Hemos hablado de este vino en diferentes post, la añada 2014 (aquí), también os contamos nuestras sensaciones de la añada 2013 (aquí). Es curioso con lo que nos gusta este vino y esta bodega y que pocas veces hemos contado cosas de ellos.
Y a lo que vamos, estamos ante una Riesling que con el paso de los años va a más, a mejor, un vino cada vez más serio que debería estar en todas las cartas que quieran tener lo mejor de cada zona. Con una acidez que me encanta, como debe ser para que el vino viva en botella durante unos cuantos años. Mira que tenía guardado yo unas cuantas botellas de diferentes añadas para ver su evolución. ¿Qué habrán hecho con ellas? Mejor no saberlo.
Me encanta su precioso color amarillo, limpio, con reflejos verdosos que me llevan a ese viñedo a 500 metros de altitud que me encanta (recuerdo esas catas de depósito) Nariz cítrica y en boca me cuesta no tragarlo y moverlo por todo el paladar para apreciar que es largo, sabroso, untuoso, que está rico leñes. Así que yo de vosotros no dejaría pasar la oportunidad de probarlo cuanto antes mejor.
Vino Blanco Yenda Riesling, un blanco mucho más serio y con muchísimo futuro.
Ya sabéis que esta es nuestra opinión y que nos encanta leer las vuestras.