
Quiero deciros Hola en mi primera aportación a este blog.
Después de muchos años dándole vueltas a la cabeza por fin esta gente me ha liado para que escriba lo que pueda, así que ahí vamos. Aunque casi sin tiempo para poder dedicarme a contaros experiencias y demás, intentaré traeros aquí lo más especial de mis experiencias.

Hoy empiezo con lo que fue una cena fantástica realizada hace ya justo un año, pero por muchas circunstancias inolvidables. Fuimos dos personas a cenar, y he de decir que mi acompañante lo llevo en mi corazón todos los días. Benidorm para nosotros fue algo importante y nuestra amistad queda para más allá de cualquier circunstancia. Y el sabe que a pesar de todas las adversidades siempre me tendrá cuando necesite algo.

Vamos a ello: Estábamos pensando donde cenar y elegimos este restaurante, llegamos y desde la entrada las sensaciones fueron excelentes. No tengo palabras de agradecimiento para el buen hacer de su maître Manolo, pero si su atención fue genial, el trato que nos dio Sergio, su sumiller fue sublime, pocas veces me he sentido tan bien atendido por dos grandes profesionales un lujo de verdad.

Así que nos sentamos, nos dieron la carta y un aperitivo para beber, nos ofrecieron cava o manzanilla, y claro está elegimos las dos opciones. Y para cenar, pues para qué elegir, directamente el menú maridaje.

Recuerdo las palabras de mi acompañante “no me gusta el vino”, creo que esa frase no la ha vuelto a repetir.

Nos sirvieron diferentes tipos de pan, de ajo, integral, sal y aceite, claro está, de esto repetimos varias veces, que se le va a hacer.

Bien, empezamos con un Cava Adernats Brut Nature Reserva, suave, con buena acidez, sabroso y muy bien relacionado con el aperitivo de estos chips

Nos sirvieron Puerro asado con queso de cabra, haz de sepia y bacon e infusión de cítricos.

Cada uno de ellos muy sabroso y le pegamos para beber: Una Manzanilla en Rama Saca de Verano 2016 de Solear, pues qué deciros, no nos daba tiempo a comer, beber, flipar, y disfrutar…

Seguimos con turrón de foie y maiz con maracuyá y gelatina de moscatel, suave, alegre, interesante, muy apetecible.

Para este foie, Sergio nos sirvió un Pale Cream de Sánchez Romate su Mírame cuando te hablo, elaborado con finos del pago de Macharnudo y algo de moscatel es bastante interesante y para estar bastante pendiente de él.

Nos trajeron Sopa de quisquilla, habitas y alcachofa. No tenemos palabras de elogio, supersabrosa y agradable, nos entonó el cuerpo; genial en esa noche de Diciembre.

y un blanquito para beber con la sopa de Celler la Muntanya Beni, 50 malvasía y 50 garnacha blanca, la verdad que nos sorprendió, algo alta la acidez pero la sopa lo compensaba muy bien.

Venga que seguimos: Codorniz en escabeche con alubias del barco. Casi saltamos de gusto, es ese momento cuando no hay conversación y casi sólo se escucha el sorber de la sopa y las palabras diciendo que estaba realmente cojonudo.

Y un Palo Cortado de Juan Piñero, de esos palo cortados que no te asesinan el bolsillo y se pueden disfrutar, muy sabroso, y qué mejor que un vino de este estilo para luchar contra la dificultad del escabeche, todo un acierto sin lugar a dudas.

Como pescado una Merluza rebozada con salsa verde. Muchos dirán que la merluza es un pescado que ni fu ni fa, pero cuando se elabora con este nivel es un placer increíble, y conseguir que se quede con esa finura y que el rebozado no empalague es dominar el fuego realmente bien.

Otro blanquito, un Rías Baixas, pero de los que nos gustan, con algún añito en las espaldas Pazo San Mauro del 2012, una vez más un gran acierto. Graso, con un nariz envolvente, perfecta acidez, y es que la albariño cuando se trata así hace cosas muy ricas.

De carne una Presa Ibérica de Joselito con Quinoa y salsa de Oloroso. ¡Qué punto! ¡Qué sabor! ¡Qué bueno! ¡Qué todo!!! Increíblemente bueno

Y para esta presa un tinto que nos dejó enamorados, Aví de bodegas Mas L´Altet. Algo más que sabroso. Increíblemente complejo, redondo, suave, cuando el paladar hace que todos los sentidos se centren en este maravilloso líquido que es el vino, es cuando mejor me siento por día a día seguir formándome y poder saber un poquito más para apreciar la complejidad y el gran esfuerzo que implica poner en el mercado algo tan bueno como esto.

Venga, vamos a por las Larpeiradas: Crema de calabaza, helado de coco, huevo y vainilla. Anda que no estaba rico esto, creo que incluso untamos el pan en el plato para no dejar nada de nada.

Qué bien le sienta a este postre el Moscatel de la Marina de Enrique-Mendoza 2015. Mira que nos gusta este tipo de moscatel, y con el coco hace que me derrita de pasión por el recuerdo y me entren ganas de volver.

Y justo en el final llegó el plato de la noche, el que más nos impresionó, ya no solo por la originalidad sino por la complejidad de hacer de esta forma unos Mochis de arroz con leche y mascarpone, es aún hoy el día que estamos mirando la forma de poder hacerlos en casa, yo quiero volver a probar este plato que nos hizo llorar de gusto.

y no podía faltar un Pedro Ximenez en un menú de armonía, y qué mejor combinación con ese toque de canela del arroz con leche un Callejuela, que estuvo a la altura de los demás vinos que nos pispiamos esa maravillosa noche.

También unos petit fours que ya quisieran muchos como postre en sus restaurantes, un lujazo de verdad

No tengo más que palabras de agradecimiento, porque la cocina estuvo genial, pero lo que hizo la visita inolvidable fue estar con mi amigo y disfrutar de uno de los mejores servicios de sala que me han atendido, mil veces gracias Sergio y Manolo por hacer que camarero sea algo mas que una profesión. Vosotros si que sois grandes profesionales. Me arrodillo ante vosotros.
