Bodegas Mazón de Santander desde 1902: el tiempo no les ha enseñado

He ido a comer a Bodegas Mazón de Santander porque…

Me encanta mi estilo de vida, me permite libertad, eso de que te escriben y dicen…

Oye que vamos a mirar que vinos compramos en premier ¿nos vemos a la 1 en Santander?

Vale, es cuestión de coger el tren ir a Peña Herbosa y estar dispuesto a disfrutar. Lo demás está controlado.

Al final cervezas, blancos, tintos y algo más que algún Larpeiro comentará en el blog, quedamos dos con hambre y sed.

Miramos y decimos, oye, vamos a bodegas Mazón de Santander que nunca he ido y es un clásico en Santander.

Pues ala pa ya  que vamos.

Lunes 15:00 h. el local está vacío, desanjelao, puede ser el día o la hora, nos enseñan nuestra mesa y vamos a disfrutar.

Una carta plastificada, debo pensar que estoy en una bodegaaaaaaa.

Preguntamos, algún vino fuera de carta. Dicen No.

Vale pues perdemos más tiempo en qué beber que en qué pedir para comer.

Mira que he estado en locales por toda España pero no he visto una selección de vinos peor que en Bodegas Mazón de Santander. ¿Pero para que se llaman bodega? Es como llamarte cervecería y solo vender San Miguel…

En fin pedimos La Invierna de Rioja, Reserva 2016. Sin misterio, en nariz tiene un maderón que no se va por mucho que lo movamos, y en boca pues es puro jugo de liquído conservante de lata de espárragos, con una acidez más que arreglada, y un montón de chips que nos dan ganas de pedir cola para acompañarlo.

Pero como estamos en modo zen, pasar de todo y disfrutar pues pedimos para comer:

Nos traen unos vasitos, preguntamos lo que es: Gazpacho de calabacín, lo probamos y no sabe ni a gazpacho ni a calabacín, a veces es mejor no poner nada…

gazpacho de calabacin

Albóndigas de carne con patatas fritas: 6 Albóndigas que estaban ricas, aunque el sabor a pimiento predominaba en exceso. Las patatas fritas creo que fue las que les sobró del fin de semana, no es que fueran pre-fritas, es que parecían fritas, guardadas y calentadas en la freiedora.

Picamos también Callos Caseros. Cuando llegó el plato le pregunté a mi compañero si había pedido media ración porque me pareció poca cosa, sin guarnición ni na.

Pedimos unas patatas fritas para acompañarlos, sí, somos unos talibanes, pero dispuestos a tragar nos da igual, luego nos tomamos aloe a trisca para los reflujos de estómago y ya. Nos traen rápido las papas, mucho mejores que los otras, pero nada del otro mundo. Y nos cobran 2,00€ por ellas. Ole que huevos tienen.

Por cierto, los callos estaban ricos, aunque con mucha grasa y sin chorizo, será receta de Santander o un estilo Mazón…

De postre pedimos Tabluca de quesos de Cantabria, solo porque teníamos mucho que hablar y sed, y con el queso te puedes beber cualquier vino, y nos aventuramos a pedir el vino de la casa. Esta bien eso de ponerte el plato en medio la mesa y no decirte nada de lo que te han puesto, igual el vasito es un jarabe anti covid, o lo blanco es mozarella… El trabajo en sala…. esto es poner de comer y llevar bandejas, ¿¿¿eso es un camarero???

Y fue un viaje en el tiempo el vino de la casa, cuando en el Molino de Puente Arce en 1974, te ponían su vino, pero este de Mazón estaba… con queso pasable. Por favor, que vino más malo. Luego se quejan de que la gente no beba vino, gracias a Bodega Mazón lo raro es que alguien se anime a pedir vino allí.

Hasta el pan estaba regular y eso que nos costó 2.40.

Os voy a dejar el tiquet de la comida y eso que no suelo hacerlo, pero ahora entiendo como un lunes a esa hora, que casi todos los locales de la zona cierran y deberían estar más animados, estaban vacíos.

Comida de una calidad media, vinos de muy mala calidad y sin variedad, solo el servicio fue en momentos ligeramente amable, pues hasta ellos en momentos parecían ser de Bodegas Mazon de Santander de 1902.

Una pena la verdad…

Pero esto es nuestra opinión, esperamos la vuestra y si estamos equivocados nos lo decís, También es cierto que nadie nos paga por hablar bien o mal, solo contamos nuestra experiencia, que después de casi 40 años, comiendo, bebiendo por toda España, algo sabemos…

 

 

Bodega La Montaña en Santander, nunca me falla

Muy buenas, por aquí me dejo caer dado que hace bien poquito he tenido la suerte de volver a Bodega La Montaña en Santander, y digo suerte puesto que para nosotros es uno de los locales de referencia, donde el menú del día está realmente bueno y luego tiene su carta con cosas más que interesantes. Y como digo en el título, nunca falla, nos sentimos a gusto en esta bodega, con una cocina casera, y un servicio cercano.

Lo no planeado suele salir genial y es lo que sucedió la otra noche cuando nos juntamos a cenar amigos, gente que no nos veíamos hace tiempo. ¿Sabéis esa sensación de que han pasado 6 años sin ver a una persona y parece que fue ayer cuando hablasteis por última vez? Eso nos paso y además juntando anécdotas con platos y bebercio. Y esto es lo que nos tragamos y bebimos:

Todo para picar, empezando por Anchoas de Santoña en su lata con tostas y mermelada de tomate. Una anchoas tersas, con buen punto de sal, sabrosas y una mermelada que la verdad le venía muy bien, un plato para todo aquel que viene de fuera y quiere saborear uno de nuestros productos estrellas oi simplemente como los Larpeiros que nos encantan las anchoas y comerlas de vez en cuando pues sienta genial.

Para empezar a beber nos pedimos un Finca Viñoa 2018 y ya os contó Ankabri su impresión aquí.

Seguimos con Tataki de atún rojo y pak choi. El pak choi es una col asiática que parece una acelga y da a los platos un sabor especial que a nosotros nos gusta mucho. Un Atún hecho en su punto como nos encanta, con soja por si te apetece acompañarlo o tomarlo solo, a tu gusto, pero debes probarlo sí o sí.

No podía faltar el Stake Tartare, la verdad que lo hacen muy bien, os dejo aquí la receta que tienen en su web.

Aún hay más porque se acabó el Finca Viñoa y pedimos una botella del genial Yenda Riesling 2018, nos gusta, tiene muy buena acidez, envolvente en boca, con estructura, es genial lo que la tierra de Castillo Pedroso de Bodegas Sel D´aiz puede dar para que esta Riesling está así, y con mucho tiempo por delante que es lo mejor. Ya una vez os hablamos de la añada 2014 aquí.

Pedimos Alcachofas con Foie, piñones y crujiente de Jamón Ibérico. Pocas veces hemos comido unas alcachofas tan suaves, sin ninguna hebra, tiernas, ya sabemos que el jamón, los piñones y el foie se quieren mucho así que la armonía estaba servida, tuvimos que pedir más pan para hacer barquitos en la salsa.

Antes de los postres pedimos Queso Divirín al horno con mermelada de naranja al orujo. Nos gusta mucho este queso. Tiene unos 30 días de maduración, con ese hongo que se produce de forma natural en la quesería y que le da un sabor característico. Va acompañado de unas tostas, frutos secos y una mermelada exquisita para hacer tostas y más tostas, creo que pediremos este queso muchas veces.

Hubo postres caseros pero se nos pasó hacer foto, bien buenos, también hubo orujos de nuestra amiga Isabel de Orulisa, para despedir una velada inolvidable, Sé que un día la repetiremos.

Gracias Pepe y Maika por la invitación. Vuestra compañía hizo que la experiencia fuera realmente excelsa. Nos volveremos a ver antes de lo que pensamos.

Si estáis por Santander pues no dejéis de visitar esta bodega que os va a gustar seguro.

Restaurante Magnolia Santander, muy interesante

Pues por aquí vuelvo, parece que paso a paso los Larpeiros se van animando a escribir. Vamos a hacer que este blog esté en el lugar que realmente se merece.

Tuvimos la suerte de que nos invitasen a cenar en este local que no conocíamos y la verdad que fue una visita muy interesante.

Está dividido en dos plantas, son los bajos de un edificio en la calle Tetuán, en la parte de abajo un bar donde pudimos probar el Primero de Fariña 2019 que ya nos contó Ankabri sus impresiones sobre el, la verdad que este vino no suele fallar nunca. Después subimos las escaleras y nos preparamos para disfrutar.

Me gustó mucho la decoración. Fuimos 4 y pedimos todo para compartir, nos tomaron comanda y la verdad que lo pasamos genial, con camareros y camareras muy amables. Da gusto sentirse así de bien atendidos. Una carta muy sugerente donde podíamos haber pedido un montón de cosas y al final esto fue lo que tomamos.

Empezamos con croquetas de Gambas al ajillo, la verdad que bastante buenas, cremosas y el ajillo digno de mención.

Después Rabas Crujientes, ricas de sabor pero lo de crujiente como que no eran, eso no quita para que nos las zampáramos en un plis plas.

Nos recomendaron pedir empanadillas de carne, y como somos muy obedientes pues la hicimos caso y fue un acierto. La salsa estilo Argentina estaba super buena, y las empandillas deliciosas.

A continuación El Azteca, que rico estaba esto de verdad, carne de ternera en adobo con sus tortillas,  guacamole, cebolla roja…. bueno bueno, tenéis que ir a probarlo.

Pedimos la Ensalada Cua-Cua lleva jamón de pato, foie, toque de miel, algo de mostaza, muy apetitosa.

Y terminamos con Tataki de ternera estilo Mediterráneo, un poco de pesto, patatas bien ricas, unos cherrys sabrosos y una carne hecha a la perfección, untamos hasta la pizarra fíjate.

tomamos postre claro que si Tarta de queso al horno (bien hecha y rica)

Coulant de chocolate (no hice foto pero este nos dejó indiferentes) y pedimos también Mousse de Nutela (Este fue el que más nos gustó)

Y para beber pues pedimos dos tintos a la vez, pero antes quiero hacer mención de la carta de vinos, como ellos dicen buscan vinos que estén bien y no sean caros, y la verdad si que tienen cosas interesantes. Al tomar los dos vinos juntos es mucho más divertido y se puede jugar a las armonías.

Tinto Entresuelos 2015, un vino de la tierra de Castilla y León, lo conocemos pues pertenece a Bodega Tritón del grupo Juan Gil, es goloso y muy fácil de beber

Tinto Inurrieta Sensaciones, ya sabéis que esta bodega de Navarra nos encanta, estuvimos visitándola en el 2010 (aquí) Este Sensaciones es un roble muy agradable, lleva garnacha, graciano, cabernet y sirah y nos hizo que la comida entrase mucho mejor.

Tomamos un Orujito de nuestra amiga Isabel que nos gustó mucho y nos fuimos a casa a jugar un rato a la Pocha. Gracias a vosotros por la invitación, nos lo pasamos realmente pirata.

Magnolia de Santander merece vuestra visita, os va a gustar.

Restaurante La Era de Berdon en Tramacastilla de Tena

 

Pues venga, que esto va cogiendo ánimo y color, vamos a ver si conseguimos que este blog vuelva a estar donde se merece.

Hemos estado por Aragón, fuimos al balneario de Panticosa, y los amigos nos llevaron a comer a este restaurante en el que hoy os contamos nuestra experiencia La Era de Berdón, de entrada os decimos que nos llevamos una alegría y nos traemos un recuerdo de los bonitos de verdad.

 

En los bajos de una casa se encuentra este restaurante, a la entrada hay un pequeña barra y da paso al comedor, sencillo pero con gusto.

Nos ofrecen el menú y la verdad que no lo dudamos, a por el fuimos. Y esta fue nuestra experiencia:

Ensalada de Ventresca con pimientos, sabrosa y rica, con un escabeche por encima ligero bien logrado, quizá nos hubiera gustado más la salsa aparte y poder aliñar nosotros, pero es un gusto particular.

Crujiente de Lasaña, esto es un plato de muchísimo nivel, en vez de las típicas láminas de pasta, pues la lasaña está hecho con una pasta filo, con una bechamel muy difícil de superar, un plato espectacular donde los haya. Lloramos de placer cada vez que lo recordamos.

Migas, pocas veces he comido unas migas tan buenas como estas, sueltas, sabrosas, para comerte dos platos de una sentada, que rico por favor.

Codornices a la brasa, es un punto perfecto, y ese toque de brasa sublime todo un lujazo.

Chuletillas de cordero a la brasa, es que esta cocina tiene el punto perfecto de la brasa, excelso sin lugar a dudas, unas chuletillas de verdad, ricas a más no poder, es que hasta el palo te comes.

Arroz con leche, pedazo cuenco de arroz, como debe ser, en su punto, mira que muchas veces el arroz se pasa, pero este estaba inmejorable, yo le quitaría los barquillos, pero bueno se apartan y ya está.

Cuajada con frutos secos y miel, sinceramente de locura de lo rico que estaba, nos quedamos sin adjetivos, de verdad, apetitoso, sabroso, muy bueno.

Y para beber un Garnacha Centenarias de Coto de Hayas, de la D.O. Campo de Borja, siempre me ha gustado esta bodega, y creo que esta Garnacha es una de las mejores del mercado en cuanto a relación calidad precio. Hizo una gran armonía de sabores y sensaciones con la comida. Y ademas servido a la temperatura perfecta.

Quiero deciros que si estáis por la zona no dejéis de ir porque os va a gustar seguro, y como apunte especial el servicio de Ana, nos supo llevar el juego toda la comida, amable, risueña, alegre, todo un plácer encontrar a una camarera de verdad. Gracias mil veces Ana, porque hiciste aún más inolvidable estas vacaciones.

Restaurante Cormorán By Sergi Arola

Bueno pues después de un montonazo de tiempo por aquí volvemos y qué mejor ocasión para contaros nuestra experiencia gastronómica, que hablaros de un restaurante que ya teníamos ganas de conocer en Santander, y no es otro que Restaurante el Cormorán, hoy en día con el aliciente de tener como asesor a un grande que fue y que a buen seguro volverá a ser: Sergi Arola.
Fue un evento super emotivo en el que pudimos estar juntos unos cuantos compañeros que con el paso del tiempo podemos ir considerando parte de nuestra familia, y a buen seguro que irán entrando en el mundo Larpeiro. Sobre todo el que nos invitó a la cena que cada vez es más larpeiro y zampón y él se va dando cuenta de ello.

Hace mucho tiempo que no os escribo y hoy lo hago porque me ha encantado ver cómo un local con muchas reformas y dueños a su espalda parece que por fin tiene gente para hacer que esta maravillosa playa de El Sardinero disfrute de otro buen local donde no sólo disfrutar de la comida sino de las maravillosas vistas que esta ciudad ofrece.
Ni siquiera tenía intención de escribir, pero fueron tantas las emociones y recuerdos obtenidos que a medida que la velada iba pasando más ganas me daban de sentarme delante del teclado y hacer que el cursor no parara de moverse.

Un mesa larga con amigos alrededor de platos, copas y comida para reír y disfrutar. y aquí es donde quiero hacer un gran apunte para esta maravillosa profesión que es la de camarero, porque ellos trabajando, esquivando brazos, cuerpos y gente, no dejaron de tener una luz en los ojos y una cálida sonrisa que hicieron que nuestro momento en el Cormorán by Sergi Arola fuera aún más mágico.
Llegamos a la recepción al lado de una bonita cava de cristal con botellas dentro de ella que apetecían ser abiertas, con diferentes vinos por copas y yo decidí pedir un Campos Góticos roble del 2012, me gusta este Ribera, además Pedro es un hombre encantador, que sabe muy bien respetar el campo, la vid y por consiguiente mantiene la línea para que su vino sea muy placentero de beber. Hicimos una noche una Cata en Las Carolinas que estuvo genial, os dejo aquí el enlace.

Y pasamos al comedor, he de reconocer que la mesa estaba bien presentada, a pesar de no tener mantel no se hecha de menos, y me ha gustado el soporte de los cubiertos, original, con su piedra por si tienes que colocarlos en la mesa, y para nosotros algo importante es el plato del pan siempre nos gusta poder contar en el.

Abrimos un par de botellas para empezar y poder hacer un brindis por la unión de todos en esta mágica noche, y elegimos un espumoso Brut Nature Gran Cueva 100% Chardonnay de Bodega Verum, me gustó poder tomarlo en copa de vino y no esa de flauta típica que cada vez me gusta menos. Burbuja algo justa pero una nariz con toques de mantequilla y jalea real muy agradable, facil paso de boca y cumplió perfectamente su cometido, aunque yo no sólo lo usé para brindar dado que con los dos aperitivos que ahora os cuento hizo una gran armonía.

Los aperitivos, Pan Tomaca acompañado de pan de cristal,

y una Crema Tresviso con aceitunas



ambos sabrosos y muy bien logrados.

Tomamos Ensaladilla Rusa con suave de mayonesa y Katsuobushi, este último es una elaboración del Bonito o Atún en seco que te permite prepararlo en lascas, lo que le aporta un toque muy curioso. La ensaladilla estaba rica con unos grisinis dando una perspectiva de altura al plato. Estaba muy sabrosa la verdad.

Bocata de calamares, una receta mítica de Sergi pero un poco trasformada, usando una especie de Brioche negro de leche en vez de su primer pan tostado. Original, un bocado apetecible y delicioso, para comerte unos cuantos sin pensarlo.

Albóndigas guisadas con chumichurri y fondue de queso tresviso. Pues bien ricas la verdad, aunque por supuesto nunca estarán tan buenas como las albóndias de la abuela pero si es divertido pinchar y mojar en el queso, aunque he de reconocer que para mi la salsa de las albóndigas pecaban de vinagre en exceso, pero ese es un gusto particular mío.

Esto es un suma y sigue, nos encanta esta forma de sufrir para engullirnos Buñuelos de Merluza con crema de Vermuth blanco. Magristral conjunción, con una merluza de gran calidad, buñuelo suave y en la boca armonía de sabores, donde sabes que estas con un vertmuth con toques de naranja y ese amargor final que se le pide a esa bebida. Me ha traído grandes recuerdos este plato.

Y nos trajeron Bomba de la Barceloneta, buena versión de la típica bomba que va con puré de patata y butifarra, aquí con una buena carne, y casi nos pegamos por comernos la última de ella. No era cuestión de hambre es que estaba rico y la comida volaba del plato a la boca.

Terminamos con un Arroz Negro y Calamar de Potera que fue para quitarse el sombrero y unos sublimes cordones de ali-oli suave y dificil de lograr para que no resaltase en exceso, tuvimos que pedir unos cuantos panes para dejar limpia la paellera. (Por cierto el pan si que pueden mejorarlo un poco, eché de menos calidad y variedad)

Terminamos dice, anda que… Y el Postre ? Venga Tarta fina de Manzana con natillas. Qué bueno es terminar dulce y ricamente. Y lo bien que se siente uno cuando tiene el estómago agradecido.

Y bebimos alguna que otra botella, o quizá sería mejor decir alguna que otra caja de dos vinos que nos gustan mucho en blanco fue:

Xión de Bodegas Attis en las Rías Baixas. Un albariño noble, directo, fresco. Con un pequeño paso sobre lías que le dan ese cuerpo agradable. Nariz frutal, desenfadado. Hizo una muy buen presencia.

Y de Tinto nos pusieron: Venta Las Vacas. Elaborado por Vizcarra en la Ribera del Duero. 100% tinta del país. Un vino que se deja beber y además que no dejas de beber, esto es mucho más que los peces del villancico, beben y beben… Son 12 meses en barricas de roble muy bien integrada. Un vino en verdad serio y a tener muy en cuenta.

Pues bueno, ya no os molesto mucho más, daros las gracias por aguantarme hasta el final y no quiero terminar sin volver a dar las gracias al personal del Restaurante Cormorán by Sergi Arola porque hicieron nuestra noche aún más inolvidable, sobre todos los camareros, que estuvieron a la altura y donde no faltó buenas maneras y sonrisas sinceras, gracias porque vosotros y vosotras hacéis esta profesión aun más grande.

Y cómo no, a ti que ahora lees esto, gracias por la invitación, por tu trabajo, y porque espero algún día poder devolverte con creces todo lo que estás haciendo por mi. De corazón gracias, gracias, gracias.




Restaurante Los Brezos: Luces y sombras

Mira que llevamos tiempo los Larpeiros sin publicar como antiguamente, pero como bien sabéis todos, es por falta de tiempo, nuevos proyectos, nuevas historias. Pero eso no quita para que sigamos teniendo ganas de escribir, porque esto de escribir engancha. Así que ahí vamos.

Ya teníamos ganas de venir a este local, así que aprovechando una visita por esta maravillosa tierra me anime a hacerlo.

Creo que Rubén va a cambiar de local, y es necesario, pero aún así podía intentar cambiar un poco la entrada y los carteles que tiene con su nombre deberían estar un poco mejor, la verdad esa primera imagen da señal de algo de abandono.

Entramos y nos encontramos con una barra, nos gustó la limpieza que había, se respiraba tranquilidad, Rubén se encontraba detrás de un pequeño mostrador mirando lo que suponemos que es el libro de reservas, le damos los buenos días y sin responder se da media vuelta, entra en cocina y al rato sale un camarero con una amplia sonrisa. Se ve que Rubén no tenía ganas de saludar, pero el gesto nos dejó con mal cuerpo la verdad  y pensamos en esa falta de educación que nos ha demostrado, pero mejor olvidarlo porque íbamos a disfrutar.

Mientras esperamos para entrar decidimos tomar un aperitivo y le pedimos al amable camarero que nos sirviera un fino o una manzanilla a lo que responde que no tienen, que si queríamos un verdejo o algo similar. Por supuesto que ese verdejo que tenía en la barra para tomar por copas pues como que no. ¿Me quieres decir que un restaurante que empieza a tener muchos adeptos, que va cogiendo buena fama, no tiene un triste fino aunque sea uno de esos que bien sabéis que no nos gustan? En fin olvidemos este segundo mal detalle y decidimos pedir la carta de vinos. Total somos dos personas y ya estaba claro que mínimo una botella nos íbamos a beber.

Nos traen la carta de vinos. Vieja, sucia, algo rota. En fin, ¡como se puede tener la carta de vinos de esa forma! Puedo entender que el contenido deje que desear, que también, pero NO que no esté presentable. Por favor que es tu imagen. Que la sala es lo primero que ve un cliente. Olvidemos este tercer fallo e intentemos disfrutar.

Pedimos uno de los blancos del Norte que más nos gusta  Yenda Spicata 2016, por cierto, tienen que mirar las denominaciones de origen que ponen a los vinos, pues hay uno que dicen que es de una zona de fuera de España ¿para qué preocuparse de verdad por la carta de vinos no? si la gente viene solo a comer ese menú degustación.

Este Yenda mira que nos gusta, y ese toque a pimiento que tiene nos encanta, con la acidez espectacular que va a hacer que este Yenda madure muy bien en botella. Un gran vino sin lugar a dudas.

Pasamos a la mesa, un amplio comedor con buena luz, y buena separación entre mesas. Nos sentamos y al poco empiezan con la comida.

Es curioso, porque nadie nos preguntó nada. Está claro que todo el mundo va a ese degustación pero por lo menos igual saber si somos alérgicos a algo, o cualquier apunte que la cocina necesite conocer, y ya que estamos, qué menos que tener una pequeña minuta con lo que vamos a comer, digo yo, que un folio no cuesta nada y todos tenemos una impresora, pero bueno hemos ido a disfrutar y pasarlo bien. Nos sirven el agua y al camarero le pregunto si nos puede decir cual va a ser el menú, y muy simpático nos dice que el no lo sabe que luego viene el camarero que se encarga de eso, está bien que un camarero de sala no sepa la comida que se sirve en un local. Pero vamos a olvidarlo y empecemos a disfrutar.

La mesa está presentada como si fuera para banquete, con tres cubiertos marcados, este es una detalle de poco personal en sala, dado que no tienen tiempo para marcar los platos que van saliendo, es un pequeño truco para adelantar trabajo pero denota la falta de manos para realizarlo.

Empezamos con la caja de bombones-tabla de quesos. Una presentación muy original, nos ha encantado, con quesos de la región en forma de bombones y diferentes tipos de pan para poderlo disfrutar. Con sabores también diferentes como por ejemplo anchoas. La verdad que todo un acierto.

Aunque aún teníamos algo de blanco decidimos pedir también tinto y así poder jugar con los dos vinos a la vez. Nos decantamos por El Hombre Bala 2014 de la D.O. Vinos de Madrid. Lo habíamos probado en varias ocasiones, pero es que esta Garnacha mira que nos gusta. Hizo que la sensación de armonía fuera genial os recomiendo que si aún no lo habéis probado lo hagáis porque os va a gustar.

Seguimos con Bombón de foie relleno de jamón ibérico con gelatina de naranja sobre tierra de pan cebolla caramelizada, reducción Pedro Ximenez y niebla al aroma de vainilla.

Bombón relleno

Un plato que se hace espectacular al utilizar el hielo seco para generar esa niebla, rico, sabroso. Un gran nivel sin lugar a dudas.

Después nos sirvieron Salpicón de marisco con tierra de calamar, falsa zanahoria de helado de pimiento con hojas de pepino. Realmente sublime, flipamos con la conjunción de aromas, sabores, texturas. Ese helado de pimiento estaba increíble, realmente inolvidable.

A continuación tomamos Risotto de boletus con falso champiñón de queso. Uno de los mejores platos, perfecto el punto del risotto y ese falso champiñón se deshizo de maravilla para dar el punto de queso al arroz. Un buen plato y también con una presentación original.

Como plato de pescado nos sirvieron cocochas de merluza con patata en dos texturas. Una patata violeta con reducción de albahaca muy sabrosa. Tres hermosas cocochas perfectamente cocinadas con el punto exacto de salsa y acompañamiento. Sabroso a más no poder.

De carne había Solomillo de ternera a la plancha con tierra de foie y pan de olivas. Rico, en su punto pero sin más.

Huevo con corazón de Tofe era el postre, muy bueno la verdad, algo que merece la pena ser probado.

Tomamos café, que ni fu ni fa, acompañado de unos dulces con un alto toque de originalidad, dado que parecen panecillos y embutido, pero son dulces muy ricos.

La sensación que nos quedó es que fueron de más a menos. Esperemos que para la próxima esos fallos se subsanen y pongan en sala el suficiente personal para que el servicio esté a la altura, a ver si ya la sala empieza a hacerse valer porque por muy bueno que sea Rubén esta debe tener el material necesario, seguro que en cocina no le faltan manos.

El precio para dos personas fue de 111.30 costando las dos botellas de vino 41€, el pan (que manía de poner lo del pan, mira que queda mal por favor) 2.40 y los dos café (a ver si lo mejoran) 4.40 (eso si que me pareció un robo) Los menús eran a 30€ por persona. ¿Volveremos? Cuando cambien de local sin lugar a dudas que iremos.

Restaurante Casona del Judío

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Después de mucho tiempo por fin consigo ir a este restaurante, la verdad que tenía muchas ganas para probar la cocina de Sergio y el servicio de Erika y aquí os cuento la experiencia que allí vivimos.

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Supongo que muchos sabréis que el restaurante está en una casona, en la planta baja. Hoy en día tienen también para dar bodas, creo que es la solución para que los locales de este nivel aguanten estos años tan duros.

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Muy poca gente se gasta ya 50€ por persona para comer, incluso casi ni en celebraciones especiales. Posee unos preciosos jardines, que dan lugar a una bonita terraza y a la entrada del comedor propiamente dicho. Llegamos a una pequeña barra, y pasamos al comedor, esperamos durante un rato y nos acomodan en nuestra mesa.

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Elegimos el menú raices, nos parecía bastante sugestivo, más que el otro menú que era algo más extenso, e incluso mejor que pedir cosas de la carta, así que allá vamos:

Nos sirven un aperitivo que consiste en Mantequilla de alga codium con pan de empanada, bonita presentación, un pan sabroso y la mantequilla para nuestro gusto excesivo sabor a la mantequilla y nada al alga, pero bueno, es nuestro gusto.

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Empezamos con Cebolleta glaseada con café y tomillo, maravillosa conjunción de sabores, el café y la cebolleta hacen una armonía muy apetecible, un plato de gran elaboración con sensaciones culinarias muy elevadas.

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A continuación Guisantes estofados, va con una base de crema de guisantes y caldo de carico y eneldo, sabroso, los guisantes como nos gustan, al dente, rico sabroso, recordando a la cocina de siempre, a la cocina que no se debe de perder y mucho menos olvidar, creo que hay que volver a ella, a esas raíces y esos maravillosos platos de cuchara que a casi todos nos vuelven locos.

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Seguimos con Puerro asado, tocino ibérico y glaseado de lentejas, el puerro envuelto en unas finas láminas de tocino de base un jugo de legumbre muy sabroso. Bastante rico el conjunto de sabores.

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De pescado nos sirven Bonito y emulsión de mantequilla y Banana, este fue el mejor plato, una pasada. El bonito en un punto de cocción inmejorable, y la emulsión combina a la perfección, creo que aquí demuestra un dominio de la cocina realmente elevado, respetando el producto al máximo, como debe ser.

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Nos cambian la carne, pues quieren que probemos, Wagyu con espinacas y suero de queso. El wagyu es una raza bovina originaria de Japón, de la ciudad de Kobe, a la que también se la conoce como Japanese Black. Agredecemos mucho el cambio de carne. Sabores, texturas, armonías, llega el paraíso gastronómico entre gemidos de sensaciones, qué bueno, qué bien hecho, una pasada de bueno.

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Dos postres, el primero llamado Cítricos, con mandarinas, lima, pomelo, helado de yogur y limón, sabroso y apetecible, para las personas a las que le guste ese toque cítrico, todo bien ensamblado.

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El otro postre Arroz con leche de Cantabria, tal cual, clásico, sin misterios, como debe ser, aunque para nosotros el caramelizado del azúcar no nos hace mucha gracia, pero una vez más repetimos que es nuestro gusto particular.

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Para beber elegimos Gramona Imperial Gran Reserva 2010, elaborado con macabeo, xarel.lo, parellada y un pequeño porcentaje de chardonnay. Nos encanta esa burbuja fina, una acidez maravillosa, con una entrada en boca de vicio. Un gran cava sin lugar a dudas.

gramona-imperial-gran-reserva-2010

Disfrutamos mucho con la comida, pudimos hablar con Sergio Bastard, muy simpático y cercano, pero la sala no estuvo a la altura, se notaba que tenían muy poca experiencia, y la carta de vinos esperábamos más de ella estando en el local Erika, la verdad que en ese apartado salimos con bastante mal sabor de boca. Pero una vez más es nuestra opinión y a buen seguro que estaremos equivocados.

Esperamos vuestros comentarios

 

Taberna Pedraza: Por fin pude volver

Un año ha pasado de la primera vez que estuve en Taberna Pedraza de Madrid. Aquí tenéis nuestra impresión de aquella visita. Volví al día siguiente, y por casualidades del destino, pude volver a mediados de este Septiembre. Tenía claro que el local iba a triunfar, una gran materia prima, tratándolo con gran cariño. Así que cuando Santiago me dijo que iba a ampliar el negocio, y las ideas que para ello tiene me alegré de todo corazón. Estoy convencido que la calle Ibiza cambiará en poco tiempo.

¿Qué cenamos? Un montón. Mejor decir ¿qué zampamos? porque nos pusimos como santos cerdos, con el estómago y el paladar super agradecidos. Vamos a ello:

Fuet artesano de Olot con Pan de Coca y Tomate de Colgar:

En la sencillez es donde está el éxito, el pan bien tostado, la presentación muy buena, y todo exquisito, casi me cojo el fuet y me lo como a mordiscos.

Tortilla de Betanzos, con huevos de corral de gallina joven:

10.000 tortillas han conseguido vender ya, y es que son una pasada, no se puede ir a Taberna Pedraza y no disfrutar de una de las mejores tortillas del país. Y no exagero, id y decidme que no tengo razón, porque sé que la tengo. Es la tercera vez que la comemos y esperamos que sean un montón de veces más.

Sobrasada Atemperada con Miel de Tomillo:

A sus pies Carmen y Santiago, por elegir un producto tan espectacular y por elaborarlo sin enmascarar, con un toque de tomillo sublime, para untar, untar y no parar, la sobrasada presente, pero el toque final de esa miel es la bomba. Miel que Santiago se encarga de buscar a pequeño productor. Es que me quedo sin adjetivos para decir lo bueno que está esto.

Croquetas cremosas de Jamón de Bellota, 100% ibérico puro:

Cuando Santiago llegó al local, ya habíamos pedido, pero le dijimos saca lo que tu creas que merezca la pena que probemos, y ahi señor, que croquetas. Que me perdone pero es la primera vez que digo que están mejor que las que hace mi madre. ¿Vosotros sabéis lo difícil que es trabajar una croqueta con esta cremosidad? Es un trabajo arduo y de mucha dedicación, ¡qué bechamel! ¡qué jamón! Menos mal que sólo nos sacó dos croquetas, porque me hubiera metido por pecho y espalda media docena yo solo.

Hamburguesa de Buey Gallego Madurado con Patatas Chips Caseras:

Este plato aquí alcanza un nivel realmente alto, sabrosa carne, en un punto perfecto, las chips sublimes, las salsas son una pasada, y una vez más la presentación es perfecta, sencilla, ¿pero eso es lo difícil no? conseguir que la estrella sea el producto.

Mini Queso Torta de Trujillo, Finca Pascualete:

Pues que casi nos zampamos todo, la mermelada, la bandeja, la costra del queso, una barra de pan. Queso sabroso elaborado con leche cruda de oveja de Extremadura, si os gusta el queso, con este vais a flipar, de verdad.

Quesada tradicional pasiega:

Creo que hasta los de El Macho de Selaya alucinarían con esta quesada, templadita, sabrosa, difícil de mejorar.

Bebimos también un Montsant con Garnatxa y Syrah: Selenita 2011, frutal, potente, de fácil beber, la botella desapareció, y sólo bebía yo vino. Os podéis hacer idea de lo bien que entraba. y con la comida hizo una armonía de esas que te tiras a rolos al suelo de gusto. Recomendación muy acertada de nuestra querida amiga Maria de Scott Henry

Vale, hasta aquí, tomamos orujos, cafés, bien para acabar una velada que pasará a formar parte de las noches de los Larpeiros, estará para siempre en nuestro recuerdo. La tercera visita que hacemos y la mejor, sin desmerecer las anteriores. Sabíamos que iban a más pero la experiencia a superado las espectativas.

Un apunte que no podemos dejar pasar. Gracias Javi, de corazón, porque hiciste nuestra cena un auténtico placer. Gracias Javi, porque tu haces que la palabra camarero alcance su significado total. Amable, vendedor, simpático, pero sabiendo cuando estar, cuando desaparecer, pendiente pero sin agobiar. Javi, tu eres un CAMARERO, con mayúsculas. Una vez más y todas las que hagan falta gracias por tu servicio. Aunque por supuesto te lo dije a ti en persona, creo que los que siguen este blog, saben la importancia que damos al servicio, y que la mayoría de los que escriben ni se ocupan.

Taberna Pedraza en la Calle Ibiza 40 de Madrid. Volveremos

Taberna Pedraza: Por fin pude volver

Un año ha pasado de la primera vez que estuve en Taberna Pedraza de Madrid. Aquí tenéis nuestra impresión de aquella visita. Volví al día siguiente, y por casualidades del destino, pude volver a mediados de este Septiembre. Tenía claro que el local iba a triunfar, una gran materia prima, tratándolo con gran cariño. Así que cuando Santiago me dijo que iba a ampliar el negocio, y las ideas que para ello tiene me alegré de todo corazón. Estoy convencido que la calle Ibiza cambiará en poco tiempo.

¿Qué cenamos? Un montón. Mejor decir ¿qué zampamos? porque nos pusimos como santos cerdos, con el estómago y el paladar super agradecidos. Vamos a ello:

Fuet artesano de Olot con Pan de Coca y Tomate de Colgar:

En la sencillez es donde está el éxito, el pan bien tostado, la presentación muy buena, y todo exquisito, casi me cojo el fuet y me lo como a mordiscos.

Tortilla de Betanzos, con huevos de corral de gallina joven:

10.000 tortillas han conseguido vender ya, y es que son una pasada, no se puede ir a Taberna Pedraza y no disfrutar de una de las mejores tortillas del país. Y no exagero, id y decidme que no tengo razón, porque sé que la tengo. Es la tercera vez que la comemos y esperamos que sean un montón de veces más.

Sobrasada Atemperada con Miel de Tomillo:

A sus pies Carmen y Santiago, por elegir un producto tan espectacular y por elaborarlo sin enmascarar, con un toque de tomillo sublime, para untar, untar y no parar, la sobrasada presente, pero el toque final de esa miel es la bomba. Miel que Santiago se encarga de buscar a pequeño productor. Es que me quedo sin adjetivos para decir lo bueno que está esto.

Croquetas cremosas de Jamón de Bellota, 100% ibérico puro:

Cuando Santiago llegó al local, ya habíamos pedido, pero le dijimos saca lo que tu creas que merezca la pena que probemos, y ahi señor, que croquetas. Que me perdone pero es la primera vez que digo que están mejor que las que hace mi madre. ¿Vosotros sabéis lo difícil que es trabajar una croqueta con esta cremosidad? Es un trabajo arduo y de mucha dedicación, ¡qué bechamel! ¡qué jamón! Menos mal que sólo nos sacó dos croquetas, porque me hubiera metido por pecho y espalda media docena yo solo.

Hamburguesa de Buey Gallego Madurado con Patatas Chips Caseras:

Este plato aquí alcanza un nivel realmente alto, sabrosa carne, en un punto perfecto, las chips sublimes, las salsas son una pasada, y una vez más la presentación es perfecta, sencilla, ¿pero eso es lo difícil no? conseguir que la estrella sea el producto.

Mini Queso Torta de Trujillo, Finca Pascualete:

Pues que casi nos zampamos todo, la mermelada, la bandeja, la costra del queso, una barra de pan. Queso sabroso elaborado con leche cruda de oveja de Extremadura, si os gusta el queso, con este vais a flipar, de verdad.

Quesada tradicional pasiega:

Creo que hasta los de El Macho de Selaya alucinarían con esta quesada, templadita, sabrosa, difícil de mejorar.

Bebimos también un Montsant con Garnatxa y Syrah: Selenita 2011, frutal, potente, de fácil beber, la botella desapareció, y sólo bebía yo vino. Os podéis hacer idea de lo bien que entraba. y con la comida hizo una armonía de esas que te tiras a rolos al suelo de gusto. Recomendación muy acertada de nuestra querida amiga Maria de Scott Henry

Vale, hasta aquí, tomamos orujos, cafés, bien para acabar una velada que pasará a formar parte de las noches de los Larpeiros, estará para siempre en nuestro recuerdo. La tercera visita que hacemos y la mejor, sin desmerecer las anteriores. Sabíamos que iban a más pero la experiencia a superado las espectativas.

Un apunte que no podemos dejar pasar. Gracias Javi, de corazón, porque hiciste nuestra cena un auténtico placer. Gracias Javi, porque tu haces que la palabra camarero alcance su significado total. Amable, vendedor, simpático, pero sabiendo cuando estar, cuando desaparecer, pendiente pero sin agobiar. Javi, tu eres un CAMARERO, con mayúsculas. Una vez más y todas las que hagan falta gracias por tu servicio. Aunque por supuesto te lo dije a ti en persona, creo que los que siguen este blog, saben la importancia que damos al servicio, y que la mayoría de los que escriben ni se ocupan.

Taberna Pedraza en la Calle Ibiza 40 de Madrid. Volveremos

Escuela de Hostelería de Peñacastillo

Es curioso que el anterior comentario sobre un restaurante que os he traído fuera también en una escuela de hostelería. En aquella ocasión os hablé del Hotel Escuela Las Carolinas (aquí) y hoy os traigo la Escuela de Hostelería de Peñacastillo. Y lo hago porque creo que están haciendo una labor realmente buena. educando y enseñado a los chavales, a cocinar y a servir, abarcando todas las gamas posibles de esta profesión, servicio, sumillería, baristas, coctelería… Al igual que en cocina, pastelería, panadería, llegando a hacer ellos mismos el pan que sirven en las comidas.

Comentaros que la escuela abre su comedor al público, los Martes en horario de comidas, así que si os apetece ir, llamad al teléfono 942321650 y hacéis la reserva.

Entramos en la escuela y una alumna, que en esta ocasión le toca hacer de maître, muy amablemente nos pregunta el nombre al que está la reserva y nos conduce a la mesa, incluso ocupándose de separarnos las sillas y preocupándose de que estemos cómodos. ¿Cuantos locales de la región, incluso con estrella michelín, tienen este detalle?…

Mesa vestida con elegancia, con el marque de los tres primeros platos y el postre ya colocados. Y plato del pan, es increíble que eso me llame la atención, pero es que parece un menage a desaparecer, pena me da la verdad. Un pequeño apartado a mejorar sería el tema de las copas, son algo pequeñas para nuestro gusto, pero bueno, tampoco es tan malo el asunto.

Una pequeña minuta nos indica el menú que vamos a tomar, dado que no hay carta, sino un menú degustación para todos los comensales igual. Ya sabéis que eso a nosotros nos gusta, cada vez nos apetece menos pensar el qué pedir.

Empezamos con un aperitivo Crema de calabaza con virutas de jamón, muy bien presentado, con esas virutas y unos pequeños picatostes, la verdad que entona el cuerpo y te abre el estómago con ganas de comer más cosas.

Como entrante principal nos sirven Risoto de Setas, cremoso, quizá marcado un poco en exceso la mantequilla y ya sabéis los Larpeiros como somos para esto de los lácteos, pero en general agradable con unas setas bien hechas y el arroz de buena calidad.

De pescado hoy toca Chipirones a la plancha con Ali oli, buenos chipirones muy bien hechos, doraditos, con una cebolla caramelizada riquísima y un Ali oli que pocas veces hemos comido mejor, mira que siempre nos repite, pues hoy para nada, fino y en su punto.

Y llegó la carne en este caso fue Entrecotte de Vacuno con tempura de pimientos, buena carne, tierna, sabrosa, buen punto de plancha, y la tempura realmente sublime, esto es cuando decimos que la guarnición de un plato no debe ser cualquier cosa, sino algo que armonice realmente con el producto principal.

De postre nubes, bomba de fresa (rica no, lo siguiente) una tosta de almendra y el helado de Strachatella superlativo, sin un cristal, crema pura. Un buen final para una gran comida.

La bebida pues bueno, sin mucho misterio la verdad, de Blanco había Marina Alta 2014. Moscatel de Alejandría de Bodegas Bocopa D.O. Alicante, un moscatel seco de nariz maravillosa, pero que en boca se pierde.

foto de tusproductostipicos.es

El Tinto Puente del Lago 2013 Tempranillo. D.O. Ca. Rioja, para olvidar.

Y nos pusieron vino dulce para el postre un Pedro Ximenez Robles D.O. Montilla Moriles, que nos resultó muy agradable

Café Dromedario, chupitos y detalles a mogollón para un precio de precio 12€, no se puede pedir más.

No voy a dejar este escrito sin comentar lo que nos pareció lo más importante, la gente de sala, nerviosa, son de primer curso, imaginad las veces que han estado delante de un cliente, pero una vez más, lo que me llega al corazón es que esta gente que está aprendiendo pone unas ganas dignas de mención, con una sonrisa franca, con los nervios a flor de piel pero con una energía enorme. Esperemos que esos empresarios voraces y feroces que hay, nunca les quiten esas ganas (por suerte, auque pocos, en Cantabria les hay buenos) Les quiero dar las gracias desde aquí por hacernos pasar un rato inolvidable, agradable y para repetir. Se que lo van a leer, porque un gran amigo de los Larpeiros les hará llegar esta entrada. Y esa persona sabe que ese día los comensales tenían algo muy grande que celebrar, estar juntos, y qué mejor sitio para ese momento que la Escuela de Hostelería de Peñacastillo. Gracias, Graciñas, de todo corazón.