Sherry Master 2016: González Byass y Tio Pepe [4] y última

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Bien, queridos amigos, llegamos a la última parte de este emocionante Sherry Master. Os recordamos que lo habíamos dejado a la vuelta del descenso del Guadalete y justo cuando entrábamos por la puerta del Tío Pepe.

Bien en ese momento Antonio Flores nos dio una maravillosa clase de lo que es el velo flor, os dejamos el enlace del vídeo en el cara libro:

Para después contarnos como hacen el trasiego de una bota a otra,

nos hizo un ejemplo de cómo se venencia, todo un arte es este hombre de verdad. Encima con la suerte de venenciarnos el Tío Pepe en Rama, con lo que el disfrute fue aún mayor.

Nos sacó de la bodega del Tío Pepe y nos llevó a una nave donde pudimos flipar con los González Byas finos de una a cuatro palmas. Flipar fue poco, dado que estos finos son una pasada para el paladar, los sentidos, y lo que es poder envejecer los vinos como sólo en esta parte del mundo saben hacer. Y es que tienen en las botas vinos con más de 100 años, y muy pocas bodegas del mundo creo puedan presumir de esto. Quizá alguna lo puedan tener en botellas, pero en botas y siguiendo envejeciendo no creo.

Aquí el Fino de Una Palma, procedente de una saca de 600 botellas, de una bota en la 4ª criadera con 6 años de vejez. Suave, trago largo, frutos secos y toques minerales, para dejarse envolver y dejar que la nariz viva en la copa.

Fino de Dos Palmas, nos encontramos con un vino de 8 años de vejez, explosión de sentimientos, de ganas de decirnos aquí estoy yo, para disfrutar y beber botella tras botella.

Fino Tres Palmas, donde una única bota es elegida para darnos alegría y placer, diez años nos miran tras el cristal para decirnos ábreme y disfruta de uno de los mejores vinos de España.

Fino Cuatro Palmas, a sus pies Antonio flores que ha sabido elegir esta bota, la Nº 3 de seis que siguen envejeciendo hace más de 50 años en la bodega. Vida y muerte del vino, salinidad, yodo, alegría, pasión, pero si es que está vivo y con mucho tiempo aún por delante, abre la botella o déjala porque seguirá viviendo en esa falta de oxígeno que le aporta la botella. Un placer que todos deberías probar, su precio de 98€ botella de medio litro me parece barato, o sino preguntar a cualquier bodeguero que deje su vino 50 años guardado, a ver cuanto cobra…

Y ya con la cabeza y la nariz dando vueltas dentro de una copa de cuatro palmas pasamos al comedor. No penséis que solté la copa, hasta que nos sentamos pude disfrutar de la magia de este gran vino.

Antes de entrar al comedor pasamos por una sala de la cual no nos dijeron nada, pero nos colamos y le hice una foto. A decir verdad eché de menos probar uno de esos maravillosos brandys que elaboran, pero todo no puede ser la verdad.

Comimos de maravilla, atendidos realmente bien, sólo os voy a dejar las fotos de las minutas, sinceramente andaba algo cansado.

Y como colofón la entrega de los diplomas acreditativos, que la verdad me encanta, porque más que un diploma parece un trofeo, muy chulo la verdad.

Pues queridos amigos esto fue el Master Sherry 2016, espero haber podido trasmitiros un poco de las emociones que allí pudimos disfrutar todos los asistentes, pero no puedo despedirme sin decir que aparte de un master genial, he podido conocer a personas que merecen mucho la pena como Paco, un empresario que da gusto conversar con el, Josu, un bloguero enamorado del vino al que espero ver pronto, Anna, una de las mejores sumilleres con la que he podido compartir una cena inolvidable y espero podamos repetir.

Un fuerte abrazo a todes.

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