Corría el año 2021, donde casi no podemos vernos, donde quedar para catar los Vinos Casal de Armán, Os Loureiros, Mi Senhora, Isabel Millán hasta un Incomprendido parecía misión imposible.
Pero no hay circunstancia con la que no podamos.
Y aquí estamos una vez más estos mosqueteros defensores del beber más que del catar.
Nos juntamos El Experto, El estudiante (no hay forma de que aprenda el pobriño), el que se lía solo, y tuvimos de invitada a nuestra iniciada en el amor del beber o de catar.
Echamos mucho de menos al Vasco, pero mucho, aunque si podemos decir que dejamos algo para probar con el, cuando venga a vernos a la Bahía más bonita del mundo (Santander XD).
Lo primero, me siento orgulloso de poder contar con la amistad de Juan Luis de mi queridísima bodega Casal de Armán, porque fue llamarlo y le faltó tiempo para enviarme las botellas y que pudiéramos disfrutar de ellas.
Abrimos todas a la vez, y ya intuía yo que hubiéramos necesitado decantadores, aún así llenamos bien las copas para que el oxígeno hiciera su trabajo.
Finca Os Loureiros 2017, aún recuerdo cuando Juan Luis me enseño ese viñedo y me contaba que iba a elaborar uno de los mejores Ribeiros, ya han pasado un montón de años y no le faltó razón.
Elaborado 100% Treixadura (me pone esta uva) para permanecer 6 meses sobre lías. Todo un vinazo. Cremoso, fresco, suave, meloso, íntegro, lleno, una pasada.
Non digo mais, solo bebe y disfrútalo, es como el mensaje aquel, no te vayas de este mundo si probar Finca Os Lourerios.
Probamos la añada 2012 aquí.
Finca Misenhora 2017, llega el triunvirato de uvas Treixadura (90%), godello (5%), albariño (5%), Complejidad, melocotón, mineral, brillante, equilibrado, cojonudo…
Esta gente maneja los depósitos y las lías como nadie, sin lugar a dudas una gozada de vinos.
La añada 2010 os contamos sobre ella aquí.
Finca Isabel Millán 2017 , más de 25 años nos miran desde que se plantó ese viñedo, ya me gustaban los tintos que hace esta familia, pero este que lleva Brancellao (50%), Caíño Longo (40%) y Ferrol (10%) de parcela única, es una maravilla.
Frutos rojos, Galicia pura, tostados, toque ahumado, Galicia pura, equilibrado, glicerina que llora en la copa, ¿He dicho que sabe a Galicia? VINAZO sin lugar a dudas.
El Incomprendido. Mis amigos Maica y Pepe de O Secreto de Padrón, me trajeron una botella justo antes de que empezara todo esto de la pandemia y aún está guardada, pero siempre quise abrirla.
Me gustó mucho, en medio de la cata escribí a Juan Luis, que me contara algo de este vino y me mando esto:
“100% treixadura. Enfriado en cámara 24 horas y fermentación y maceración con sus propias pieles durante aproximadamente entre 7 y nueve meses (dependiendo del año).
Transcurrido ese tiempo separación del líquido y pieles. Reposo en acero durante 6 meses. Embotellado y entre 1/2 años reposo en botella (dependiendo del año y evolución del vino)”
Maravillo, envolvente, mágico, largo, lo comprendo, aunque me hace estar a tope con el, le giro, le huelo y me pongo a sentir, a recordar, a ese momento sentado en el banco en la casa rural de Casal con Juan Luis al lado.
A llorar de emoción por tener entre las manos recuerdos, aromas, sabores de una tierra de la que yo he dicho siempre que soy medio gallego, y a la que ya falta poco para volver.
Gracias por el momento, gracias por los recuerdos, gracias por que esto hace que el vino siga siendo mi pasión.
Vinos Casal de Armán, Os Loureiros, Mi Senhora, Isabel Millán hasta un Incomprendido, magia en la copa que han hecho momentos inolvidables, emocionantes, eso es el vino, pasión y amistad unidas en deleite del paladar.