Restaurante Gelín: Jornadas del Bonito Julio 2016

Hoy os quiero traer unas jornadas del Bonito que se han podido disfrutar en casa Gelín. Sin lugar a dudas un gran clásico de los fogones en Santander. Local que todos deberíais ir a conocer porque se está realmente de vicio.
Pero bueno a lo que vamos, no me quiero enrollar así que al grano:
Han creado un menú para 2 personas que consiste en:
Ensalada templada de Bonito escabechado de la casa:
Una ración generosa de láminas de bonito, sobre unas hojas de endivias, con un escabechado sublime, sabroso y muy difícil de mejorar. Toda una pasada de bien elaborado y de armonía.
Seguimos con:
Bonito marinado en tempura con soja y sésamo
Presentado en una cestita viene una tempura muy bien conseguida, en su punto perfecto de fritura, una buena soja y el sésamo, la verdad que para nuestro gusto se podría quitar, ni aporta ni entorpece, pero ese es un gusto nuestro.
De plato fuerte hay que elegir 2 platos entre:
Bonito encebollado
o
Bonito con tomate casero
o
Bonito a la plancha
o (y estos fueron los que elegimos)
Bonito a la calabresa
Una maravillosa salsa de pimiento verde, pimiento rojo, cebolla, tomate, aceite, todo muy bien ligado, con unos buenos trozos de bonito sabroso y muy jugoso. Todo un acierto.
y Tartar de Bonito
Está claro que no podíamos estar en unas jornadas y no pedir uno de los platos que más nos gustan. Punto perfecto de marinado, muy sabroso, yo le quitaría el sésamo (volvemos a gusto particular) el resto es un plato de orgasmo, ¡Cómo nos ha gustado!
El menú lleva el postre incluido con el que no pudimos. Todo ello de vicio de verdad, a un precio de 50€, La relación Calidad Precio es difícil de mejorar. La bodega no está incluida y nos pedimos un Tinto de Toro Acontia 2013 con 12 meses en barrica de roble español (de Navarra), muy rico, sabroso, de paso fácil de boca, elegante y amable con los platos que tomamos. Un acierto y seguiremos muy atentamente a esta bodega Acontia que está haciendo cosas más que interesantes.
Una experiencia maravillosa, la cocina muy bien, pero es que el servicio es de lo mejor de la región, amabilidad, alegría, profesionalidad, es un placer sentarse a disfrutar con esta gente. No os lo perdáis.

Restaurante La Yerbita en Sobarzo: He podido volver

Bueno, por fin me animo a escribiros, parece que los Larpeiros andamos un poco vagonetas, pero es que en estos tiempos es complicado sacar un rato para contaros cosas, y se de buena tinta que tenemos muchísimo que escribiros.
Pero a lo que vamos, el otro dia por fin pude volver donde nuestros queridos amigos Alberto y Marian, y nos encanta ver que el local sigue con fuerza y con ganas después de los años que llevan bregando.

Fuimos dos para comer, sin prisas, sin agobios, íbamos para disfrutar de nuestro momento y así lo hicimos, así que una vez que la cosa estaba más tranquila pasamos a la mesa y pedimos, dispuestos a zampárnoslo todo, como santos comedores que somos.
Pedimos todo para picar, menos el postre, más que nada porque en ese apartado los cuchillos vuelan hacia la mano que osa probar el plato.
Venga, vamos a por la comida:
Empezamos con Ensalada de paleta ibérica, cherrys, ciruelas y frutos secos con rulo de queso a la plancha. Muy rica la verdad, quizá un pelin alta de sal, pero ese es un sabor nuestro, por lo demás esta ensalada siempre entra muy bien, el rulo muy sabroso, y el jarabe de módena rico. Buena ensalada.

Seguimos con Berenjenas en tempura de curry con miel de caña, muy bien elaboradas, acertado punto de curry, presentadas de forma divertida y la miel para hacer tostas y liarte a bocados con ella. Me quería recordar a esa miel del querido amigo de Yaganat.

Nos animamos como plato principal a pedir un Tataki de atún rojo, hummus lebaniego y alga wakame, maravilloso, punto exacto, sublime, desapareció en un santiamen, ni hablamos entre nosotros, solo cuando estábamos untando el plato dijimos que estaba genial, y el hummus estupendo, un buen plato en el que todos sus componentes casaban muy bien.

Pedimos dos postres Brownie con helado de mango

y torrija con helado de chocolate, que fueron tales las ganas de comérmelo que ya veis las foto que hice de este postre.

Ambos estaban ricos, pero recordábamos los postres algo mejores.
Bebimos Envidia Cochina 2014, no le habia probado y tenía ganas, y he de decir que es un Rías Baixas muy normalito, no compraré más botellas, creo que Eladio Piñeiro sabe hacer mucho mejor vino.

Unos cafés muy sabrosos y nos fuimos a dar un paseo a ver si bajamos la barriga. De corazón os digo que vayáis donde esta gente porque hace las cosas con mucho amor, y de eso falta mucho en Cantabria, donde en muchos locales parece que te hacen un favor por darte de comer

Gracias Alberto y Mariam, por hacernos pasar una vez más un momento inolvidable.

Taberna Pedraza: Por fin pude volver

Un año ha pasado de la primera vez que estuve en Taberna Pedraza de Madrid. Aquí tenéis nuestra impresión de aquella visita. Volví al día siguiente, y por casualidades del destino, pude volver a mediados de este Septiembre. Tenía claro que el local iba a triunfar, una gran materia prima, tratándolo con gran cariño. Así que cuando Santiago me dijo que iba a ampliar el negocio, y las ideas que para ello tiene me alegré de todo corazón. Estoy convencido que la calle Ibiza cambiará en poco tiempo.

¿Qué cenamos? Un montón. Mejor decir ¿qué zampamos? porque nos pusimos como santos cerdos, con el estómago y el paladar super agradecidos. Vamos a ello:

Fuet artesano de Olot con Pan de Coca y Tomate de Colgar:

En la sencillez es donde está el éxito, el pan bien tostado, la presentación muy buena, y todo exquisito, casi me cojo el fuet y me lo como a mordiscos.

Tortilla de Betanzos, con huevos de corral de gallina joven:

10.000 tortillas han conseguido vender ya, y es que son una pasada, no se puede ir a Taberna Pedraza y no disfrutar de una de las mejores tortillas del país. Y no exagero, id y decidme que no tengo razón, porque sé que la tengo. Es la tercera vez que la comemos y esperamos que sean un montón de veces más.

Sobrasada Atemperada con Miel de Tomillo:

A sus pies Carmen y Santiago, por elegir un producto tan espectacular y por elaborarlo sin enmascarar, con un toque de tomillo sublime, para untar, untar y no parar, la sobrasada presente, pero el toque final de esa miel es la bomba. Miel que Santiago se encarga de buscar a pequeño productor. Es que me quedo sin adjetivos para decir lo bueno que está esto.

Croquetas cremosas de Jamón de Bellota, 100% ibérico puro:

Cuando Santiago llegó al local, ya habíamos pedido, pero le dijimos saca lo que tu creas que merezca la pena que probemos, y ahi señor, que croquetas. Que me perdone pero es la primera vez que digo que están mejor que las que hace mi madre. ¿Vosotros sabéis lo difícil que es trabajar una croqueta con esta cremosidad? Es un trabajo arduo y de mucha dedicación, ¡qué bechamel! ¡qué jamón! Menos mal que sólo nos sacó dos croquetas, porque me hubiera metido por pecho y espalda media docena yo solo.

Hamburguesa de Buey Gallego Madurado con Patatas Chips Caseras:

Este plato aquí alcanza un nivel realmente alto, sabrosa carne, en un punto perfecto, las chips sublimes, las salsas son una pasada, y una vez más la presentación es perfecta, sencilla, ¿pero eso es lo difícil no? conseguir que la estrella sea el producto.

Mini Queso Torta de Trujillo, Finca Pascualete:

Pues que casi nos zampamos todo, la mermelada, la bandeja, la costra del queso, una barra de pan. Queso sabroso elaborado con leche cruda de oveja de Extremadura, si os gusta el queso, con este vais a flipar, de verdad.

Quesada tradicional pasiega:

Creo que hasta los de El Macho de Selaya alucinarían con esta quesada, templadita, sabrosa, difícil de mejorar.

Bebimos también un Montsant con Garnatxa y Syrah: Selenita 2011, frutal, potente, de fácil beber, la botella desapareció, y sólo bebía yo vino. Os podéis hacer idea de lo bien que entraba. y con la comida hizo una armonía de esas que te tiras a rolos al suelo de gusto. Recomendación muy acertada de nuestra querida amiga Maria de Scott Henry

Vale, hasta aquí, tomamos orujos, cafés, bien para acabar una velada que pasará a formar parte de las noches de los Larpeiros, estará para siempre en nuestro recuerdo. La tercera visita que hacemos y la mejor, sin desmerecer las anteriores. Sabíamos que iban a más pero la experiencia a superado las espectativas.

Un apunte que no podemos dejar pasar. Gracias Javi, de corazón, porque hiciste nuestra cena un auténtico placer. Gracias Javi, porque tu haces que la palabra camarero alcance su significado total. Amable, vendedor, simpático, pero sabiendo cuando estar, cuando desaparecer, pendiente pero sin agobiar. Javi, tu eres un CAMARERO, con mayúsculas. Una vez más y todas las que hagan falta gracias por tu servicio. Aunque por supuesto te lo dije a ti en persona, creo que los que siguen este blog, saben la importancia que damos al servicio, y que la mayoría de los que escriben ni se ocupan.

Taberna Pedraza en la Calle Ibiza 40 de Madrid. Volveremos

Taberna Pedraza: Por fin pude volver

Un año ha pasado de la primera vez que estuve en Taberna Pedraza de Madrid. Aquí tenéis nuestra impresión de aquella visita. Volví al día siguiente, y por casualidades del destino, pude volver a mediados de este Septiembre. Tenía claro que el local iba a triunfar, una gran materia prima, tratándolo con gran cariño. Así que cuando Santiago me dijo que iba a ampliar el negocio, y las ideas que para ello tiene me alegré de todo corazón. Estoy convencido que la calle Ibiza cambiará en poco tiempo.

¿Qué cenamos? Un montón. Mejor decir ¿qué zampamos? porque nos pusimos como santos cerdos, con el estómago y el paladar super agradecidos. Vamos a ello:

Fuet artesano de Olot con Pan de Coca y Tomate de Colgar:

En la sencillez es donde está el éxito, el pan bien tostado, la presentación muy buena, y todo exquisito, casi me cojo el fuet y me lo como a mordiscos.

Tortilla de Betanzos, con huevos de corral de gallina joven:

10.000 tortillas han conseguido vender ya, y es que son una pasada, no se puede ir a Taberna Pedraza y no disfrutar de una de las mejores tortillas del país. Y no exagero, id y decidme que no tengo razón, porque sé que la tengo. Es la tercera vez que la comemos y esperamos que sean un montón de veces más.

Sobrasada Atemperada con Miel de Tomillo:

A sus pies Carmen y Santiago, por elegir un producto tan espectacular y por elaborarlo sin enmascarar, con un toque de tomillo sublime, para untar, untar y no parar, la sobrasada presente, pero el toque final de esa miel es la bomba. Miel que Santiago se encarga de buscar a pequeño productor. Es que me quedo sin adjetivos para decir lo bueno que está esto.

Croquetas cremosas de Jamón de Bellota, 100% ibérico puro:

Cuando Santiago llegó al local, ya habíamos pedido, pero le dijimos saca lo que tu creas que merezca la pena que probemos, y ahi señor, que croquetas. Que me perdone pero es la primera vez que digo que están mejor que las que hace mi madre. ¿Vosotros sabéis lo difícil que es trabajar una croqueta con esta cremosidad? Es un trabajo arduo y de mucha dedicación, ¡qué bechamel! ¡qué jamón! Menos mal que sólo nos sacó dos croquetas, porque me hubiera metido por pecho y espalda media docena yo solo.

Hamburguesa de Buey Gallego Madurado con Patatas Chips Caseras:

Este plato aquí alcanza un nivel realmente alto, sabrosa carne, en un punto perfecto, las chips sublimes, las salsas son una pasada, y una vez más la presentación es perfecta, sencilla, ¿pero eso es lo difícil no? conseguir que la estrella sea el producto.

Mini Queso Torta de Trujillo, Finca Pascualete:

Pues que casi nos zampamos todo, la mermelada, la bandeja, la costra del queso, una barra de pan. Queso sabroso elaborado con leche cruda de oveja de Extremadura, si os gusta el queso, con este vais a flipar, de verdad.

Quesada tradicional pasiega:

Creo que hasta los de El Macho de Selaya alucinarían con esta quesada, templadita, sabrosa, difícil de mejorar.

Bebimos también un Montsant con Garnatxa y Syrah: Selenita 2011, frutal, potente, de fácil beber, la botella desapareció, y sólo bebía yo vino. Os podéis hacer idea de lo bien que entraba. y con la comida hizo una armonía de esas que te tiras a rolos al suelo de gusto. Recomendación muy acertada de nuestra querida amiga Maria de Scott Henry

Vale, hasta aquí, tomamos orujos, cafés, bien para acabar una velada que pasará a formar parte de las noches de los Larpeiros, estará para siempre en nuestro recuerdo. La tercera visita que hacemos y la mejor, sin desmerecer las anteriores. Sabíamos que iban a más pero la experiencia a superado las espectativas.

Un apunte que no podemos dejar pasar. Gracias Javi, de corazón, porque hiciste nuestra cena un auténtico placer. Gracias Javi, porque tu haces que la palabra camarero alcance su significado total. Amable, vendedor, simpático, pero sabiendo cuando estar, cuando desaparecer, pendiente pero sin agobiar. Javi, tu eres un CAMARERO, con mayúsculas. Una vez más y todas las que hagan falta gracias por tu servicio. Aunque por supuesto te lo dije a ti en persona, creo que los que siguen este blog, saben la importancia que damos al servicio, y que la mayoría de los que escriben ni se ocupan.

Taberna Pedraza en la Calle Ibiza 40 de Madrid. Volveremos

Bodega la Montaña 15ª Jornadas de la cocina andaluza

Pues aquí ando, tiempo ha que no escribo en este blog, eso no quiere decir que haya perdido contacto con este grupo de gente, pero bueno, no siempre uno tiene las ganas de contar por donde anda o sus emociones. Pero es que hoy os traigo un gran expericiencia que vivimos en esta bodega de la que ya os hemos hablado en otras dos ocasiones. La primera fue José Domingo en Febrero del 2012 (aquí)  y la segunda fue Minniky el pasado Mayo en una cata maridaje con Zárate (aquí) así que ya véis que alguna vez que otra andamos por este local.

Pues bien, hoy os quiero decir que están de jornadas gastronómicas, me mandó Ankabri un mensaje si por favor podía ir, y aquí estoy para contároslo y decir que aún tenéis hasta este Domingo 19 para disfrutar con ellos.

Una pequeña carta con 9 platos son los que componen estas jornadas, y por supuesto pedimos varios de ellos para picar y probarlos.

Una pena no pudiéramos pedir la tortilla de camarones, pues fuimos al mediodía y dijeron que no la hacían porque estaban muy liados, a ver si podemos ir una noche y tomarla, aunque será difícil, lo cierto es que estaban llenos y doblando un montón de mesas.

Empezamos con Salmorejo, supercremoso, como debe ser, agradable, temperatura perfecta, esa que se nota que no está sacado directamente de la cámara o un cuarto frío, y muy bien el punto de ajo, realmente genial para estos días de calor.

Ah pedimos para beber Bicos Da Ran 2014 de Zárate, la verdad que para olvidar, creo que lo mejor que lo resume es decir que es una trapallada de vino. No digo más de él. Bueno sí una cosa, no me gustó nada que trajeran la botella abierta ya del office, pero bueno eso es sólo un detalle.

Lo siguiente fue Jamón de Jabugo y Lomo de Caña con Picos Artesanos. Jamón cortado a cuchillo, muy sabroso un pelín alto de sal pero agradable, el lomo buenísimo la verdad, los picos ya les hemos comido otras veces, son los que suelen poner para acompañas el Divirín. Una buena ración de embutido de buena calidad.

No podían faltar los Langostinos de Sanlúcar y las Gambas de Huelva. Nos quedamos sin palabras de la buena ración y de lo bien cocidos que estaban. Una vez más la cocina tiene buena mano. Creo que cuando tienes un gran producto, cuanto menos lo elabores hoy en día es lo que realmente se agradece.

Y terminamos con Queso Payoyos de la Sierra de Grazalema. Una buena tabla de tres tipos de queso, 100% Oveja, cabra y oveja y el último 100% de cabra. Muy ricos al cual mejor, debéis de ir a probarlos de verdad. Iban acompañados de una mermelada de Naranja realmente apetitosa

Terminamos con café (bastante bueno la verdad) y un chupito de orujo (también ya servido en el vaso, eso no me parece bien) Me gustaría que los locales se pusieran las pilas, si tienen varios whiskies, rones y no digamos ya ginebras, ¿Por qué no varios Orujos? ¿Por qué si estamos, según nosotros, en la mejor tierra de orujo, los restaurantes no tienen varios donde el cliente pueda elegir? Ahí dejo la pregumta.

Decir que el servicio fue muy amable, simpático y familiar. Nos gustó mucho como nos antendieron todos desde el principio. Nos pareció raro que no hicieran reservas, pero entiendo que así aprovechan y no corren el riesgo de dejar mesas sin ocupar, y más hoy en día que parece hay una corrtiente de gente que reserva y luego no aparece. Ya escribió sobre ello Pilar en el Periódico y en las redes la cosa estas navidades ha sido muy tratada.

Resumiendo, aprovechad e ir a Bodega La Montaña, seguro que os gustará.

Déjame que te cuente Limeña: Pate (III) por Nacho

Pues maravillosamente, Nacho no trae la tercera parte de “Déjame que te cuente Limeña III” el dice que será la última parte, nosotros esperamos poder liarle para que nos cuente alguna experiencia más, entre tanto, disfrutemos con su texto:

Déjame que te cuente, limeña” (y 3)

     El segundo se encuentra ubicado en un local de solera, y conserva su viejo nombre: “La Cueva”, en la calle Cisneros.
      Me lo aconsejó Mil, una encantadora y preciosa jovencita a cuya madre vi llevar comida al pub donde trabaja una vez pues no había tenido tiempo de desayunar ese día; y que consistía en media docena de plátanos, un litro de zumo de naranja recién exprimida y un gran bocadillo de jamón serrano. Un “pequeño tentempié” que le duró tres días a pesar de los ruegos de su madre de que “lo comiese todo”. Así son los peruanos -y “las madres de peruanos”- en lo de comer.
      El encanto del local es una gruta artificial donde se encuentran las mesas, un antiguo refugio contra los bombardeos nazis durante la guerra civil. Afortunadamente no le han reformado ninguno de sus propietarios a lo largo del tiempo lo mas mínimo y conserva intacto su atractivo (a algunos conocidos les da claustrofobia, pero a mi me encanta, para gustos…).
      Lo lleva la familia Martínez, de Lima, siendo Eduardo el encargado de la cocina. Cierra los lunes y allí seréis atendidos por unas amables jovencitas que os explicarán los ingredientes y secretos de cada plato.
      Una de ellas, Daysi, fue la que me contó eso de que “a veces los peruanos comemos por comer” que me explicó lo de la superabundancia de las raciones en tres segundos.
      Si os gusta el pescado podéis degustar desde la JALEA, que consiste en una dorada cortada en tiras y rebozada servida con lima y yuca frita, hasta la PERCA SALTADA que es ese pescado marinado en cítrico con una salsa a base de mahonesa ligera con ajo y comino; pasando por el buen CEBICHE; la LECHE DE TIGRE (si, yo también puse cara rara) que consiste en trocitos del pescado con el que se hace el cebiche con su blanquecino jugo de marinado incluido al que vi añadir a una mujer salsa picante como si no hubiese un mañana; o la PARIHUELA (si, el nombre se las trae), una dorada con una salsa muy rica con gambas, mejillones, cangrejo y magano.
      La carne está sobre todo representada por pollo asado (le encanta y se sirven cantidad de raciones), lomo de cerdo y los curiosos ANTICUCHOS, brochetas de corazón de res a la parrilla servidos con salsa mahonesa con ajo y  un toque de mostaza y patatas cocidas.
      Claro, quien habla de Perú necesariamente habla de patatas, pues fueron ellos quienes nos las regalaron al resto de la Humanidad y literalmente quitaron el hambre a muchas generaciones de europeos. 
      Me contaron que es una pena que aquí no se puedan hacer con las mil y una variedades de ellas que existen allá (en realidad creo que son unas cuarenta), pero se defienden bien con las “delicias de Valderredible” y también se consumen en cantidad.
      Os recomiendo la CAUSA RELLENA, patata prensada que cubre a capas bien atún o pollo. Muy buena.
      De picantes entienden mucho, y personalmente os recomiendo el AJÍ, una salsa que en mi casa ha desbancado a los “Tabascos” que me han acompañado durante décadas pues me parece mucho más sabrosa y, para los más valientes, el ROCOTO. Precaución con él: quema.
      No soy de postres, pero me dijeron que los hacen en el propio local y que se especializan en PAI DE LIMÓN, una especie de dulce a base de limón y clara de huevo.
      En resumen, si tenéis un día gastronómicamente un poco exótico os recomiendo estos dos locales en los que los tragones encontraréis el Paraíso Terrenal y el resto disfrutamos de unos platos ricos de verdad servidos con verdadero cariño por una gente muy amistosa y cordial. 
      Bon appetit!.
NOTA: Si existe algún error en la descripción de los platos se debe a que mi paladar            estaba desafinado en ese momento (como en muchos otros) y nunca al hacer de los cocineros. Tal vez ingredientes se hayan quedado en el tintero y puedan existir pequeños errores el la confección de los platos. Uno no es profesional de esto. Gracias.
By Nacho.

Déjame que te cuente Limeña: Pate (II) por Nacho

Bueno queridos amigos, hemos tenido suerte y Nacho nos trae su segunda parte de “Déjame que te cuente Limeña” Sus visitas a restaurantes Peruanos en Santander. Como digo un placer leerle, de verdad merece la pena:

“Déjame que te cuente, limeña” (2)

      He de decir en principio que los restaurantes de los que os voy a hablar, al ser de cocina tradicional, comparten algunos platos en sus cartas; e intentaré explicarlos sin que ello signifique necesariamente que en uno me gustase más que en el otro, sino porque no quiero repetirme en las descripciones.
      El primero que visité en orden cronológico fue “La Mar Brava”, sito en la calle Ramón Sanz de Adana y con la familia Chumpitaz como propietaria. Gente de El Callao, así que de pescado saben.
      El local es pequeño y se nota a todas luces que fue un bar de barrio, e incluso no excesivamente bien tratado. Y un tanto difícil de localizar de primeras.
      Daniel, el cocinero, es una persona sumamente agradable y competente en los fogones, y se está aplicando en reformarlo al tiempo que da de comer a un montón de gente. También supimos después que es un consumado bailarín de danzas tradicionales de su país, y varios títulos de “campeón de baile” adornan una de las columnas del local.
      No está de más reservar mesa en el tfn. 942 140 631 por si las flys, sobre todo los fines de semana y las “horas punta”, aunque da de comer a todas horas desde la una del mediodía.
      Probablemente os atienda Laura, su esposa, que se encarga de las mesas y la barra y os explicará en qué consisten los platos.
      Allá que me presenté la primera vez para mi bautismo gastronómico peruano con dos amigos con el fin de invitarles, pues por esas fechas la Tierra dio otra vuelta completa sobre su elipse y se conmemoró la fecha que yo denomino “Otro Clavo en mi Ataúd” y que otros llaman “Cumpleaños”.
      Dada nuestra ignorancia dijimos a Laura que nos diese de comer como quisiera, y rápidamente nos preguntó: “¿Tienen hambre?”.
      La verdad es que si había, y respondimos afirmativamente y muy contentos. Error.
      Ya expliqué en la entrada anterior que las raciones son de tipo “3XL”, y cuando nos sirvieron los primeros nos dimos cuenta de que no saldríamos fácilmente de allí.
      Compartimos las raciones, y de primeras nos llegó lo que se puede considerar un plato-degustación: una RONDA MARINA, compuesta por una ración de CEBICHE (o “CEVICHE”, en eso no se ponen de acuerdo), del (no “la”) CHAUFA, un riquísimo arroz suelto perfumado y con un sabroso toque cítrico y sus “tropiezos” y LOMO SALTADO, tiras de lomo de cerdo asado con patatas fritas y un huevo frito coronándolo todo.
      Otro plato también clásico es el llamado AEROPUERTO, donde también se nota la influencia de gastronomía de la numerosa emigración china y japonesa a Perú. Son productos típicamente de cocina oriental al gusto peruano, que incluye rebozados que recuerdan la tempura.
      Se compone de un totum revolutum de arroz, fideo chino, pechuga de pollo y cerdo fritos y tortilla francesa troceada. Muy bueno.
      Acompañamos la comida con cerveza “Cusqueña” en sus dos variedades, rubia y negra, y no me pareció gran cosa ninguna de las dos. Demasiado dulces y flojas.
      Daniel, el cocinero y propietario, salió a contemplar nuestra derrota, y exclamó: “¡Venció Perú!”. Reímos.
      Saciados y satisfechos hablamos un rato con él y nos dijo algo que yo había oído por ahí y es que la cocina peruana se está poniendo de moda en el Viejo Continente, y que su representante más conocido es Gastón Acurio, que triunfa en Madrid y en Europa y al que incluso quisieron proponer para Presidente del Gobierno peruano –no me extrañó demasiado, recordé al nuestro y…- que le proporcionó una anécdota sin querer: el mismísimo Acurio le felicitó en un tweet en su inauguración (y creo que no suele hacerlo), y desde entonces el bueno de Daniel tiene centenares de “seguidores” por todos lugares.
      La segunda vez fui solo, y me pedí un CEBICHE MIXTO de entrada. Fabuloso.
      Perdón, ¿dije “fabuloso”?. Pues no, FA-BU-LO-SO es más exacto.
      Servido en una especie de “navío de loza” sobre conchas marinas con patata cocida y dos clases de maíz y un vaso de “chupito” con el líquido del marinado. Juro por Odín que no he comido cosa igual. Y conste que me gusta el pescado de siempre y lo como con frecuencia.
      Tuve la suerte de que me acompañase en la mesa mientras comía él mismo y solo diré que hablar fue un placer y me enseñó cosas absolutamente desconocidas para mi, y calificó a su local como un con una expresión peruana que dice mucho: “WARIQUE”, que viene a significar “local semi-escondido y bueno”. Ya os dije que es incluso un tanto difícil de encontrar.
      De segundo (uno no escarmienta) me fue servido un magnífico POLLO ASADO con YUCA FRITA y ENSALADA; con una salsa de mahonesa ligera y otra de ají suave; pollo que el mismo Daniel macera previamente en un preparado absolutamente secreto y confidencial que según me contó solo pasará a sus hijos, María Laura y el pequeño y simpático Santiago.
      Excelente y muy recomendable. Sin más ni menos.
      Curioseando por allí pude ver lo que sirven como raciones para picar o entrantes, y me entre todos me llamaron la atención los TAMALITOS, que consisten en una masa de maíz (CHOCLO) rellena de carne, cerdo, pescado o pollo con huevo, ají y cacahuete, servido atado en una hoja de plátano enrollada. Otra vez será.
      Respecto a los postres –que decididamente no son lo mío- me llamaron la atención los caseros, entre los que se encuentra el SUSPIRO A LA LIMEÑA, una especie de dulce de leche o crema catalana con merengue cubriéndolo y flambeado posteriormente; y el ARROZ CON LECHE Y MAZAMORRA MORADA, el típico arroz con un budín de piña y manzana.
      También tiene una pequeña carta de cócteles basados en el licor nacional, el PISCO, pero decididamente tampoco es lo mío.
      En mi opinión merece mucho la pena conocerlo y degustar sus platos; y conste que no me une ningún tipo de relación familiar ni de negocios con ellos. Eso si, mi amistad la tienen, pero por méritos propios: son encantadores y muy amables.
      Me queda un tanto lejos, pero volveré pronto. Vaya si volveré.

By Nacho.

     
     

Déjame que te cuente Limeña Parte (I) por Nacho

Pues bien, por fin de un motón de e-mail, ruegos y demás empujones, nuestro amigo Nacho se anima a escribir una vez más para nosotros. Eso sí, esta vez no es un parto de los suyos, sino sus sensaciones de los restaurantes peruanos que se encuentran en Santander y que él conoce, así que sin más allá vamos:

“Déjame que te cuente, limeña…” (I)

      Tengo un gran amigo muy viajero, se llama José. Un amigo de esos tan excelentes que, en realidad, nunca llegas a saber por qué sigue siendo tu próximo durante tanto tiempo y de los que te suben la moral, pues te hacen pensar que algo bueno tendrás cuando alguien como él te sigue queriendo año tras año y década tras década.
      Él me inició en la comida vietnamita, por ejemplo, que también adoro. Él estuvo allí y en nuestros viajes por Francia – yo jamás me alejé tanto- siempre buscaba y me enseñó a buscar restaurantes anamitas y tonkineses que le recordaban un país que le fascinó como ninguno y que me enseño a querer en la distancia.
      También es de los míos. De los que afirmamos que “donde fueres, haz lo que vieres” y no se echa atrás cuando es invitado en algún país a participar en algo propio de allí, aunque supongo que no haya practicado el canibalismo ni espero que se haya afiliado ni siquiera temporalmente al Ku-Klux-Klan o al Estado Islámico.
      Se dio una larga vuelta por Perú, Ecuador y otros países sudamericanos, y siempre me dijo: “Conociéndote, a ti el cebiche te va a encantar…”. Pasaron años hasta que pude confirmarlo, pero de nuevo tenía razón. Y no solo el cebiche.
      Dado que mi época viajera terminó hace mucho y me temo que he echado sólidas raíces aquí, he tenido que esperar a conocer a inmigrantes para conocer su forma de ser y de vida que, aunque mediatizada por su llegada, conserva mucho de sus países de origen.
      Soy declaradamente “xenófilo”, y siempre miro –al menos de entrada- con simpatía a cualquier extranjero que se cruza en mi camino y también siempre procuro facilitarles las cosas; lo que me ha llevado a poder presumir de que he hecho amistades de todas las razas y de todos los continentes. Y de entre todos ellos unos de mis favoritos vienen de Perú.
      No voy a hablar aquí de otras cosas que de su gastronomía, pero me parecen muy buena gente y encantadores para conocer, invitar y charlar.
      Fruto de esas charlas puedo afirmar que conozco a tres mujeres limeñas que viven aquí, y de las que he aprendido mucho de muchas cosas; y de su comida… ¡Bueno!.
      Ellas me han contado qué restaurantes peruanos merecen la pena y cuáles no tanto de los 12 (¡doce!, yo tampoco lo imaginaba) que hay en Santander; y han hecho que me declare “fan incondicional” de su platos.
      Conozco solo dos. Se que no es mucho, pero según me contaron son los más cercanos  y significativos a la comida habitual de allá.
      Si esperas modernidades y “ferraadriádas” mejor no vayas. Sirven exclusivamente comida honrada, sabrosa y popular hecha y servida con cariño; y te hacen afirmarte en que volverás.
      Los nombres de los platos son curiosos y extraños, e indican poco o nada al no iniciado de lo que se componen a pesar de todas las indicaciones que mis amigas me dieron; pero tened la seguridad de que seréis atendidos con algo más que amabilidad y os explicarán todo con detalle y con el orgullo de lo hecho con cariño y profesionalidad.
      No son caros en modo alguno y –muy, pero que muy importante- , tened cuidado con los nombres sugerentes y extraños: se refieren a cantidades ingentes de comida por ración.
Y lo digo muy en serio. Hasta el punto de preguntar a una amable chica que nos sirvió en uno de ellos si habían considerado poner medias raciones (tampoco estaría mal el pensar en “1/3 de ración” dadas las cantidades), a lo que nos respondió que sus clientes peruanos se sentirían poco menos que ofendidos si las cantidades no fuesen las servidas, y añadió: “A veces en Perú comemos por comer…”.
      Esto me hizo elaborar una teoría sobre la marcha tras ver la cantidad de sabrosa comida que quedó en ambos casos, y que se me formuló así: “Sin duda los descubridores del Virreinato del Perú fueron extremeños y andaluces, pero no me cabe duda de que sus colonizadores fueron vascos. Concretamente del mismísimo centro de Bilbao”.
      Si. Les gusta la comida a los peruanos.
 (En una segunda entrada escribiré sobre los dos restaurantes visitados. Por favor, dadme tiempo pues voy a volver a probar más platos. Gracias).
     
     

Maridaje con Zárate en Bodega La Montaña

Siempre es un placer que se acuerden de una, gracias a los chicos de La Ruta Del Vino por hacerme un hueco en esta cena maridaje con los vinos de Zárate y los platos de la Bodega la montaña, fue una noche inolvidable, rodeada de grandes amigos, dejando hablar a los vinos, escuchando a los bodegueros (sí sí allí estaban Rebeca y Eulogio), degustando los platos confeccionados por Pilar y su equipo para la ocasión, compartiendo opiniones y un largo etcétera, bueno como no quiero aburriros con mis cosas paso a hablaros del maridaje.

Para empezar y en una calurosa noche que mejor que un gazpacho de fresas

y como acompañante Zárate Espadeiro, interesante maridaje que tendré que repetir puesto que yo que presumo de objetividad tengo dudas de en esta ocasión haberla perdido, me encanta el gazpacho de fresa y este estaba buenísimo, la variedad Espadeiro me vuelve loca y si está bien elaborada, como es el caso de Zárate, pues una se queda sin palabras. Decir que todo el mundo debería de probar, aunque solo sea una vez, este vino, es como trasladarse a Galicia, a mi me recuerda a mi infancia, a la casa de los abuelos con su finca llena de frutales, a las silveras , a los setos que rodeaban la casa por los que asomaban unas rosas blancas minúsculas e incluso al olor de los abuelos.

Continuamos con un nigiri de bacalao con alga wakame

Foto de Paula López

en esta ocasión el novio era Zárate Albariño 2014, Pilar nos sugiere probarlo con el Espadeiro con el que maridaba de miedo, del noviazgo con el Albariño no creo que termine en boda. El Albariño un vino mas que correcto a pesar de su juventud, el tiempo en botella lo hará grande. Una Minnikada, eché en falta mis palillos para comer este plato, nos pusieron salsa de soja con sus semillas de sésamo y para mojar un poco ese pedazo de nigiri pues ….

Seguimos con un tartar de salmón salvaje

abrazado por Zárate Tras da Viña Magmun 2012. El tartar demasiado condimentado para mi gusto una pena no encontrar ese sabor a salmón, el vino  tremendo, un terremoto  de sensaciones.Amplio, generoso un gran Rías Baixas al que le queda mucha vida por delante.

Y ahora nos sirven  la ensalada de salteado de langostinos con aguacate y mango 

y cuando veo que se acerca a mi copa ese Magmun de El Palomar 2013 y veo en ella ese tesorito sentí como un alivio y esa conjunción de Ensalada en el Palomar se hizo realidad . La ensalada templada me sorprendió y El Palomar me hizo temblar y era como asistir a la unión perfecta.

Y casi para terminar hamburguesa de tudanca rellena de divirín

amablemente acompañada de Zárate Loureiro tinto 2012. Pues sí que esta de moda lo de las hamburguesas Gourmet pero esta es LA HAMBURGESA, estoy salivando al recordarla, vaya tela, no os voy a dar más detalles vais y os pedís una. El Loureiro deciros que es un vino que no pasa desapercibido, es un complejo, para beber sin prisas y para una larga conversación .

Y para terminar filloa rellena de fresas con nata

casada con orujo blanco y muy amiga del aguardiente de hierbas de Zárate. La filloa muy bien conseguida, impresionante con el orujo blanco, orujo muy elegante y el aguardiente de hierbas intrigante .

Salud y buenos alimentos .

Escuela de Hostelería de Peñacastillo

Es curioso que el anterior comentario sobre un restaurante que os he traído fuera también en una escuela de hostelería. En aquella ocasión os hablé del Hotel Escuela Las Carolinas (aquí) y hoy os traigo la Escuela de Hostelería de Peñacastillo. Y lo hago porque creo que están haciendo una labor realmente buena. educando y enseñado a los chavales, a cocinar y a servir, abarcando todas las gamas posibles de esta profesión, servicio, sumillería, baristas, coctelería… Al igual que en cocina, pastelería, panadería, llegando a hacer ellos mismos el pan que sirven en las comidas.

Comentaros que la escuela abre su comedor al público, los Martes en horario de comidas, así que si os apetece ir, llamad al teléfono 942321650 y hacéis la reserva.

Entramos en la escuela y una alumna, que en esta ocasión le toca hacer de maître, muy amablemente nos pregunta el nombre al que está la reserva y nos conduce a la mesa, incluso ocupándose de separarnos las sillas y preocupándose de que estemos cómodos. ¿Cuantos locales de la región, incluso con estrella michelín, tienen este detalle?…

Mesa vestida con elegancia, con el marque de los tres primeros platos y el postre ya colocados. Y plato del pan, es increíble que eso me llame la atención, pero es que parece un menage a desaparecer, pena me da la verdad. Un pequeño apartado a mejorar sería el tema de las copas, son algo pequeñas para nuestro gusto, pero bueno, tampoco es tan malo el asunto.

Una pequeña minuta nos indica el menú que vamos a tomar, dado que no hay carta, sino un menú degustación para todos los comensales igual. Ya sabéis que eso a nosotros nos gusta, cada vez nos apetece menos pensar el qué pedir.

Empezamos con un aperitivo Crema de calabaza con virutas de jamón, muy bien presentado, con esas virutas y unos pequeños picatostes, la verdad que entona el cuerpo y te abre el estómago con ganas de comer más cosas.

Como entrante principal nos sirven Risoto de Setas, cremoso, quizá marcado un poco en exceso la mantequilla y ya sabéis los Larpeiros como somos para esto de los lácteos, pero en general agradable con unas setas bien hechas y el arroz de buena calidad.

De pescado hoy toca Chipirones a la plancha con Ali oli, buenos chipirones muy bien hechos, doraditos, con una cebolla caramelizada riquísima y un Ali oli que pocas veces hemos comido mejor, mira que siempre nos repite, pues hoy para nada, fino y en su punto.

Y llegó la carne en este caso fue Entrecotte de Vacuno con tempura de pimientos, buena carne, tierna, sabrosa, buen punto de plancha, y la tempura realmente sublime, esto es cuando decimos que la guarnición de un plato no debe ser cualquier cosa, sino algo que armonice realmente con el producto principal.

De postre nubes, bomba de fresa (rica no, lo siguiente) una tosta de almendra y el helado de Strachatella superlativo, sin un cristal, crema pura. Un buen final para una gran comida.

La bebida pues bueno, sin mucho misterio la verdad, de Blanco había Marina Alta 2014. Moscatel de Alejandría de Bodegas Bocopa D.O. Alicante, un moscatel seco de nariz maravillosa, pero que en boca se pierde.

foto de tusproductostipicos.es

El Tinto Puente del Lago 2013 Tempranillo. D.O. Ca. Rioja, para olvidar.

Y nos pusieron vino dulce para el postre un Pedro Ximenez Robles D.O. Montilla Moriles, que nos resultó muy agradable

Café Dromedario, chupitos y detalles a mogollón para un precio de precio 12€, no se puede pedir más.

No voy a dejar este escrito sin comentar lo que nos pareció lo más importante, la gente de sala, nerviosa, son de primer curso, imaginad las veces que han estado delante de un cliente, pero una vez más, lo que me llega al corazón es que esta gente que está aprendiendo pone unas ganas dignas de mención, con una sonrisa franca, con los nervios a flor de piel pero con una energía enorme. Esperemos que esos empresarios voraces y feroces que hay, nunca les quiten esas ganas (por suerte, auque pocos, en Cantabria les hay buenos) Les quiero dar las gracias desde aquí por hacernos pasar un rato inolvidable, agradable y para repetir. Se que lo van a leer, porque un gran amigo de los Larpeiros les hará llegar esta entrada. Y esa persona sabe que ese día los comensales tenían algo muy grande que celebrar, estar juntos, y qué mejor sitio para ese momento que la Escuela de Hostelería de Peñacastillo. Gracias, Graciñas, de todo corazón.