Pasión por la buena restauración, cansados de leer lo mismo de siempre, un punto de vista del propio usuario de restaurantes y compradores de vinos, y demás bebidas. #BeberOCatar, #ApertasDoViño
Es curioso cómo a veces conoces a las personas. Nunca olvidaremos la primera vez que tuvimos la oportunidad de hablar con Pepe, estábamos de paseo por el campus de la Universidad de Santiago de Compostela, y habíamos quedado con el para visitar la conservera del genial Peña. Íbamos a quedar para el día siguiente y nos invitó a cenar en su vinoteca en Padrón. Como podéis imaginar, nosotros es difícil que rechacemos una invitación, así que para allá fuimos; y si Pepe es un tío de verdad extraordinario, su pareja Maica es increíble. Todo amabilidad, y atención para con nosotros, nos sentimos agasajados, un auténtico placer la verdad. Y de eso hace ya más de 7 años.
Hemos tenido la suerte de ir viendo como su negocio va poco a poco creciendo (no sin mucho esfuerzo y sacrificio), y hace ya un par de años que han montado también el Restaurante OSecreto, decorado con mucho gusto. Un local moderno donde apreciar la gran cocina casera de Maica, y poder degustar los vinos, aceites, y demás productos tratados con un gusto exquisito.
Su dirección es:
Avda. da Estación, 9 – Baixo
15900 Padrón.
Los Teléfonos 981-81-06-95 y 637-75-95-27
y el e-mail: info@osecreto.com
El restaurante merece la pena que lo conozcáis, si vais por Padrón es visita inexcusable, sino dais con ellos dejarnos un comentario y os diremos como llegar exactamente.
El local está divido en tres ambientes.
La Tapería, algo más informal para tomarse una tapa y un buen vino.
El restaurante propiamente dicho, donde comer y cenar algo más formalmente.
Hay grandes restaurantes, que todos conocéis que no tienen una vinoteca como esta, todo un detalle para que os deis cuenta como piensa esta pareja en que la gente que los visite disfrute de verdad.
Y la tienda, donde poder comprar sus vinos y delicatesen a unos precios sin competencia.
Esperamos os deis una vuelta por allí y nos contéis vuestra experiencia que seguro será inolvidable.
Después de mucho tiempo conseguimos quedar con nuestros queridos amigos de Ferrol, y para celebrarlo nos fuimos a comer con ellos. Elegimos Narón en concreto el restaurante Italiano Cambalache. Era un día festivo y a la hora de hacer la reserva, nos recalcan mucho que tiene que ser a las 14 horas, que no hay más opción, pues bueno qué le vamos a hacer, ajustarnos al horario. Somos 4 adultos y 3 niños, y a la hora en punto estábamos en la entrada, junto con otras 15 personas aproximadamente. Se ve que esta es la hora normal de quedar con la gente. Esperamos un rato a ver si aparecía alguien, la verdad se nos hizo largo y ya nos puso mal cuerpo. Con muy poca amabilidad nos llevan a nuestra mesa, excesivamente justa, pero claro el metro cuadrado es muy caro. Nos ponen encima de la mesa las típicas cartas de franquicia y ala a elegir. Me vais a perdonar, pues siempre os pongo lo que pedimos y sus fotos, pero esta vez no, pues fue una experiencia bastante mala. De hecho no iba con la idea de currar, sólo teníamos ganas de disfrutar de la compañía de nuestros amigos, pero tuvieron detalles tan malos que no puedo dejarlos sin contar. 1º Tardaron casi media hora en tomarnos la comanda. Es más, se notaba una falta de organización puesto que tomaron nota antes a una mesa que había llegado más tarde. 2º Pedimos un plato de pasta para cada niño, 2 picoteos y segundo plato para los adultos, nos ofrecen traer primero lo de los niños, decimos que si, un buen detalle por su parte, y la verdad sólo tardaron 1 hora en traerles la pasta, sí, lo que habéis leído, 1 hora. Y encima, a los adultos, no nos cambiaron los cubiertos, para el segundo plato, así que a comer la pasta con el tenedor lleno del vinagre de la ensalada. 3º En traer el picoteo tardan unos 20 minutos, pero entre el picoteo y los segundos 3/4 hora de espera, y no estoy exagerando pues no pedimos café ni postre y salimos del restaurante a las 16:15. Dos horas en un restaurante italiano si hubiera tenido una estrella michelín no salimos en todo el día. Seguramente muchos dirán que claro, como era festivo, había demasiada gente y no daban realizado todo el trabajo. Pero yo digo que ellos ya sabían la cantidad de trabajo que tenían por las reservas, ese día hicieron bien de caja a cuenta de no tener el personal suficiente y dando muy mal servicio. La comida por lo menos no estaba mal, excepto mi risotto con setas, que era una pasta de arroz, sin sabor y encima después de la espera, frío. El servicio muy malo, ya lo dije, y no sólo por lo que tardaron, lo de pedir una segunda cerveza ya fue la bomba, sino que dado el estress, ni ganas de sonreír al cliente tenían, todo eran malas caras, pero hoy no era culpa de ellos sino del responsable de organizar el trabajo. Una experiencia para olvidar, no es la primera vez que íbamos, pero nunca fue en festivo, es una pena porque no se come mal del todo, y antes de ser franquicia lo hacían mejor. Quien sabe si volveremos, por supuesto si nuestros amigos dicen de ir lo haremos, sin pensarlo, porque gracias a su compañía fue un día realmente maravilloso. Como siempre esperamos vuestros comentarios y criticas que para eso estamos.
Restaurante Cambalache Al lado del centro comercial ODEON de Narón
Justo cuando nos sentamos nos miramos los tres, y sin nada que decir, sin ningún comentario que realizar nos dimos cuenta que pensábamos lo mismo, y es esa sensación que tenemos muchas veces de ser diferentes, de ir contracorriente, y ahora os explico por qué. Estamos en el tan conocido Bulevar de la Sidra en la preciosa ciudad de Oviedo, un día festivo, Domingo para ser más esactos, muy concurrido de gente, y todos los restaurantes a tope, por lo menos en las terrazas (pues era a medidados de Septiembre), ofreciendo el menú del día a precios de crisis y en todos la tan famosa Fabada Asturiana, estábamos buscando uno para comer, subimos y bajamos la calle dos veces y al final vinos el Restaurante A Tortas estaba vacío, sin menú del día pero con una decoración diferente, y una carta sujerente para picotear y por eso lo elejimos, lo dicho vamos siempre a contrariente. Se que muchos podeis pensar que ya que estábamos allí deberíamos tomar lo típico, pero tenemos la suerte de tener familia muy cercana que hacen una fabada más que espectacular, por algo parte de nuestras raices son Asturianas, por ello preferimos algo diferente.
Restaurante con decoración moderna con mesas altas a todo lo largo del local y una barra a la derecha, con una carta pensada en que la gente se pida Tortas (un bollito de pan relleno) de ahí el nombre, tienen una gran variedad de ellas, para todos los gustos, divididas en frías y calientes, aunque tambíen en la carta tienen ensaladas, y picoteos, y una pequeña carta de vinos, de esta no hablaremos pues se nota la procedencia de una bodega de la propiedad, podrían hacerla más variada pero siempre hay que barrer para casa. Pedimos como tortas calientes:
TORTA DE CALAMARES AL ALI-OLI
TORTA DE PISTO CON HUEVO ROTO
Ambas tortas son tal cual su nombre, muy ricas y en un punto perfecto.
Pedimos también Ensalada de Chicarro, que llevaba cebolla, lechuga, tomate, huevo, aceitunas negras y chicharro de barril, muy rica y fresca, la pena el aceite y el vinagre lo pueden mejorar un poco. Picamos un Pavo Crujiente con ali-oli y salsa rosa, que estaba muy apetitoso, con un rebozado exquisito y las salsas buenas, acompañaban muy bien.
Y lo mejor fueron los TORREZNOS espectaculares, pedimos otra ración porque estaban de vicio, todo un acierto. Pinchan en el tema de postres algo que deberían mejorar. Todo ello regado con agua y unas cervezas Grimbergen de Barril muy bien tiradas, con café pagamos 36,90 €. Todo un acierto que nos hace afianzarnos en seguir por nuestro camino de ser nosotros mismos aunque a veces nos cueste críticas pero nosotros siempre les castigaremos con nuestro látigo de la indiferencia. Puntuación: 6 Pasable
No siempre tiene que ser alta restauración, y ni mucho menos restaurantes típico o atípicos de menú del día o similares, llevamos bastante tiempo pensando en ello, y la verdad que al final creemos que tenemos que hablar de este café-bar que tanto nos gusta. Y ya no sólo por sus geniales hamburguesas, que luego os contaremos, sino por el maravilloso trato que siempre ofrecen José y Carlos, os hablamos de La Parada de New Mountain.
Foto enviada por José New Mountain
Están cerca del corte Inglés justo enfrente de los hijos de Gelín, un pequeño bar, con varias mesas donde tomar una rica Estrella Galicia de botellín, o cualquier combinado, refresco o la bebida que nos apetezca. Con una carta de raciones, y platos combinados, elaborados de forma casera y muy rica.
Nosotros siempre pedimos la hamburguesa New Mountain, que lleva: Tomate, huevo, cebolla pochada, bacon, queso, jamón york y como no, una hamburguesa muy generosa y de gran calidad, y con un pan de bollo realmente apetitoso. Nos encanta el detalle de poner la cebolla pochada, le da un sabor muy agradable.
Foto enviada por José New Mountain
Y además hoy nos pedimos unas patatas al ali-oli que siempre están inmejorables con la salsa en su punto exacto para que luego no nos repita en demasía.
Lo dicho animaros a ir por allí y pedir sus maravillosas hamburguesas (también las podeis pedir para llevarlas a casa), estamos segurísimos que no os van a defraudar.
Dirección: C/ Francisco Tomás y Valiente nº 7
Nueva Montaña
Tlfs: 620-837-963 y 942-053-220
No siempre hay que ir a hacer una crítica, a veces símplemente es conseguir escaparse y disfrutar en el local de unos amigos. Y eso es lo que vamos a hacer hoy, sin puntuaciones, sin críticas sólo contaros la cena que disfrutamos en este local sito en el pueblo de Bezana. La verdad que aunque la nueva dirección no lleve mucho tiempo el local si que tinene solera, aquel tan famoso por sus criadillas, mollejas y asadurillas, lleno los domingos y casi todos los mediodias a la hora del vermuth, y cuando piensas en el tiempo pasado y te entra la morriña te gusta que la gente que hoy lleva este negocio lo sabe hacer realmente bien, con platos caseros y quizá lo más importante con un trato cercano, alegre, divertido para pasarlo de verdad muy bien. Tiene unas 15 mesas y barra amplia a la izquierda donde poder tomar un picoteo rapido, con un mobiliario moderno. Y que conste que las mollejas que hacen son también espectaculares, hoy no las hemos pedido pero os aconsejamos que vosotros vallais y nos conteis. Somos dos para cenar y pedimos todo para picar empezando por :
Ensalada Canorín: con espárragos, lechuga, tomate, bonito, nueces, maiz, cebolla, aceituna negras y zanahoria. Sequimos con: Pulpo frito con pimientos: Los pimientos son del piquillo y el pulpo con ese toque doradito estaba muy rico.
Y después nos pedimos:
Tabla de salchichas: Un buen variado de salchichas acompañado con una ensalada de patata cocida, cebolla roja y mayonesa, y dos cucharitas con salsa Ketchup y mostaza, si os gustan las salchichas probadlas sin dudarlo.
Y también podeis aprovechar de su estupendo menú del día a un precio espectacular de 9 € (lunes a Viernes) y a 15 € (Sábados y Domingos) , con unos platos caseros hechos por Carmen y sus hijas realmente geniales.
Pagamos 43 € (perfecto) con 4 buenas cervezas, chupitos de orujo que no pueden faltar y unos cafés realmente geniales, los que me habéis leido en Gastrocantabria sabeis que con el café siempre soy muy puntilloso, pues para que os sirva de dato siempre que tengo la suerte de comer en esta casa pido dos cafés porque son de los que mejor están hechos en Cantabria y de la casa Dromedario para que luego diga esa firma que yo les tengo manía.
Dirección: C/ José María de Pereda, 12 39100 Santa Cruz de Bezana – Cantabria. Teléfono: 942-58-24-42 Pag web: www.casacanorin.es
Lo dicho daros una vuelta por esa casa de todos y para todos con un trato para disfrutar de verdad.
Ferrol, cómo nos gusta esta ciudad, grandes amigos tenemos en ella, y famila a la que queremos un montón, vamos varias veces al año y a ver si conseguimos empezar a contaros algo de sus bares, restaurantes y demás que por allí nos encontramos.Y vamos a empezar por uno que se encuentra en la calle Magdalena, Ábaco se llama el local, decorado entre una mezcla de pub inglés y cervecería irlandesa, con las mesas separadas, algo que da mucha intimidad, pero que es un problema si un día quieren ir a cenar 8 amigos, pues esas mesas no se pueden mover claro está.Con una carta de picoteo típica de la zona. Los dueños son los regentes del antiguo y famoso Carro de Meirás, anda que más de una nochevieja hemos pasado allí y unas cuantas copas con amigos o en la intimidad, algo que echamos de menos. Tiene una buena barra a la derecha y unas ocho mesas.Somos tres y pedimos todo para picar.Empezamos con ensalada de atún, lleva lechuga tomate y huevo una especie de Mixta, la pena que el aliño que nos ofrecen tanto el aceite como el vinagre son más que normalitos, que pena verdad que sea este un detalle del tan odiado por nuestra parte convoy que ponen, pero en fin esto a veces parece batalla perdida al igual que lo del plato del pan.Continuamos con tosta de longaniza y queso y tosta de paletilla ibérica y tomate. La primera con un punto picante muy agradable la pena es que la longaniza estaba excesivamente seca, y la paletilla insulsa, con buena pinta pero falta de sabor.Pedimos después media ración de ensaladilla, esta estaba rica sin misterios pero era lo que buscabamos muy apetitosa.Y terminamos con pasta de setas y jamón, lleva unos rizos de pasta con níscalos y paleta, nos llega un aroma más que agradable del jamón, estaba rico este plato.Para beber unas estrellas galicia 1906 por supuesto.La cena ascendío a 27 € bastante bien.
Como un apunte decir que el servicio fue bastante vulgar y hasta algo desagradable pero en fin que le vamos a hacer, es lo que hay a veces.
Una vez más traigo una visita que realizamos para la desaparecida Gastrocantabria en Enero del 2008 y que nunca vio la luz. Espero os resulte interesante y esperamos vuestros comentarios. Donde el tiempo se para. Esa sensación de lugar de siempre, por donde has pasado infinidad de veces. Esa casa en medio del jardín. Cuántas veces me he subido a la valla para verla mejor, cuando andaba con la bicicleta por todo El Sardinero, siempre me gustó, y qué alegría al saber que estaba arreglada para dar cabida en ella a un restaurante, con vistas a marcar pautas de trabajo en nuestra región, un empresario, con largo historial por grandes casas, que se asienta en los orígenes de su familia, y abre en Santander el restaurante Deluz. Unos jardines preciosos dan paso a un salón donde reciben muy amablemente, y nos invitan a pasar a la biblioteca para tomar un vino, es la biblioteca original de la casa, se está muy agradable, y acto seguido pasamos al comedor. Y hoy si que no nos meteremos con la decoración, es un contraste muy grande entre la biblioteca y el comedor, ni que decir de las mesas y sillas, pero bueno, comamos y comentemos.Nos traen la carta y nos comentan todo lo que tenemos fuera de ella, somos tres para comer y pedimos todo para compartir, la carta de vinos, con diseño original, podrá gustar o no pero si es diferente, con diversos caldos y varias denominaciones de origen, de buena calidad, pero como siempre se puede abaratar bastante. Nos decantamos por un Enrique Mendoza Peñón de Ifach. Ellos tienen un detalle de poner el agua en una frasca de cristal, creo que eso sería bueno si tuvieran carta de aguas.Comenzamos con tres tomates con tres quesos, como tomate lleva raff, seco y cherry, y los tres quesos son garmillas, jarradilla y de cabra. Original presentación de los quesos individuales, y todos los tomates juntos en un bol, está entretenido este plato, sabroso, comenzamos muy bien.Seguimos con Mil hojas crujiente de bogavante con salsa cardinal. Una pasta filo, dentro y sobre ella unos dados de bogavante bien guisados, y una cardinal muy ligera y sabrosa, bien conjuntado y de sabor agradable.Continuamos con papas asadas con crema de queso gorgonzola, una ración más que generosa de patatas asadas tipo cachelos, y una crema de queso espectacular, buenísima y en su punto, difícil de mejorar, un plato de los típicos, que se recuerdan durante mucho tiempo.
A continuación pedimos Noodles de arroz tailandeses, con langostinos, verduras y cilantro, llevan anacardos, zanahoria, puerro, soja y pollo, todo en su punto, bien preparado, un apunte de la cocina internacional que nos podemos encontrar en este local. Y para terminar 3 miniburgues con bacon crujiente, jamón crujiente, y tres quesos, un plato original acompañado de dos tipos de mostaza, y kétchup, sobre las burguer el jamón y el queso, la pena es que estaban demasiado hechas y bastante secas.Pedimos dos postres, el primero tarta de queso y el otro tarta de galletas. El de queso la típica tarta sobre un culis de fresa, bastante normalito y la tarta de galletas, intentando asemejar a la de la abuela pero no estaba ni parecida La verdad los postres no estaban a la altura, y no nos gustó que la carta que nos dieron como de postre, era de las cartas antiguas, dobladas justo por la parte de los postres, creo que esa casa se merece unas cartas de postre de verdad, no apaños de última hora. El tinto de bodegas Enrique Mendoza estuvo genial, servido con buena temperatura, de la zona de Alicante, elaborado con las variedades Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, un vino sabroso, de buena intensidad y con un persistente final, muy rico y sabroso. Comimos bien, y el servicio estuvo regular, bastante serio, y nos nos cambiaban los platos tuvimos que pedirlo para ya no mezclar más sabores, pero bueno son detalles que el jefe de sala puede arreglar, el café y chupito por desgracia para olvidar. La factura para los tres ascendío a 147.13, nos pareció algo caro, primero por lo dicho de los cambios de platos, ese precio creo que requiere un servicio en consonancia, y segundo las copas de vino en la biblioteca a 4 euros es excesivo, siendo además viña real plata, que no era un vino nada del otro mundo, y un café 2,50 por lo menos podían poner algo de petit-four para acompañarlo. Fdo: José Domingo
Puntuación: 5 Pasable
Capacidad 300 personas en distintos salones Precio medio carta 40€ C/Ramón y Cajal 18 C.P. 39005, Santander Web: www.deluz.es E-mail: deluz@deluz.es
Lo primero deciros que esta visita la realicé para la ya desaparecida Gastrocantabria, en Febrero de 2008, son más de dos años, con lo que pido disculpas pues seguramente algunos de los platos ya ni existan, pero creo que lo escrito es para que se lea, y al no haber sido nunca publicada pues aquí os la dejo: Recuerdo al poco de empezar en este mundo de la hostelería, allá por el añooo mejor no escribirlo, me gustaba coger la bicicleta e ir a buscar a los amigos, o incluso algún compañero de trabajo, y en nuestro pequeño rato de por las tardes (siempre que no tuviéramos guardia en el restaurante) subir hasta el faro, para disfrutar de las maravillosas vistas, y de la tranquilidad, que allí se respira. Pocos lugares hay como ese, donde llevar una buena lectura y relajarse. Ahora, desde el año 2005, tenemos una taberna restaurante, con una maravillosa terraza, en donde podemos, además, disfrutar de una buena cerveza o comer en compañía de las personas elegidas, les estoy hablando del Hipódromo de Bellavista. Fuimos dos personas a comer, para contarles la experiencia y poder ponerla en sus manos. Una gran barra al fondo con muchas mesas donde disfrutar de un picoteo o simplemente algo de beber, y a la izquierda los comedores. Con una franca sonrisa nos acompañan a nuestra mesa, un local con ambiente de pub inglés, muy bien logrado, y con buen gusto. Las mesas están vestidas con faldón granate, cubre blanco y servilleta del mismo color. Pedimos todo para picar y para acompañarlo un tinto de Cigales, Museum Real, es en este apartado donde están algo cortos de referencias y denominaciones, y el precio siempre se puede ajustar un poco más. Mientras esperamos la comida nos sirven una espuma de centollo con txangurro de aperitivo, estaba rica con una textura agradable, para iniciar la comida con buen pie. El primer picoteo fue ensalada de chicharro en escabeche ligero, la verdad que estaba muy apetitosa, con escabeche muy bien logrado, llevaba aguacate, cherry, tomate dado, piñones, pimiento, cebolla confitada, la pena que nos pusieron un convoy en el que el aceite y vinagre no eran nada del otro mundo. Seguimos con tartar de atún rojo y aguacate, un buen atún bien marinado, y bien ligado con el aguacate en dados, con un cordón de reducción de cabernet alrededor, que le venía muy bien. Continuamos con nuestras croquetas de hongos y foie con mermelada de manzana y frambuesa, las mermeladas servidas en recipiente aparte estaban sabrosas, las croquetas por el contrario estaban fritas de más y con exceso de harina, para olvidar. Y como plato fuerte pedimos para compartir un codillo de cerdo confiado con reducción de jugo de carne, buen sabor, con esa carne que cuando le das un buen punto de cocción se deshace en la boca, merece la pena que le pidan pues está exquisito. No pudimos con postre, la verdad las raciones son abundantes. El tinto de bodegas Finca Museum acompañó perfectamente, servido a buena temperatura, posee un color guinda, de gran intensidad, con aromas a frutos negros y especias (clavo), en boca posee una buena acidez, es sabroso y largo, un buen vino no excesivamente caro. Pasamos un rato más que agradable, gracias al servicio del camarero que nos atendió con gran profesionalidad. La factura para los dos con un café bastante malo ascendió a 85.71 €, no estuvo mal
Bueno, vaya aventura empezamos otra vez, la pena que con poco tiempo, pero cuando Ankabri me contó sus ganas de crear un blog, y hablar un poco de todo no pude negarme y por ello acá me teneis. Con muchas ganas de iros contando por donde voy comiendo. Ante todo deciros que ya casi no salgo, la edad no perdona, con lo que mis aportes no creo que lleguen ni a uno al mes, pero lo que si puedo deciros es que lo haré con muchas ganas, casi más que cuando emprendí la aventura en la ya desaparecida Gastrocantabria. Espero muchos comentarios; no se si habreis leido algo de mis antiguas experiencias en los restaurantes de Cantabria, pero si os parece bien puedo poneros algunas, las que vosotros me pidais.Y bueno creo que podemos entrar a hablaros del restaurante donde hemos estado estos días. Aunque más que un restaurante como el propio nombre indica es una cervecería, la de Estrella Galicia en A Coruña. Y es aquí donde la familia Rivera comenzó a elaborar la que para mi es hoy en día una de las mejores cervezas que tengo el placer de probar de vez en cuando. Intentaré que Ankabri os ponga un día información de ellos.Local divido en dos plantas, la planta de abajo es diáfana con una gran barra a la derecha y en el medio mesas de diferentes tamaños, donde poder disfrutar de una caña o picar algo si te apetece en plan informal, y al fondo y subiendo unas escaleras es donde tienes el restaurante para tomar algo en plan más serio; con una decoración típica de cervecería dispone de unas 18 mesas vestidas con mantel color morado, con lámparas de cobre, al igual que las columnas. Para beber pedimos agua cabreiroá (que la distribuye a nivel nacional también Estrella Galicia), River sin (su cerveza sin alcohol) y una cañas de 1906. Somos tres para comer y pedimos todo para picar de una carta cuya decoración nos gustó mucho, con fotos antiguas de la primera cervecería.Comenzamos con Ensalada Milenium, que lleva lechuga, espárrago blanco y zanahoria. La llaman Milenium porque si, ya que en el fondo no deja de ser una mixta sin más, y el convoy que ponen para aliñarla es muy normal, podían haberse esmerado un poco, por lo menos en el aceite, porque aunque sea una cervecería a ellos se les llena la boca diciendo Restaurante, pero bueno este es un punto en lo que adolecen muchos locales, al igual que la lucha (parece que ya perdida) de que no halla plato del pan. Seguimos con sepia a la placha con ajo y perejil, viene acompañada con patata vapor. Aquí tengo que hacer un apartado especial, pues llevo varios años disfrutando de esta tierra, y cada vez estoy más convencido de que gran parte del éxito de sus guisos, es por el agua que tienen. Incluso hablando con la gente de Estrella Galicia ellos dicen que nunca harán cerveza fuera de ACoruña pues dicen que el agua (fuera aparte del Lúpulo y las levaduras por supuesto) es un ingrediente superespecial. Y estas patatas al vapor de la sepia estaban espectaculares. Por lo demás la sepia estaba en su punto, triscante, sabrosa para repetir. Seguimos con sartén de la abuela con zorza, huevo y patata. Pues creo que en el mismo nombre del plato está la explicación, presentada en una sartén y todo un acierto para quitar el sincio de zorza y unos buenos huevos fritos, decir que hacía tiempo que no probaba una zorza tan apetitosa, en punto inmejorable, se deshacía en la boca. Continuamos con codillo a la cerveza con chucroute. El chucroute se prepara haciendo fermentar las hojas de la col en agua con sal. El codillo estaba muy bueno, con ese punto doradito, mantequilla pura en la boca y una combinación perfecta con el chucroute.Y terminamos con bacalao a la brasa con grelos. El bacalao muy rico, y muy bien hecho pero los grelos bastante malos, y fibrosos, que lástima. No pudimos con postre, pasamos directamente al café que por cierto era de pota, muy bueno. En cuanto al servicio decir que fue muy amable, pero muy poco profesional y aquí si que por mucho que ellos digan restaurante, es una cervecería, como detalle decir que no nos cambiaron los cubiertos para ninguno de los platos. Y un detalle que tampoco nos gustó fue que en teoría era el apartado del local para fumadores, con un cartel en la entrada avisándolo donde en teoría no puede haber menores de 16 años, y había unos cuantos, está claro que esta ley del tabaco necesita un cambio pero ya, o que se fume o que no, pero a medias solo consigue malas interpretaciones como en este caso. La factura para los tres ascendió a 59.70 €, una gran relación calidad precio para esta gran cervecería con un comedor al que volveremos seguro. Puntuación: 5 a 6 Pasable Dirección: Cocepción Arenal 10, A Coruña 15066. Tlf 981-29-18-19