Pasión por la buena restauración, cansados de leer lo mismo de siempre, un punto de vista del propio usuario de restaurantes y compradores de vinos, y demás bebidas. #BeberOCatar, #ApertasDoViño
Una edición que sacó Segura Viudas, apoyando la nomenglatura que usó el gobierno de Cantabria de aquella época “Cantabria Infinita”.
Es un Brut Nature elaborado según el método tradicional. Color amarillo dorado, corto en nariz, en boca el golpe de burbuja nos parece elevado, y corto de acidez…
No nos gustó mucho la verdad, nos pareció un cava bastante normalito, probaremos alguna botella más.
Es nuestro gusto pero a vosotros si lo habéis probado quizá os halla gustado. De esta bodega hemos probado el Reserva Heredad, y nos gustó mucho. Os dejamos el enlace aquí.
A la espera de vuestros comentarios, os mandamos un saludo.
Llevaba varios meses intentando probar este vino blanco de Cantabria. Tenía muchas ganas la verdad, y por fin un día me traen una botella. Como siempre hago la meto en la cava y la dejo reposar por lo menos durante una semana. Pasado este tiempo, o quizá algunos días más, le ataco, y de entrada al hacer las fotos me llevo una sorpresa, para mi nada agradable, y es que no encuentro por ningún lado la añada. O sea un vino con sello protegido de Vino de la Costa de Cantabria, y sin decir que año es no me parece nada bien, pero bueno eso es la parte exterior.
Vino de Laredo, un pueblo que recomiendo a todo el mundo que venga a visitar pues es una pasada, tanto por sus vistas, su playa, su casco viejo, su gastronomía y su gente, de verdad lo pasaréis genial.
Pero a lo que vamos que es la cata: elaborado con albariño tiene un color amarillo pálido transparente, con una nariz muy corta, mira que intento dar vueltas y darle un poco de calor, y aprecio algo de manzana pero como allá a lo lejos, corto de acidez y ligeramente desestructurado, la verdad que no me hizo mucho tilín, me dejó bastante indiferente y con pena.
Intentaré buscar más botellas, porque siempre digo que hay que dar más oportunidades, pero de momento no me ha dejado muy buen sabor de boca.
Continuando con el post de ayer, en el que hablamos del tinto Torre Blanca, que al igual que este, es de obligada compra para las casetas de Santander. Hoy nos toca comentar el otro vino, en este caso un blanco de Rueda, exclusivamente verdejo (ponen en la contraetiqueta), elaborado por SCLAC, en La Seca, Valladolid. Esta gente tiene mucho que ver en la elaboración del Cuatro Rayas, vino blanco del que ya os hemos hablado aquí. Y que nada tiene que ver con este que hoy os traemos. Un amarillo pálido, en la contraetiqueta pone reflejos verdosos, los que no encuentro por ningún lado. Con una nariz muy justa, algo de fruta tropical, la típica maracuyá de los verdejos, pero muy corto, y en boca no es nada persistente, un final que te seca toda la garganta.
Este vino está en la línea del tinto, vino barato, de obligada compra, que el cliente se traga sin pestañear, ni quejarse, un vino muy normalito, sin más comentarios, salvo el dicho anteriormente, creemos que los pinchos se merecen acompañar de otras bebidas, dado el esfuerzo y la creatividad necesaria para crearlos, se tendría que hacer lo mismo con la bebida.
Eso si, dejando claro que es nuestra opinión y que podemos estar totalmente equivocados. Para nada nos creemos con la verdad absoluta.
Estamos, como siempre, a la espera de vuestros comentarios, o vuestras críticas.
Ya se inaugura la feria de día de Santander, que será desde el 22 al 31 de Julio, ambos inclusive. 61 casetas repartidas por toda la ciudad para que la gente tome en la calle, un pincho y un vino por 2,5 €.
Es el 4º año que se realiza, con un éxito rotundo.
Todos los años las casetas están obligadas a comprar diferentes tipos de bebidas, por ejemplo el agua tiene que ser Solares (¡como no! ), cerveza amstel, etc.. También están obligados a comprar un tinto y un blanco. Del blanco hablaremos otro día, hoy toca el Tinto, Torre Blanca Crianza del 08. Tinto de la D.O. Ca. Rioja. Embotellado por bodegas Valoria, en Logroño, 100% tempranillo con 12 meses de barrica.
Típico color cereza, y es lo poco que tiene de típico, corto de nariz, casi nada de fruta, en boca es astringente, te retrae todas las encías, sin más comentarios.
Como siempre volveremos a probarlo más adelante a ver si la botella le puede hacer algo, aunque no creo pues su acidez no es necesaria para ello.
La verdad no entendemos si se cuida la materia prima para elaborar el pincho, se tenga que acompañar con un vino que no está a la altura, es sólo vino para beber sin más sin preocuparse por la calidad. ¿Por qué la gente no reclama algo más en condiciones?, el año pasado fue un Anta roble que le daba a este vino muchas vueltas.