Es un clásico, pero de los que se pueden beber y disfrutar, no esos riojas que parece que estás con un tablón en vez de con un vino.
De esos vinos que nos trae (una y otra vez) nuestro amigo el bebedor ocasional, está convencido de que no me gustan los riojas, y para nada, claro que me gustan, pero no esos tan clásicos de muchas bodegas que viven aún del pasado, y de su etiqueta, porque si la gente dejara de beber por la etiqueta, cuánto ganaríamos todos.
Este Viña Arana del 98 está elaborado con un 95% de tempranillo y un 5% de mazuelo, y estuvo en barricas de roble de tres años de media de edad, durante 36 meses. Con un buen color picota, la botella le ha venido de vicio, está muy bien equilibrado, en acidez, y los taninos, notas complejas en nariz, con la madera justa, vainilla, chocolate, pimienta, café, balsámico, y en boca redondo, con una paso de boca elegante.
Un clásico pero rico de verdad, para beber botellas, no cansa, lo que está claro es que cuando en rioja quieren, se hacen unos vinos dignos de mención sin lugar a dudas.
Dándole la razón a nuestro amigo bebedor ocasional, este Viña Arana de 1998, es un rioja de alto nivel, que nos gusta y mucho.
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Puntuación:7,5